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Categoría: Urbanos

El restaurador

Siempre sentí pena por las personas mayores, enfermas... Creo recordar una vez en que vi a un hombre de más de sesenta años, tirado por el suelo, a pleno sol, sucio; con unos penetrantes ojos azules pero que parecían ser los de una gris rata... Lo recuerdo bien, muy bien. Mucha gente que pasaba por su lado se tapaba la nariz, apestaba a mierda.

Detuve mi camino y me acerqué hasta el anciano. Era un caso feo. Estaba alimentándose de la basura en que se hallaba, pero lo más horrendo era que estaba cubierto de moscas, como si fuera una vaca... Y tenía una pierna herida, enyesada, pero muy sucia. Me le acerqué y le di unas monedas. El hombre no me miró. Cogió las monedas y se las guardó en un bolsillo. Se paró y noté que era muy alto, casi llegaba al metro noventa. Cogió un bastón y se fue caminando por las calles de la ciudad dejando en sus pasos un cúmulo de basura... Antes de perderlo de vista me di la vuelta y tomé mi auto que me llevaba a la universidad...

Han pasado los años y aun me acuerdo de aquel viejo. Seguramente estará muerto, no lo sé. Ahora, cuando salgo a la calle, ya no encuentro ese tipo de personas, ahora veo a muchachos haciendo piruetas en la pista por un poco de dinero, o a drogadictos en cada esquina con unos caramelos para vender, y ese tipo de personajes que no me dan aquella lástima que sentía hace muchos años... Quizás mi país ha evolucionado, o existen lugares en donde apoyar al tipo de gente sin trabajo y con enfermedades, no estoy seguro, pero ya no encuentro de este tipo.

Mi vida se ha volcó a las letras, al arte, y, aquel sentimiento de pena por los desvalidos se ha volcado a los viejos discos y a los libros usados. No recuerdo cuantos libros de segunda mano tengo, pero cuando veo uno que está apolillado, sin pasta, y que le faltan hojas, me siento apenado, como si tuviera el poder de recogerlos y ayudarles... Es allí en que tuve la gran idea de arreglar libros en mal estado.

Es hermoso ver libros editados hace más de cincuenta años, con las páginas llenas de moho esperando una mano amiga para restaurarlas. Eso hago cada domingo en que puedo ir a los lugares en donde venden libros usados. Compro los peores, o sea, los que están mal y, cuando llego a mi hogar, me dedico a refaccionarlos. Es un hoobie de mucha paciencia. Me he comprado lijas finas de madera, hilos y agujas para volver a cocer las páginas, brochas de pelo de gato, líquidos para limpiar o matar los hongos, y muchos utensilios mas...

Es increíble. Cuando estoy trabajando con ellos, siento que el tiempo no existe, es como si estuviera buscando grandes tesoros, o algo por estilo. Mi casa se ha vuelto en un taller. Tengo alrededor de dos mil libros recuperados y mil quinientos cincuenta y tres por recuperar. No soy comerciante, mas bien, espero que, algún día encuentre a un muchacho que ame la lectura y los libros tanto como yo... Uno en ellos encuentra tanto calor y compañía. No es que sea lo mismo que una mujer, no, eso no. Es diferente, es como un amigo etéreo, un fantasma que a través de la lectura vuelven a vivir a través de mi imaginación. Cuando le conté a uno de mis amigos de trabajo que, mientras leo, escucho las voces de los escritores... Yo sé que pensaran que estoy enloqueciendo, pero es verdad. Los libros tienen vida para aquellos que pueden escucharlos, amarlos...

Nunca tuve hijos ni familia, sin embargo, los libros me acompañan. Cojo a Melville y Moby Dick empieza a sacudirse en el océano. Lo mismo con Hamlet, y con sus ideas fraticidas... En fin, estoy loco, pero, es una punitiva locura... de esas que llenan de alegría al lector, o, auditor...

Me gustaría algún día encontrar a otra persona que ame los libros como yo, pues, sería una lástima dejar esta vida y no saber a quien dar mis libros, en verdad, sería una gran pena... pero, mejor no preocuparse y continuar leyendo, cuidando los libros, y, si se puede, escribir una que otra historia de amor así como esta.


Lima, junio del 2005
Datos del Cuento
  • Autor: joe
  • Código: 15012
  • Fecha: 20-06-2005
  • Categoría: Urbanos
  • Media: 5.47
  • Votos: 68
  • Envios: 0
  • Lecturas: 4591
  • Valoración:
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