Cada dia se paseaba por el parque de enfrente de su casa, con las manos en los bolsillos, mirando alsuelo, daba vueltas alrededor del parque, raras veces se paraba, y cuando lo hacia, parecia despertar de un sueño, miraba al frente, luego al cielo, y despues con resignación, volvia a bajar la cabeza y a continuar su largo caminar. La gente del parque ya le conocia, y entre ellos le llamaban "el sonambulo" pues parecia que andaba en sueños. A pesar de verle todos los dias, nadie se habia acercado a hablar con el, ni el habia echo el minimo esfuerzo para hablar con nadie. Se limitaba a pasear.
Un dia el sonambulo no fue, y nadie parecio darse cuenta, pero al cabo de tres dias, la gente del parque se empezo a preguntar donde estaria aquel misterioso hombre, nadie sabia de el, ni donde vivia ni como se llamaba, pero todos se preocuparon por la inexperada ausencia del extraño paseante.
Pasaron los años, y el caso del sonambula habia quedado como una mera anecdota que de vez en cuando comentaban los guardas del parque para matar el tiempo, cuando un dia azul de primavera, volvieron a verle. Totalmente vestido de blanco, casi deslumbrante, paseaba como siempre, con las manos en los bolsillos y la mirada perdida en el suelo que debia de conocer de memoria. Entonces una de las personas del parque, se acerco a el y le pregunto donde se habia metido este tiempo; el levanto la mirada, miro fijamente a los ojos de el guarda, y le contesto con una voz que nadie habia oido antes, me fui a seguir buscando caminos que recorrrer, pero como todo el mundo, me he cansado de buscar y he vuelto al lugar donde vivi. Asombrado por la respuesta el guarda volvio a su puesto, y alli se paso todo el dia pensando en las palabras del sonambulo, y ya por la noche se dirigio a casa con las manos en los bolsillos y la mirada perdida en el suelo.
Al dia siguiente el guarda no aparecio, y el sonambulo al comprobarlo saco las manos de sus bolsillos, y con la mirada al frente y la cabeza bien alta, regreso a su casa.