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El vuelo de la sombra

Estuvo dando vueltas por la ciudad sin saber a donde iría a parar; camino tanto que sus frágiles piernas, desnudas, en un último temblor cayó al mismo segundo que su efímero suspiro.

"Todo,- se decía- por nada, luche por nada, valore la nada, todo fue mi nada, caí en el abismo de sus labios, el infierno de su cuerpo, fui su víctima.. ¡Maldita sea! – Se reprocho por enésima vez en su agonía.

"Su cuerpo no me merecía, nunca me mereció, si jamas me amo ¿Cómo fue capaz de hacerme sentir en mi propio fuego?, Si fue mas que todo lo que decía sentir, ¿Cómo me dejo y con ella se fue?.

"Pudo ser ella la puerta que nunca yo fui, la mujer que debí ser; acaso...¿Fui solamente un objeto de placer en sus expertas manos?... nooo, no, no, no, no, estúpida conciencia estas solo en mi para hacerme sentir peor, ¡apártateeee!!! Déjame continuar!!!!! No, no, no, aquí no me puedo quedar.

Como pudo sus fuerzas de a poco le acompañaron, sus ojos eran dos vitrinas sin nada, no se podía ver a través de ellos, ni el supuesto dolor podía ser percibido por humano o animal alguno en la faz de la tierra.

Todo de pronto le pareció un vacío, ¿ seria acaso que su alma no le estaba siguiendo?, su fiel compañera ¿ya no estaba a su lado?. No lo sabia tampoco, tan así que su pensamiento no estaba tampoco; queda en la más profunda soledad, el vacío de lo que una vez fue hoy ni siquiera se le compara a lo que dejo la ausencia y el engaño del ser amado.

Pero seria acaso tanto como un engaño, ¿Quién fue la que no lucho por darle a entender lo que sentía? La respuesta estaba en ella, ¿ella fue la víctima o que?.

¡Qué confusión!!! – Gritaba por una vieja calle en dirección a una pequeña congregación de indigentes cercanos a una playa.

Errante como iba, choco con una pelota de feos trapos, aquellos harapos le resultaron conocidos, pero no dejo que inundara el recuerdo perdido su evidente desvarío. Mas allá, no supo cuanto ni donde mas allá, solo la pequeña figura de un niño desnutrido, mal vestido y sucio la hicieron abrir por una ves los ojos y situarse en el lugar que ya estaba pisando.

La mirada de ese pequeño la hizo ir por un segundo a una clínica, todo tan impecable, ¿qué relación podría tener ese chiquillo tan sucio con aquello?, Quiso saberlo y obligo a su recuerdo a cederle la oportunidad de dar con el por que.

Camino tranquila por aquella sala ricamente adornada, hasta que se topo con un extraño reflejo, sucia una niña pequeña estaba frente a ella, sus vestimentas todas destruidas por las lluvias y el tiempo. Un efecto deslumbrante causa aquella imagen en lo mas profundo de su ser, ¿será que la vida me da otra oportunidad?. No fue mas y cayo desmayada a los pies del pequeño que con sus grandes ojos la contemplaba con admiración. Consternado comenzó a gritar:


_ ¡La virgen, la virgen, vengan la virgen nos ha venido a visitar!.

Entre gritos, lagrimas de emoción y amenazas de una dura golpiza acudieron los demás indigentes a ver que sucedía con el pequeño. Lo que vieron no los dejo mejor, algo negro, feo, deforme y sin gracia comenzó a surgir de un cuerpo de quien alguna vez pudo ser una mujer, se alzo sobre sus cabezas, atónitos como estaban, solo repitieron unas cuantas palabras que fueron enseñadas por uno de los tantos que se colocaba a mendigar a la salida de la iglesia los días de misa, murmuraban algo intentando protegerse de aquella cosa deforme.

Una fuerte ola atrapa a una gran parte de ellos mientras tanto los demás huían despavoridos, la sombra jugaba sin miedo con las gotas del salado mar, no le interesó que se estaba apropiando de algunos prisioneros del otro mundo. Una segunda ola envolvió al ultimo de aquellos miserables humanos para si, el niño, lo acogió con sutileza y lo envío a su salado seno, la que fue alguna ves mujer se percato del destino del pequeño y como pudo abrió sus manchados brazos en forma de alas y acudió en su auxilio.

Se zambulló por completo en busca de su pasado, camino y pasadizo a un futuro, pasaje de su presente y lo rescato. Una luz nueva inundaba ese tierno rostro sus ropas ya no estaban, se encontraba desnudo en sus brazos, estos ya no estaban manchados ni deformes, su cuerpo volvía a ser como era, pero ahora más radiante algo nuevo se creo en ese abismo de soledades sin el hombre amado.




_Buenos días señora Arriagada, su hermano la espera para llevarla a casa, fue un parto complicado pero el doctor acepto darle el alta, la felicito es un hermoso varoncito.

Solo se limito a sonreír y sentir con escalofrío ascendente aquella sensación tan placentera de haber sido una sombra libre y poderse regocijar aun en la perdida de su pareja con el fruto de lo que sintió por él, su hijo.
Datos del Cuento
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