Durante la mitad del siglo XIV, humanos y vampiros pelearon sin cesar; destruyendo y matando todo lo que se les enfrentaba...
Un mago de nombre Elder era quien lideraba a los humanos; él era justo, bondadoso y leal. El gobierno de los humanos había sido saqueado muchas veces, algunas por ladrones, por traición o por simplemente vampiros...
Los humanos habían pasado días oscuros últimamente, los vampiros habían arrasado con la mitad de sus tierras.
Los vampiros tenían una forma de gobierno diferente, su líder era un vampiro de nombre Raziel; él era déspota, autoritario, cruel y él más odiado de todos los vampiros. Durante los últimos años, Raziel lideró a los vampiros de una forma muy peculiar, primero comenzó con dotarlos de alas para que puedan volar libremente sin transformarse en murciélagos, luego les dijo que él era el hijo de Erébust... Los vampiros practicaban un dialecto muy parecido al de los humanos pero varía en -algunas palabras, estas palabras estaban dichas en el idioma de Erébust o Diablo...
Una noche mientras Elder caminaba por el pasillo del castillo, oyó un extraño sonido; era como si alguien estuviera tomando algo pero haciendo mucho ruido.
Elder caminó sigilosamente hacia donde provenía el sonido y vio una gran sombra que se movía velozmente...
- ¿Quién esta ahí? – gritó Elder.
- Pues... yo...
- ¿Quién eres, muéstrate o eres un cobarde?
De pronto la sombra se acercó y Elder quedó paralizado.
- Ahora me ves...
Aquella sombra era la de un vampiro, este tomó del cuello a Elder y lo empezó a estrangular...
- ¿Qué acaso no me va a hacer nada? – dijo sarcásticamente el vampiro.
Elder hizo un gran esfuerzo y sacó un crucifijo de su bolsa. El vampiro se retiró inmediatamente y haciendo un extraño movimiento de brazos se retiro volando...
“Que haría un vampiro aquí”,”¿Cómo habrá entrado?”, Estos pensamientos aturdían a Elder.
A la mañana siguiente, una vez que el sol había iluminado todas las habitaciones del castillo. Elder comenzó caminar por aquel pasillo y vio una escena horrorosa; logró ver al cuerpo que no pudo ver en la noche, su esposa yacía en el piso mordida en el cuello... Elder sintió un fuerte sentimiento de odio hacia aquel vampiro y decidió declararle la guerra.
Durante dos años, los humanos se estuvieron preparando militarmente; todos los guerreros portaban crucifijos, estacas y agua bendita... pero Elder era algo increíble, él portaba una armadura de plata que le cubría casi todo el cuerpo, su espada era de del mismo material y poseía una magia que hacia que brillara como el sol, cargaba con dos botellas de agua bendita, también llevaba una estaca y siempre portaba un brazalete hecho de ajo... Él se había convertido en un cazador de vampiros...
Llegó el día esperado, Elder cabalgó hacia el norte, hacia la fortaleza de Raziel; cinco mil guerreros lo seguían detrás.
- ¡Raziel!, Mira eso... – dijo un vampiro.
- ¿Qué pasa?- dijo Raziel.
- Son miles... miles de guerreros... ¿Qué vamos a hacer?.
- El día ha llegado; el día en que la oscuridad y la luz lucharán hasta la muerte... pero a diferencia de ellos, nosotros ya estamos muertos... Ja, Ja...
Raziel elevó su mano derecha indicando la dirección a la que debían atacar y cientos de vampiros salieron volando hacia su destino. Todos los vampiros portaban unas delgadas armaduras pero muy poderosas armas como: Hachas, Espadas, Lanzas y Ballesta...
La batalla por el dominio de la tierra había comenzado, Elder cabalgaba al frente gritando palabras de aliento – “Los mataremos, vamos, si podemos hacerlo”.
- ¡Ataquen! – gritó Elder.
Un guerrero corrió al frente y decenas de vampiros lo comenzaron a atacar...
- ¡Ayudémoslo, formación en circulo, ya! – gritó Elder.
La guerra estaba en su pleno auge. Los vampiros volaban por todo el campo de batalla mientras que los humanos estaban a la defensiva, los vampiros les mordían el cuello y luego les cortaban la cabeza...
Elder le dio una estocada a un vampiro con su espada de plata, este comenzó a quemarse hasta transformarse en ceniza. Luego, otro vampiro lo intentó atacar, pero Elder levantó su espada y esta comenzó a brillar tan fuerte que cegó a todos en el campo de batalla... Elder aprovechó la oportunidad y cabalgó hacia el castillo de Raziel...
Al llegar a la puerta del castillo, Elder caminó sigilosamente hacia la entrada... a la derecha había un guardia armado con una ballesta, Elder sacó su botella de agua bendita y se la tiró, el vampiro comenzó a derretirse y Elder entró al castillo. El lugar era enorme, miles de puertas se encontraban alrededor, este castillo tenia como doscientos metros de altura y no existía ni una escalera allí, era obvio que los vampiros entraban volando a las diferentes habitaciones.
Elder estaba desesperado, había creado una guerra que bien sabía que la iba a perder porque los vampiros son casi inmortales y no encontraba siquiera una forma de subir a la habitación de Raziel. De pronto, un leve olor fétido se podía percibir, Una densa sombra cayó sobre Elder y muchos murciélagos comenzaron a descender.
- ¿Elder?, ¿Por qué vienes a perturbar mi castillo?- dijo una voz maliciosa.
Elder miró lentamente hacia donde había descendido los murciélagos y logró ver la figura de Raziel... él era muy alto, delgado, su cabello era muy largo y de color café, tenía los ojos de color rojo, unos colmillos enormes, su piel era totalmente blanca y vestía traje negro con una capa...
- ¿Por qué mandaste a matar a mi esposa? – dijo Elder.
- Pues... porque... ¡Porque te odio! – respondió lentamente Raziel.
- ¡Maldito!
Elder sacó su estaca de plata y se la clavó en el corazón... durante unos instantes, Raziel estaba sintiéndose mal pero logró arrancarse la estaca, luego Elder le tiró la ultima botella de agua bendita y esta reaccionó quemando el cuerpo de Raziel, pero Raziel comenzó a regenerarse, luego inténtenlo con el ajo y no pasó nada... Era imposible, ninguno de los métodos convencionales servía para matarle, entonces Elder tomó una dura decisión, usaría un hechizo para marcar el destino de Raziel... Alzó sus manos y pronunció la siguientes palabras. – “Mi muerte será una hora antes que la tuya”...
Raziel se reía a carcajadas, él pensaba que Elder solo estaba jugando, él saltó y le dio un golpe a Elder, pero Elder no se movía. De pronto, una luz roja rodeó a Elder...
- Raziel... ¡Este será tu fin!...
- Tú.. ¡No hay forma de matarme!...
- Yo no te puedo matar, pero sí la magia...
Elder tomó su espada y se la enterró en el corazón él mismo... se tiró al piso y empezó a agonizar del dolor hasta que murió. Raziel, estaba con mucho temor de que aquel conjuro hubiera sido cierto.
Ya había pasado media hora desde la muerte de Elder, Raziel no sabía que hacer... el tiempo pasaba lentamente, cada minuto parecían horas...
Cincuenta minutos después de la muerte de Elder, Raziel estaba hundido en una locura incontrolable... lo primero que hizo fue intentar suicidarse, pero no sirvió de nada porque su regeneración le contrarrestaba el efecto... solo faltaban diez minutos para que Raziel muera por acto de su peor enemigo...
Ya cumplido el tiempo, Raziel esperaba sentado en una silla y de repente una luz roja iluminó toda la habitación.
- ¿Erébust? – dijo temblorosamente Raziel.
- No... no...
- ¿Quién eres?.
- Tu peor pesadilla...
De pronto, aquella voz se transformo en algo parecido a un lobo y atacó a Raziel...
Primero comenzó por arrancarle los brazos, luego siguió con sus piernas, luego con sus ojos y por ultimo el corazón... Raziel estaba sintiendo algo que nunca había sentido, el miedo a morir lo hacia temblar...
Raziel había muerto tras aquella macabra escena... al morir Raziel, los vampiros comenzaron a escasear y desaparecer por la falta de un líder apto...
La guerra la habían ganado los humanos y ellos dominaron la tierra durante periodos muy largos, pero como siempre, en el bien siempre hay un poco de mal y por eso ellos comenzaron a defenderse de ellos mismos, creando guerra para matarse entre ellos... sin ni siquiera haber aprendido el significado de la batalla de Elder y Raziel...

Siempre andamos por aquí y por allá, matando todo lo que encontramos para ganar tierras, pero de lo que no nos damos cuenta es de que la tierra es nuestra y no tenemos porque pelear por ella...

“Nunca subestimes a tu enemigo porque algún día te puede dar una sorpresa”