Elisacia era una niña de 9 años con mucha imaginación. No tenia padres, pero vivía con su tia Rose en una gran mansión a las afueras de Wasingthon. Como en aquella época,(1856), no habían coches su propia tía le daba clase.
- Quince mil más quince mil
- Quince-quince mil, tía Rose
- ¡No! Siempre pensando en las musarañas. Son treinta mil, y también son treinta dias sin postre.
En realidad Elisacia no estaba pensando en las musarañas, pero es que había leido mucho acerca de otros paises y viajaba a ellos en su mente. Elisacia estaba en París ahora. Veía las cosas desde una altura alucinante, unas fuentes que daban camino a donde ella estaba y muchísimas luces brillando por la ciudad. ¿Sabeis donde estaba? Estaba en París. Después de la riña de tía Rose se fue a Nueva York. Veía una gran estatua, de unos 40 metros de altura, subió a ella y quedó alucinada, estaba en la estatua de la libertad y tris, tras, notó que cortaban algo y vio que tía Rose le cortaba el pelo. Más tarde se vió sobre la cima de una alta montaña... era ¡el Everest! Y de pronto estaba rezando en la capilla. Elisacia era una niña especial, porque todos estos viajes solo los hacia en su imaginación. Creció y siguió haciendolo, murió y estoy segura, de que murió haciendolo.