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Ella y Él...

Ella tiene la edad en que uno no sabe qué es, su conversación es seria, profunda, pero tiene también sus lagunas infantiles. Tiene un aspecto grave, triste y adquiere su faz un rictus de madurez, mas únicamente recogiéndose el cabello se observa en ELLA a una niña. Sus 19 otoños sólo dicen, quizá, tal vez nunca si sigue siendo una niña o llegó ya a ser mujer.

Él es un adulto, sus 28 años pasaron muy rápidos pues su aspecto representa más. Ríe poco con los muchos y mucho con los pocos, sin embargo es difícil estar con ÉL y no aprender algo, aunque la vida le enseño a palos aprendió con amor.

Ella es muy observadora de un simple vistazo adquiere muchas luces de lo que la rodea, es egocéntrica con su dolor pues cree que sólo a ella le pertenece y también sabe que creer es dudar. Sin embargo se preocupa por todos llegándose a olvidar de sí, y aunque por lo general los que se le acercan reconfortados se van ella queda allí con un dolor. En grupos de amigos ríe y es un tanto el alma de ellos, pero al llegar a casa poco antes de abrir la puerta se quita escrupulosamente la careta ante la vida, la envuelve y la deja caer, en su dormitorio a solas ELLA es la verdadera. La oscuridad le dice que es su tiempo es poco, pero sabe lo que le pasa para que darse más. No es que le moleste estar a solas, ELLA desea su oscuridad, pero hay tantos compromisos por cumplir, tantos amigos que escuchar y el amor, que palabra tan vacía de significado es para ELLA el amor.

Vive amargado y de eso es fácil darse cuenta, pasados los 20 minutos no se le puede soportar es lo común que la gente opina de ÉL. La verdad es su corazón sufre ese extraño mal que amor le han llamado. No sabe expresarlo y al creer que se mofarían se muestra duro y con una ironía tal que hace difícil que alguien se le quiera acercar y peor aún querer quedarse con ÉL.

ÉL y ELLA por la vida caminaban mas un día el destino los llamo ELLOS.
Aunque sus vidas se tejían en paralelo una casualidad los juntó.
ELLA se llama Lina y le gusta su nombre ÉL es Juan y le da igual.

...Ayer conocí a una linda muchacha va al mismo club que nosotros. José Miguel rompía así un silencio de casi 10 minutos que observó en su amigo Juan. A éste qué le importaba su amiga nueva. Había ido a visitarlo para platicarle de ÉL, algo le pasaba con una buena amiga en común y se sentía confuso, eso quería compartirle , pero no supo iniciar el diálogo por su ansiedad, por eso el silencio no es que no había nada que hablar, pero “ una linda muchacha” fue lo que dijo José Miguel y ahora que había empezado a hablar solo cabía dos opciones: escuchar o irse. Se quedó con la primera.
Alguien debe conocer su dirección , teléfono, no sé... quiero que me acompañes para allá.
Fue así como ÉL y José Miguel se encontraron en las oficinas del club allí una amiga les dio las señas de su domicilio y otra el número telefónico. Una vez fuera José Miguel quería ir al domicilio de su nueva amiga, ÉL quería hablarle de sí, pero se dio cuenta que por el momento debía transigir. Caminando a su casa José Miguel la divisó, ÉL nunca la había visto un simple hola fue lo único que brotó de sus labios y mientras sus acompañantes hablaban y reían ÉL volvió a pensar en su buena amiga. No ÉL no hablaría de sus angustias ese día con José Miguel, Lina era toda su atención

Regresó a casa la vorágine de sentimientos se mostró a flor de piel, lo consumía hasta empequeñecerlo, la habitación le daba vueltas , su mejor amiga estaba demasiado en su cerebro, piensa que su corazón parchado por una mala relación que había concluido ha vuelto a sonreír, mareado sabe que necesita decirlo, no lo puede tener para sí mismo es demasiado le es preciso compartirlo con alguien, pero quién no debería verlo duro? Quién no debería verlo lejano sino allí? Pensó en José Miguel y se dio cuenta que no tiene tiempo que Lina se había convertido en su único mundo y entonces lo pensó... porqué no? Se dijo. No me conoce y además José Miguel no es el mismo por causa de ella, no la conozco y es mejor así., cogió el teléfono
-Aló
-Buenas noches, me comunica por favor con la señorita Lina.
-De parte?
-De Juan.
-Ahhh...Hola Juan soy yo, Lina y esa sorpresa.
-Es que deseo hablar contigo
-Sobre...
-Cosas de la vida, te parece el sábado a las 7 de la tarde en el club?
-Sí, me parece bien.
-Entonces hasta el sábado a las 7
-Muy bien.
-Adiós
-Hasta el sábado y cuídate
Gracias tú también.

Mucho agua ha corrido bajo el puente del río Rímac desde esa llamada hasta hoy. ÉL le habló de la buena amiga que quedó en una excelente amiga.

ÉL y ELLA cada uno con su nombre, cada uno con su risa, cada uno con su tiempo, tiempo dedicado al trabajo común. Quién diría al verlos que cuando se conocieron cada uno una historia muy diferente contaría? Quién diría al verlos en esos días cuando compartían luchas , ideales y esfuerzos que fue la casualidad quien los juntó? Quién diría en esas épocas al verlos reír juntos, al verlos cantar juntos, al verlos corriendo por la playa tratando de alcanzar estelas ya lejanas que el destino algunas veces les tiende una broma muy pesada a los humanos? Quién les diría en el momento que ÉL la besó por vez primera en ese parque de árboles grandes por estar allí desde tiempos inmemoriales al lado de los cientos de palomas que han hecho de ellos su hogar, o en esos besos al costado de su casa cuando estaban así de juntos que ÉL por esposa ha otra muchacha ha pedido?

ELLA tomó sus valijas y salió rumbo a la estación, tenía una hoja de papel en sus manos que lo tuvo a diario por mas de 2 años, subió al tren en la estación de Desamparados, el tren se puso en marcha y al volver la vista atrás de su pueblo natal que ahora abandonaba soltó la hoja de papel que voló por los aires llegando hasta el lugar de una niña de 15 años, lo tomó y vio que tenía algo escrito a mano...

VUELVE

La playa se haya desierta
Tan sólo acariciada por la luz
De una luna que agoniza
La miro y me parece más llena
Que la última mañana en que allí estuvimos “ TÜ y YO”

Que solos han quedado los lugares
Que supieron de ti!
Qué triste quedó el parque
Que tu risa contempló, de ahí
No sólo las aves se mudaron
Los árboles tras ellas corrieron.

Las horas caminan lentas, muy lentas
Quisiera buscarte, pero...
De qué serviría, sé donde te
Encuentras, mas no sé donde estás.
Cariño ¡ Qué es lo que debo hacer
Para que puedas TÚ otra vez volver?

La niña puso el papel en su pecho y suspirando una lágrima rodó por su mejilla, en ese momento Juan decía SÍ, ACEPTO PARA TODA LA VIDA. Mientras pensaba en ELLA.
Datos del Cuento
  • Categoría: Románticos
  • Media: 6.26
  • Votos: 86
  • Envios: 4
  • Lecturas: 3556
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