Desearía que pudieras leer esto, aunque, ahora creo, que tampoco tuviera mucha importancia. Puede que ya fuese demasiado tarde.
No sé cuando fue la primera vez que la ti, ni tan siquiera recuerdo la primera vez que me dijeron tu nombre. Sé, que desde aquel preciso instante, muchos han sido los instantes en los que compartimos algo, aunque, pienso, que no fueron similares los que yo sentí, y como los sentí, a como tú los viviste. Quizás no pueda volver a rememorarlos todos como fueron, pero, lo que siempre recuerdo desde aquel día es tu nombre. En el mismo instante en que te vi por primera vez, no imagine, que con el paso del tiempo, llagaría un momento en el que me obsesionaría completamente contigo, como llegué a estarlo. Y tampoco imaginaba lo que el futuro me iba a deparar, y lo que hubiera tejido el destino, de no ser tan voluble a ser alterado.
Quizás tú no llegues a pensar como yo, tampoco nunca lo sabré. Pero, sí puedo decir que contigo, creo que he llegado a todos los estados. Nunca nadie había llegado a ver por completo parte del interior de mi alma. Has llegado más profundo de lo que muchas otras personas no se hubieran aproximado jamás. Y todo ello sin tener una relación constate, sino más bien una montaña rusa de encuentros alterados, y disfrazados sin ningún sentido.
Momentos desaprovechados, e instantes a olvidar. Miradas de comprensión, sonrisas de insinuación y silencios de desesperación. Tú has sido completamente eso, y puede que mucho más. Has sido, momentos perdidos, momentos inalcanzables, momentos deseables, deseos momentáneos, todo ello y más. Pasiones secretas, secretos a medio contar, deseos inalcanzados. Días geniales, otros indiferentes, otros que he llegado a temer. Encuentros casuales, y búsquedas premeditadas en mitad de la nada que es la falta de tu presencia. Un sentimiento de abandono en momentos, y gratificación inimaginable por otros.
Todo eso has sido tú, y aún, podrían ser muchos más, muchos momentos vivido, compartidos y rememorados, pero, tú eres incluso aún más. Has sido, y eres, los momentos no vividos, los espacios vacíos entre uno y otro encuentro, entre una y otra mirada, entre una y otra sonrisa, son los soliloquios de un corazón palpitante al verte sonreír, con las ansias de encontrarte en el más recóndito lugar. Es observarte, ser observado, sonreírte, admirar tu sonrisa. Son largos paseos en la noche, momentos sobre la arena llevados por el viento, palabras intercambiadas entre la brisa. Momentos olvidados, otros inolvidables, unos recordados, otros dispersados en la infinidad de la mente. Todo eso has llegado ser tú.
Verte ha sido como sentir la lluvia del amanecer un día de verano, es como ese momento en el que el tiempo se detiene por completo, donde todo se suspende en el aire, y donde tu risa lo abarca todo, y tu mirada llena un lienzo vacío de felicidad, donde un gesto tuyo oronda en lo profundo del corazón, extrayendo del interior pasiones no imaginadas. Tú nunca has necesitado nada aparte de ti misma para abarcarlo todo, para ser el centro de un mundo inimaginable, eres tú quien le da vida y lo hace girar entre mares de estrellas centelleantes, es la belleza esporádica y el alma de la imaginación perdida. Siempre serás ese amor deseado, el beso soñado, el soplo esporádico, serás todo cuando existe y es creado.
Y ahora sé, que nunca más, volverás a estar ahí…
Oye, dejame felicitarte porque a través de las letras logras transmitir mucho sentimiento, se nota que son palabras del alma. Sigue asi, porque escribes muy lindo! Mercy