Emit era una chica de 15 años de edad y era la princesa de el país Onab. Onab era un tanto especial, ya que en él se podía practicar la magia. El viejo Samal era el que enseñaba este arte. La Reina, y por lo tanto madre de Emit, había aprendido a usar la magia gracias a Samal, y quería que su hija siguiera sus pasos. Así que un día la vistió con ropa cómoda para poder moverse mejor y se la llevó a la choza de Samal. Una vez allí salió Samal con su viejo bastón tallado por su visabuelo. Su madre habló con el hechizero un rato, recordando viejos tiempos. Cuándo por fin se marchó, Samal invitó a la chica a sentarse sobre un cojín de paja, en el suelo. Emit era tímida, así que no habló en un buen rato. Samal se dirigió a una estantería polvorienta y cogió un libro. De camino a sentarse frente a su alumna, soplaba el libro par extraer el polvo. (continuará)