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En el país de los cuentos

En el País de los cuentos...

Érase un país de cuentos, en el que sus habitantes vivían felices y tranquilos, cada uno escribía lo suyo y recibía de buena gana comentarios de sus coterráneos, ya fueran buenos o malos, algunos iban mas allá y se comunicaban entre ellos mediante el uso del correo y de ahí nacieron grandes amistades. Todo extranjero era bienvenido a éste país de los cuentos, su presidente Moises permitía la entrada a cualquier tipo de personaje, ya fueran buenos, regulares, malos, cada uno venía con sus intenciones, algunos sólo pretendían disfrutar, otros expresaban su forma de ser, algunos daban rienda suelta a su imaginación escribiendo sobre sus fantasías sexuales por que tal vez era el único lugar donde se podía hacer libremente, el crítico oficial siempre tenía palabras de aliento o regaño para algunos, pero la mayoría del tiempo sus palabras resultaban atinadas. Muchos ingresaron tratando de derrocar al presidente, o al crítico oficial, o con la esperanza de hacerse famoso desasnando a los habitantes, sin embargo por sus pocos conocimientos tuvieron que abandonar el país rápidamente, nadie les expulsó, ellos mismos supieron que nada tenían que hacer ahí, que los habitantes estaban muy unidos y que aún cuando se les reclamara que existía mucha pornografía en la página, las respuesta era muy fácil: “Las puertas están abiertas, si te gusta quédate, si no nadie te detendrá”. Hubo una vez que un bufón de otro país que había aprendido algo sobre literatura incursionó calladamente en el lugar, éste bufón estaba convencido que el era mucho más inteligente que cualquier presidente o ministro incluso que cualquier rey sobre la faz de la tierra y muchísimo mas que cualquier habitante de éste humilde país, luego de su llegada quiso deslumbrar a los habitantes escribiendo sobre el pueblo y sobre como debía ser el pueblo y el gobierno, pretendiendo ser el gran innovador, el inventor del agua tibia, y creyendo saber si la gallina había sido antes del huevo. Era tal el complejo del bufón que no soportaba comentarios hacia él ni hacia sus escritos, y respondía furiosamente haciendo notar su complejo de inferioridad, daba a entender que era un gran escritor y que tenía una gran veta literaria en su haber, sin embargo cada habitante sabía que era un intento muy vano el suyo por hacerse conocer, ya habían sufrido embates de otros payasos y había logrado sobrevivir. Es así que el bufón junto algunos de sus amigos y trataron de realizar una rebelión, usando como arma su prosa irreverente, y sus dedos (por no decir lengua) viperinos, lucharon a más no poder para destruir cada rincón y cada intención por escribir pero olvidaron que el país se había construído sobre muy buenas bases, no lo lograron, cada habitante defendió su parte del pueblo como pudo y al final lograron de vencer al bufón. Se hizo un concejo para decidir que acción tomar contra él, una muy difícil elección, algunos quería botarlo definitivamente, otros querían que demostrara que efectivamente era un gran escritor, al final el pueblo, su presidente y su crítico oficial a los que el bufón pretendía destronar a toda costa llegaron a una salomónica solución y no tardaron en comunicarla al bufón: “Las puertas están abiertas, si te gusta quédate, si no nadie te detendrá”.
Nunca más se supo del bufón, así el pueblo siguió viviendo feliz, siempre recordando a cada uno de los que trataron de destruirlo, siempre defendiéndose de los bufones que pretendían ser mas grandes que otros, un boulevard fue contruído para recodarle al pueblo que debían estar siempre unidos y en una pequeña placa se recordaba los nombres de aquellos: Bonata, Jorge, Gustavo... y muchos otros, para que cada vez que algun joven escritor pasara por y los leyera supiera lo que sus antecesores lucharon por mantener sus derechos y no subyugarse ante cualquier bufón con ínfulas de grandeza.
Datos del Cuento
  • Autor: eac
  • Código: 3348
  • Fecha: 04-07-2003
  • Categoría: Metáforas
  • Media: 6.64
  • Votos: 233
  • Envios: 2
  • Lecturas: 4813
  • Valoración:
  •  
Comentarios


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3 comentarios. Página 1 de 1
Andrea May
invitado-Andrea May 05-07-2003 00:00:00

" a quién le quepa el sayo que se lo ponga" Habrá quienes comprendan y otros solo lean esta linda metáfora, ya no importan los motivos que la originaron, importa algo mas, que hemos vuelto a disfrutar de tu escritura... Se te extraña en esta ciudad, no nos abandones por tanto tiempo...

si claro
invitado-si claro 04-07-2003 00:00:00

Gustavito que se cree lo mejor del mundo excelentemente bien descrito, no aparecía eac y apareció a defender la página. felicitaciones!

Juan Andueza G.
invitado-Juan Andueza G. 04-07-2003 00:00:00

Siendo un ferviente admirador de EAC, que escribe muy bien, en esta ocasión no estoy de acuerdo con el contenido de este texto. El tipo que se inspiró en la " Página de Moisés" para su texto, lo hizo con profundidad y esmero. Desde el resentimiento, concordamos, pero tiene mérito al fin. Además que se salió con la suya...¿ no te parece ? Bueno, saludos de mi.

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