(Para Pame, Chellín y Lian)

A pesar de que nuestra excursión la había sido planeada en el más completo secreto sucedió que la primer noche de luna llena que pasé asando malvaviscos en una fogata comentando mis incipientes aventuras en aquel tan singular retiro al que fui invitada por Chellín, mí hermano y recibida tan espléndidamente por Pame, mí prima, empezaron a aparecer literalmente de la nada uno a uno Los Gnomos que acompañaron a Pócolo y a Barkly que uno a uno se fueron integrando a la tan singular reunión.
Y como todos sabemos el cuento de nunca acabar es que jamás Chellín y Pame se pusieron de acuerdo acerca de la primigenia en lo que toca a la familia en la generación de bisnietos ya que cuando se trataba de edad, Chellín era el mayor pero cuando así le convenía a Pame, ella era la primera en la generación de los bisnietos.
En un momento dado el mismo Pócolo se dio a la tarea de ensartar en unas varas que nadie supo de donde las había obtenido, dos o tres bombones que sacaba de un a bolsita que a la vez estaba en una especie de mochila que colgaba de su hombro derecho.
El viento propio de la hora se encargaba de avivar el fuego y las llamas se elevaban por encima de cualquiera de los inesperados invitados dejando en lengüetas color naranja pavesas que se dispersaban en alegre danza dejando de brillar a lo alto en la oscuridad. Las mismas llamas iluminaban los rostros de cada uno de nosotros y las sombras propias dibujaban, en ocasiones grotescas muecas y en otras graciosas caras que nos hacían reír a más no poder.
Los bombones nunca se agotaron siendo que al termino de la reunión quedaron esparcidos sobre la mesa que Barkly y otros tres Gnomos improvisaron con unas piedras y tablas que nunca supe de dónde las obtuvieron.
Chellín se dio a la tarea de colocar en una bolsa dichos malvaviscos siendo que llenó hasta tres costales que por ahí encontró.
Pero antes y en el momento en que la luna estaba sobre nuestra cabeza, o como diría Chellín; - En el cenit -, todos los Gnomos encabezados desde luego por Pócolo, empezaron a danzar alrededor de la fogata con un ánimo y una tonada que en menos de lo que pensamos, Pame, Chellín y yo misma estábamos integrados en la misma danza.
Pócolo empezó a desviarse y sin notarlo nos fuimos alejando de la fogata, sin embargo, no dejábamos de estar iluminados con faroles que colgaban de lo alto de unas varas que para tal fin cada uno de los Gnomos llevaba tal y pareciera que a propósito y para tal fin. Dónde las habían obtenido, en ningún momento pude darme cuenta. Brincaban, saltaban, reían, bromeaban y cantaban algo como esto;

Somos duendes
que buscamos el arco iris
y corremos en el desierto
cuidando no espinarnos
con cactus o biznagas
saguaros o lechuguillas

Usamos el rojo
para dar pasión a la vida
y fuego y misterio al amor

El anaranjado
para el sol pintar
y dar alegría a nuestro interior

Con el verde
esperanza damos a los pueblos
a praderas
y a los bosques también

El índigo
nos sirve para cubrir sueños y fantasías
y las palabras a un poeta hacer fluir

Violeta será el camino
que alumbre la falta de amor
la espera del corazón
y la llegada del ser amado

Azul será el cielo
que paz nos dará
armonía y tranquilidad

Amarillo sentimientos de alegría
en nuestro interior,
amarillo como el sol que nos alegra
como el bello amanecer.




Tras de seguir por no se cuanto tiempo, Chellín, Pame y yo fuimos transportados por esa tierra de la fantasía hasta que sin darnos cuenta nos encontramos dentro de . . . ¡Una Gruta!, Si ¡Una Gruta!



Durante el trayecto a la gruta, Pócolo me comentó lo siguiente;
 Hablemos de Gnomos, es decir de nosotros; somos unos personajes conocidos por todos ustedes y estoy seguro que cuando menos una vez en la vida has oído hablar de nosotros en tu incipiente vida. En un principio habitamos en los bosques y desde siempre hemos sido conocidos como. Gnomos.
De baja estatura, armoniosos y encantadores, claro que esto para nosotros; dentro de nuestra comunidad reina la paz entre todos, somos poco sociables con los humanos, aunque en algunas ocasiones nos apetece tener un pequeño contacto con ustedes, pero solo con los jóvenes y sobretodo con los que necesitan estar vigilados y protegidos como es el de Pame, el de Chellín y ahora el tuyo propio, por ahí encontrarás muchas historias y leyendas en las que se narra la historia de una amistad entre uno de nosotros y uno de ustedes, o lo que es lo mismo, entre un gnomo y un humano.
 Somos originarios de Laponia y los celtas y romanos nos adoraban como divinidades minúsculas, ora benévolas, ora temibles. Forjamos las espadas legendarias, como Durandal,

 Espada de Rolado en Oro. Su figura ha pasado a los anales de la historia y de la épica, gracias a la batalla de Roncesvalles 15 de Agosto de 778. Las tropas de Carlomagno, volviendo del sitio de Zaragoza, sufrieron en el paso pirenaico de Roncesvalles un ataque de tribus vascas ayudadas por musulmanes. La estrechez del paso y el peso del armamento del ejército carolingio favorecieron el éxito de la emboscada sobre la retaguardia de los francos.
 En éste trágico episodio murió Rolado, pero la leyenda le hizo pasar a los anales de la literatura como Chanson de Rolado, Rolandstat, Orlando Furioso, etc. como el paladín, que con su espada mágica regalo de su señor Carlomagno, y con el cuerno "Oliphant" se enfrentó a 100.0 sarracenos. A golpe de espada abrió un paso entre las montañas pirenaicas que aún hoy se llama "Bréche de Roland" o “Brecha de Rolando”.
 También forjamos “Excalibur”

 Arturo, criado como el hijo de Antor o Néstor y el hermano de Kai, no podía sospechar que era el verdadero hijo del rey Uther y la bella Ygerne, en otras palabras, el legítimo sucesor de la corona británica. Pero Merlín, quien lo había visto convertirse en un apuesto y valiente joven, tenía preparada una especial sorpresa.
 En la cima de un cerro que lindaba con un bosque apareció una espectacular espada, cuya empuñadura cincelada en oro fino refulgía con miles de colores, hundida hasta la guarnición en un yunque de hierro, el que se encontraba sobre una grada que parecía ser de mármol y que a su vez estaba sobre una gran piedra cuadrada. Era la legendaria Excalibur. La espada del rayo, “la que corta con dureza”, en bretón Kaledvoulc’h, en galés Caledfwlch, en gaélico Caladbolg, latinizado por Godofredo de Monmouth “Caliburnus”. Es decir, la espada del rey Nuada, galés Nudd “el de la mano de plata” en las antiguas tradiciones insulares. Aquella espada que los Tuatha Dé Dañan, Clanes de la diosa Dana habían traído de las tierras del norte junto con la lanza mágica, la piedra del destino y el caldero de la abundancia, atributos que también pueden encontrarse en el ciclo del Grial. Según otros autores se trata de la espada invencible del gran Lugh, quien había descendido del cielo a la tierra para luchar contra los gigantes invasores formoré, literalmente “gente que habita bajo el mar”, llamados “goemagog” en el ciclo artúrico. De cualquier modo constituye un claro componente druídico de la leyenda, la espada de la soberanía. La gente del pueblo se congregó en torno al prodigio y allí vieron aparecer una inscripción que afirmaba que quien retirara la espada del yunque sería el futuro rey. Entonces el joven Arturo, casualidad tras casualidad, tomó sin dificultad el arma ante el asombro de todos. El arzobispo cumplió entonces con la promesa de otorgarle al ganador la corona del reino, siendo aplaudido por los maravillados habitantes del pueblo. “Sin duda, he aquí otro de los trucos de Merlín”, comentaban algunos, mientras el sabio contemplaba silenciosamente la escena transformado en un discreto mendigo.
 Así es como, dice la tradición, Arturo llegaría a convertirse en el rey de Britania.
 También tejimos los tocados que hacían invisible. Ayudamos a los mineros a descubrir los mejores filones, a realizar tareas domésticas, hemos dormido a los niños y repartimos alegría en las casas. Pero, si nos faltan al respeto, podemos transformarnos en seres malignos y crueles.
 No somos muy dados al relacionarnos con el hombre o las mujeres y no es por temeridad sino por el daño que les han causado a la naturaleza que es por lo que vivimos y protegemos;
Nuestros hogares han sido destrozados y nuestros niños ya no pueden salir a jugar en paz sin que las mamás Gnomo estén preocupadas por la presencia humana, cada vez mas cerca, estrechando el cerco, talando nuestros hogares y destrozando nuestras viviendas, eso nos hace estar enfadados y furiosos y como no como cualquier ser del bosque las consecuencias pueden ser desastrosas.
Vivíamos en las profundidades de los bosques pero nos vimos forzados a mudarnos al interior de la tierra, las cuevas y grutas del bosque donde llegamos a conocer todos los secretos de los metales raros y de las piedras preciosas, también vivimos en una seta o en el interior de los grandes árboles bicentenarios, Robles, Abetos pero cuando estos empezaron a escasear nos vimos forzados a buscar otro refugio así que encontramos a nuestros amigos, los saguaros que hoy por hoy es nuestro lugar preferido para fijar nuestra residencia.
Algunas ocasiones y por temporadas vivimos también en las profundidades de las cuevas o de las grutas alejados de cualquier peligro, en donde la hierba y la vegetación son terreno virgen e inexplorado por los humanos.
Cuenta la leyenda que si alguien logra ver a un Gnomo, cosa que es muy difícil a no ser que nosotros mismos lo permitamos, podrás apreciar destellos de luz muy fuertes y brillantes, si sigues esos destellos hasta la gruta y te introduces en ella siguiendo a un gnomo ¡Cuidado! Será muy difícil que logres salir y mucho menos encontrarás el final de esa cueva y los gnomos que habitan en ella.
Estas grutas son un arma de doble filo, a la entrada de la cueva verás todo con una inmensa claridad, al juego óptico te parecerá que ves el final y que su interior hay iluminación que te permitirá ver a tu alrededor y por donde vas posando tus pies, pero la realidad es bien distinta, muchos de los que se han atrevido a entrar nunca nadie jamás los ha vuelto a ver salir; Así que trata de transmitir este consejo; no nos molesten y nos fastidies, no nos gusta ser observados, así que si por descuido de alguno de nosotros alguien nos llega a ver mejor será que nos deje seguir nuestro camino y más les vale que no se interpongan en nuestro camino y mejor que prosigan su camino y todo terminará en paz.
Mientras Pócolo contaba estas historias, Lian lo seguía sin dar el menor asomo de cansancio o de aburrimiento sino por el contrario ya que a cada momento se mostraba más y más interesada en los relatos de tan amena charla.
Cuando llegaron por fin a una amplia sala dentro de la gruta los gnomos que los seguían se fueron sentando formando un gran círculo.
Por ahí estaban;
Luca, cuidador de las plantas.
Jhony, protector de los trabajos.
Cheko, una especie de caudillo que concede todos los deseos.
Mariana, dedicada a los pedidos del amor.
Armand, protector del dinero.
Ana-Pau, que vela por la salud, el dinero y el amor.
Miguel, protector de los niños.
Diego, duende de la abundancia.
Mateo, encargado de cuidar la salud.
Ma-Jo, protectora de toda la naturaleza.
Inés, que otorga bienestar y armonía.
Johana, protege los sueños de los niños.
Elo, productora de sonrisas

Todos cantaban a una sola voz;

Una Luz nos faltaba
y ahora ya llegó
esa luz Lian se llama
y ahora serán tres.

Al termino de ese coro que se prolongó por varios minutos, Pócolo retomó la palabra y prosiguió con su relato;

 Cuenta alguna leyenda, que en Irlanda, muchos hombres se introducía en busca de tesoros, que decían que estaban escondidos en esas grutas, nunca nadie a conseguido ver esas maravillas, ni tan siquiera llegar a ver tan solo una moneda de oro.

 Dicen que allí se encuentran los tesoros mas apreciados y más buscados del mundo, aquellos cofres llenos de piedras preciosas (de los que tanto se han hablado y tanto han buscado, ya que dicen que somos los gnomos, los grandes conservadores de estas piedras tan apreciadas por los humanos), monedas de oro, anillos, grandes medallones, coronas engarzadas con hermosas decoraciones, copas de oro y todas las maravillas de los tesoros más mágicos y más encandiladores que nunca jamás os pudierais imaginar.


 En las antiguas comunidades se hablaba y se rumoreaba acerca de estas historias, pero la verdad es que nadie intentó nunca entrar en algunas de sus cuevas, a nosotros no nos llaman la atención los tesoros que pertenecen a otros, por supuesto hay que respetar las zonas que ya están habitadas, eso sería una invasión y en nuestro reino nos regimos por la paz, el amor y la amistad; Así que por tanto nunca nadie ha visto esos fabulosos tesoros, aunque por ahí se rumora que hemos conseguido todas esas tantas riquezas juntas porque nos hemos dedicado a robarlos durante años y años para esconderlos en grandes cavernas y porque dicen que somos los mejores y más adecuados para guardar las riquezas del mundo en nuestro reino.
Los gnomos, generalmente vivimos alrededor de 600 a 800 años y tenemos alma, nuestro estado de madurez nos llega a una edad muy temprana, por tanto pasamos la vida disfrutándola más rápido y envejecemos también mas rápido, comenzamos a tener arrugas y una barba larga, aunque no todos tenemos la barba a la misma altura, unos la tenemos más larga y otros más corta e incluso varia el color, los mas mayores tienen su barba gris y los mas jóvenes la tienen aún blanca, conforme van haciéndose mayores se va oscureciendo.
La edad en la que un gnomo comienza a adquirir su madurez, es aproximadamente cuando cumplimos los cinco años de edad más o menos. Somos seres que solo tenemos una esposa y también solo tenemos un hijo en nuestra larga vida; aunque en algunos casos especiales alguna gnoma ha tenido dos o tres gnomitos, pero es muy muy raro que esto suceda.

 Los que ya son demasiado mayores permanecemos casi todo el día tumbados y relajados contemplando a los pequeños que no paran de moverse, de jugar y de reírse sin cesar.
Los mayores de la comarca para desplazarse de un lado a otro casi siempre vamos acompañados por nuestro fiel acompañante, el bastón, fabricado con las ramas de los árboles, perfectamente preparados y limados por los gnomos carpinteros que han elegido ese oficio y que cuidan muy bien a los ancianos, para que no se claven ninguna astilla y para que se sujeten en el bastón y no se resbalen les untan un antideslizante que ellos mismos fabrican a base de unas hierbas y raíces machacadas con unas semillas que solo ellos saben hacer y encontrar en el bosque, ya que somos grandes conocedores de las plantas y sus contenidos medicinales, sabemos todo tipo de recetas y como realizar los hechizos, conocemos todos sus secretos y somos agradables amantes de la magia, sabemos todo acerca de todas las raíces del bosque, las praderas y los desiertos y por supuesto somos expertos en saber para que sirven, como utilizarlas y que palabras decir para que la magia funcione un cien por cien.


 Incluso hay algunas historias en las que cuentan que un hombre fue al bosque buscando a uno de nosotros para que le explicara y le dijera la forma en la que pudiera salvar a su mujer, el gnomo, que era un ser anciano y casi sin fuerzas, pero muy muy sabio, como todos los gnomos ancianos del bosque, se apiadó de este hombre ya que vio en su mirada que le decía la verdad, decidió acompañarlo, cuando ya estaban en su casa realizó unos cuantos rituales, en un tono bajito y pronunciando unas palabras mágicas a la misma vez que se introducía su mano en el bolsillo de su chaqueta, para sacar unas raíces marrones llenas de tierra, pero esa tierra era rara, una arena que nunca antes había visto nadie, era especial, muy pringosa muy extraña, como si fuera gelatina mas o menos, el caso es que ese gnomo consiguió salvar a esa mujer y devolverla a este mundo, cuando ya tenía mas de medio cuerpo en el otro, ese hombre estuvo eternamente agradecido a ese gnomo, y se dice que iba siempre una vez a la semana al bosque en donde se encontraba con su gran amigo, con el que charlaba y pasaba largas horas en completa armonía entre un hombre y un gnomo.
Nuestro sentido auditivo no está tan desarrollado como el humano, es mas, nuestra capacidad es muy inferior a la de cualquier ser del bosque, somos ágiles en nuestros movimientos, rápidos y poco vistosos, adoptamos el aspecto que queremos y como queremos para pasar desapercibidos ante los humanos, ya que no es por nada pero la verdad es no somos, somos enemigos de todo lo que represente la buena voluntad y el bien, no somos del todo seres buenos ya que no soportamos ni aceptamos la bondad, aunque siempre ha habido alguno que ha sentido curiosidad por los humanos, solemos cansarnos muy rápido cuando hacemos de las nuestras, moviendo los objetos, ruidos raros ya que la verdad eso les sale mejor a otros seres mágicos, Los Enanos pero la verdad es que no nos llevamos bien con ellos
El cansancio por fin hizo mella en Lian ya que a demás no acostumbraba ese tipo de actividades y sí bien parecía una autentica partícula atómica moviéndose alrededor de su bien equipada cocina, esta caminata nocturna había sido otra cosa.
La luz crepuscular matutina fue colándose por una grieta y dio de lleno en sus ojos que de momento la deslumbró.
Sin poder abrir completamente los ojos, empezó a escuchar una voz lejana en un principio que fue creciendo hasta que se convirtió audible;
 Lian, Lian, despierta ya es hora de explorar un poco este desierto.
 Lian, te quedaste dormida pero ven que te he preparado un atuendo que te convertirá en la envidia de la “Moda Desértica”
 ¿“Moda Desértica”?
 Si, es el nombre de mi próxima pasarela.
 No está mal, es más te ofrezco que yo me hago cargo de los bocadillos que ofrecerás en el cóctel
 ¡Acepto!
 Ja, ja, ja
Rieron Pame, Chellín y Lian mientras en lo alto de un saguaro Pócolo mesaba su larga barba gris y se repetía;
 ¡Oh no, ahora son tres!

Febrero de 2010