Es tarde, como siempre tarde.
Como única música de fondo el tic tac de mi reloj, ese que cuando caigo en el sueño me acompaña.
Estoy triste, realmente triste. Fácilmente podría llorar, pero me resisto, no quiero seguir siendo la victima, aunque sé que sin lugar a dudas lo soy.
Se escapa de mi vida, sí es que en algún momento lo estuvo. Aún escucho su risa, hace eco en mi corazón, no quiere perderse en el silencio.
Partió en busca de su amor, y yo como siempre quedé esperandole, callada y triste. A fin de cuentas sola. Tremendamente sola.