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Es un espejo

Cada día, sin horario fijo porque Olga no trabaja fuera de su casa, pasaba por la “casa azul”, yendo a comprar la comida del día.
En realidad, sólo las molduras eran azules, aunque el sol de la tarde las había virado al celeste sucio. El resto parecía haber sido pintado de gris pero por las mañanas “azuleaba” a la sombra de los ficus cada vez más frondosos de la vereda. No le gustaba esa casa pero tardó en descubrirlo, hasta que notó que cruzaba la calle para no pasar por ahí.
Comenzó a preguntarse quien viviría en ese lugar. Las persianas permanecían cerradas pero las plantas de los balcones franceses estaban lozanas, alguien debía regarlas.
Nada de esto comentó en su casa. Su nuera sólo parecía atenta a sus propias preocupaciones cotidianas y, cuando le dejaba los niños por las mañanas, antes de irse a trabajar, ya parecía estar en otro lado. De su hijo mejor no hablar porque nunca se mostró dispuesto a escucharla.
Una noche descubrió que se había quedado sin leche. Alisó sin pensarlo demasiado su pelo canoso y salió, apurada, antes de que cerrara el almacén.
Dobló, cabizbaja, y recién descubrió en mitad de la cuadra que las ventanas de la “casa azul” estaban iluminadas. Tuvo ganas de volverse pero le dio vergüenza. Desde la vereda de enfrente, aminorando el paso, miró sin disimulo. Una silueta pequeña se recortaba en el balcón con una regadera en su mano derecha. La luz venía de atrás y Olga notó el pelo alborotado en un cráneo casi desnudo. -Un viejo, pensó. O quizá una vieja, quien podría adivinarlo desde la oscuridad de la otra vereda.
La mano parecía temblorosa pero la mirada que se detuvo en Olga no tenía nada de vacilante. La escrutó atentamente. Como si la conociera. Parada en la otra vereda la mujer sintió que la calle era poco espacio para liberarla de la parálisis de esa mirada. Es un espejo, pensó. No sabía que quería decir pero sabía que estaba en lo cierto.
Al otro día, a las diez de la mañana, tocó el timbre de la “casa azul”. Una amable anciana le abrió la puerta y la saludó como si fuera una amiga de toda la vida.
Datos del Cuento
  • Categoría: Sin Clasificar
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