Se ha encontrado un nota, no muy extensa, bastante escueta, casi escrita a modo de cuento muy pequeño porque tiene su principio y, sin saberlo, llevaba implícito su final, no parece ser ningún cuento:

Parece la escribió una mujer:
Hoy he estado conduciendo todo el día, de aquí para allá, sin saber muy bien hacia dónde ir. hoy llevaba la calma por dentro, llevaba dulzura en la mirada, en los labios. Me he mirado en los espejos, en los cristales de los coches, en los escaparates, de arriba a abajo varias veces, sin saber muy bien porqué me he acariciado a mi misma, todo muy extraño. No había nada especial en mi o tal vez todo, sé que no puede ser, sé que la vida no planifica tan alto ni insta con tanta vehemencia, todo tiene que ser más sencillo, más compartido, pero hoy. he imaginado que estabas dentro de mi y en esos instantes me he dejado llevar, me he sobrepasado a mi misma en la virtud, me he mirado desde arriba, me he sentido bella, me he sentido querida, hoy fue algo especial, aún si cabe más sereno, con más calma, hoy todo vibró pero nada me hizo temblar. Esta tarde he leido tu mensaje lo hice a escondidas, como todo lo que hago contigo y noté entre tus letras la impaciencia de tus ojos por la distancia, la tensión, he de escribirte, he de calmarte, he de decirte que nada es, tal vez sea cierto y nada sea, sé que debo escribirte pero hoy, es todo tan hermoso, tal vez espere a mañana, tal vez ya no haga falta decir nada y la vida me despierte en la realidad de que nada es, pero si no fuera así, mejor espero, sí, mejor, si he de hacerlo, ya te miento mañana, he de esperar, tiene que llegar otra realidad, no quiero que sepas nunca de qué manera tan extraña, llegaste a meterte en mi alma.

11 de mayo - 2003