Recuerdo que ese cuadro lo tire después de saber la verdad, nunca más lo volví a ver, ni deseo verlo. Ese cuadro, lo recuerdo perfectamente. Todas las noches me atemorizaba sin poder dormir. Lo tenía en mi pieza, al lado de mi armario. Todas las noches la nena de ese cuadro gritaba sin cesar. Algunas veces se quedaba gritando hasta el amanecer. Nunca paraba. Sus gritos eran ensordecedores. En ese cuadro se dibujaba una casa bastante grande. De esa casa una nena con rizos totalmente rubios salía todas las noches de una de las ventanas y gritaba, gritaba sin cansarse nunca. Hasta que un día me animé a mirar el cuadro durante que la nena gritaba. Estuve como 2 horas sin que pasara nada, hasta que detrás de la nena apareció un hombre bastante adulto vestido de negro. Levantó un cuchillo y se lo clavó por la espalda hasta que la nena paró de gritar. Luego de unos días fui a la policía y pregunté si alguna vez hubo un caso de asesinato de una nena. Me dijo que sí y me mostró la casa en la que la nena se había muerto. Era la misma que la casa del cuadro. Después le conté al policía todo lo que pasaba con mi cuadro y me explicó que la nena busca justicia y por eso todas las noches me gritaba a mí para que la viera cuando ese hombre la asesinaba.
Unos días después, antes de tirar ese cuadro, recuerdo que se me cayó de la pared y vi que en el marco del cuadro había un papel que decía con letra borroneada: “Un hombre me esta amenazando todos los días con que quiere matarme, por si me llega a asesinar les quiero decir que su casa queda a la vuelta de la mía.”
Ese mismo día a la tarde fui de nuevo a la comisaría y le pedí la dirección de la casa de la nena. Luego me la dio y yo fui a la vuelta de la casa de la nena. Anoté la dirección de la casa del asesino. Después volví a la comisaría y lo denuncié.