Me levanto como todos los días, coloco el hervidor para mi ansiado café negro, miro por la ventana para ver cómo está el día; lloviendo torrencialmente y muy gris, la humedad traspasa las paredes empañando los vidrios.

Instintivamente paso mi mano sobre el vidrio, es en ese momento que lo veo. Asustada corro por el pasillo tratando de llegar a mi dormitorio, me resfalo una y otra vez; el miedo me petrifica y entorpece mis movimientos.

Al fin llego; me tumbo en la cama para alcanzar mi cámara fotográfica que está en mi mesa de luz,
rápidamente me deslizo al suelo y gateando muy lento me acerco a la ventana de nuevo.

Transcurrido todo ese tiempo, el vidrio nuevamente se ha empañado por la humedad del ambiente y el vapor generado por el hervidor de agua. Mis manos tiemblan, no me atrevo!. Que pasa si está ahí de nuevo?, mirándome fijo con sus enormes ojos rojos destellando fuego.

Mi respiración se acelera hasta sentir una opresión en el pecho. ¡Mi mente exclama; No. Nooo .. debes tranquilizarte primero!. Paso siguiente preparo mi taza con el café hirviendo. Lo bebo lentamente con sorbos muy pequeños entrecrusando mis manos para calentar mi cuerpo.

Ya han pasado diez o veinte minutos de todo ésto, quizás ya no esté; y me he perdido la oportunidad de mi vida. ¡Soy periodista!, me han enseñado por años que la oportunidad se da en un par de minutos, luego se esfuma.

¿Pero que estoy haciendo?, ¡levantate de una vez y mira!.

¡Ohhh, no!... ya se fue.

Mi mente reacciona, ¡ vistete!.. sale y búscalo.

Recorrí todo el lugar búscando alguna pista, pizadas, plantas rotas; algo que no estuviera en su lugar, sangre que se yo.

Fue inútil., no había rastro alguno. Tenía sólo en mi memoria esos ojos.

Todo volvió a la normalidad, días rutinarios sin emoción alguna.

Mis vacaciones ya terminaban, cuando un sábado en la noche., también de lluvia se siente un ruido. A lo minutos siguientes un maullar, y segundos después razguños ensordecedores.

Esta vez sería diferente, tenía todo a la mano. Corrí hacia la puerta trasera, caminé lentamente en la oscuridad de la noche hasta llegar a la entrada principal.

Traté de no emitir ruido alguno; pero mi pijama se enrredó en un rosal, razgándose por completo. Sin darme cuenta estaba desnuda deslizándose la lluvia por mi cara, luego mis pechos y caderas.

El viento alborotaba mi pelo, no visualizaba nada. Unos segundos después, rodaba por los suelos hasta llegar al arroyo.

Inconciente unos segundos, abro mis ojos. Y ahí estaba sobre mi cuerpo. Se sentía su respiración sobre mi cuello, su cuerpo ondulante y tivio sobre el mío.

Trate de moverme, pero no pude. Asujetó mis manos fuertemente mirándome a los ojos.

Ahí.. estaban.. esos ojos.. rojos... que me himnotizaban. Sin darme cuenta, mi cuerpo se encendía cada vez más; siguiendo el compaz de sus movimientos. Mezclándose sus gruñidos y mis gemidos que se llevaba el viento.

Siento un ruído.. que es.....?

Oh.. cielo... el despertador... son las seis.., debo levantarme para trabajar.

¿Donde estoy?, ¿Porqué está mi cama mojada y desordenada ?.

Ahhh.. ya sé.. nuevamente estoy soñando..., espero después.. recordarlo.