(Este poema es de Julio Mariscal Montes; poeta andaluz un poco olvidado y lo transcribo para Angel Felix agradeciéndole sus amables versos de elogio a mis cuentos. Ojalá yo pudiese escribir poesía)

FINAL

Porque sé que estoy solo,
que tú y aquel y el otro no vais conmigo,
ni estais en mí siquiera.
En la inmensa
noche del mundo Dios marcó unos surcos,
repartió unas parcelas de destino
y a mi me tocó ésta
de mirar hacia atrás y no ver nada,
de enderezar los ojos al camino
y no encontrar más luz que piedra y piedra
y más piedra aún
donde no ajuste el pie y el cuerpo dance
en un triste milagro de equilibrio.
Y yo sé que estoy solo, y sin embargo,
creedme si queréis, no lo siento
porque es mejor estar con uno mismo,
asido a sus pasiones, sus recuerdos,
su loco corazón acribillado
por la ausencia mortal de algún humano
que tender hacia otro cinco dedos,
carrusel de mentiras.
Los cinco dedos con que ahora escribo.