Hay una frase en los límites de una esperanza que resumiéndolo todo pega tan dentro, tan dolida, que no consigo extraerla de mi cuerpo. Se ha quedado alojada entre el pecho y el corazón, no late ni respira, solo se mantiene ahí como vigía de mis emociones.

Y cuando tengo ganas de llorar, cuando las lágrimas acuden a mis ojos, las palabras de esa frase se aprietan por dentro, se clavan, se hunden y todo sangra y ya no lloro solo guardo silencio contenido, la leo de nuevo y no acierto a comprender qué enorme mal hice para que haya salido de sus manos a mi corazón por dos veces en un año una frase tan escasa de buena voluntad, tan hiriente por estar tan herida.

Es una frase que oprime el ánimo, que desgasta la luz de una verdad, es una frase que dicta sentencia sobre una condena sufrida en meses, presagiada en años, es una frase que lo mismo deja destrozado un pequeño fin de semana que toda una extensa vida.

Sus letras invariablemente se lanzan sonaras y plenas de significado como cuchillos a mi inteligencia. Más que una frase diríase que es una línea herida, una brecha en la conciencia, un golpe preciso al ánimo, a la inocencia, a la ingenuidad de creer que en una persona vale todo lo que te diga si lo dice con dulzura.

Pero no es cierto, no vale todo.

Esa frase está tan enmohecida, tan llena de viejas circunstancias que solo volver a pronunciarla me duele, me duele tanto, que no consigo extraer de mi repertorio de hermosas palabras una que la ahogue y la convierta en sonrisa, que la sumerja en vocablos más apropiados al momento en que apareció... esa frase... me hunde, me deja caer al abismo de todas las palabras.

Podría deciros mi frase, la que me regalaron a mi, pero estoy segura todos tenemos una frase herida en nuestro corazón, un no te quiero, aléjate, vete de mi vida, ese tipo de cosas que se nos clavan por dentro y nos brotan en lágrimas muy lentas por las mejillas.

Pero mi frase no alcanza la madurez de ninguna de esas, para mi, mi frase es más profunda y no sé qué daño pudo transportar, no sé qué daño pudo quedar impregnado en ella por dentro que he pasado todo un día con los ojos enrramados tratando de que nadie viera mi tristeza. Esa frase llegó hasta mi como respuesta a una pregunta concreta que no tuve intención de hacer como tal, pero llegó con fuerza, a su hora y ahora la mantengo instalada junto a otra frase que me envió la misma persona hace seis meses y al lado, junto a esas frases, lo que él no sabe es que he instalado la frase que una amiga suya me regaló hace ya tres años y observo con tristeza que las tres frases llevan la misma rabia herida... son la misma.

A veces observo las tres frases juntas y... parece que bailan divertidas.

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Os deseo que haya personas en vuestra vida que por respuesta a vuestros detalles, por vuestra fidelidad, cariño, respeto y confianza... por ser como sois y por no pedir nada a cambio os llamen como mínimo... BUEN AMIGA/BUEN AMIGO.

Cuesta mucho encontrar a un buen amigo, pero una vez encontrado, qué poco cuesta conservarlo como si fuera el mayor tesoro que te puede regalar la vida.

Os lo desea de corazón Lágrima Azul.