Hoy ha vuelto a renacer en mi memoria. No soy partícipe de verte como una especie de mago destructor que llegó a mi vida, hechizando mis ansias y colmándome de anhelos. Simplemente trato de pensar en ti como el ser simple que fuiste, con errores y aciertos. Pero lamentablemente los primeros pesaron sobre los últimos y aquí me encuentro, en la búsqueda de explicaciones tardías. Ya de nada han de servir, ¿verdad? Aunque sería grato a mis oídos hallar respuestas a miles de preguntas que me invaden en días como el de hoy.
Me cuestiono muchas de las actitudes que tuve frente a tus actos. Sé que no soy perfecta, ningún ser es perfecto... pero, tampoco comprendo tanto daño. Para ser sinceros me veo en la libertad de plantear y reprochar porque he sido la persona estafada en nuestra relación. Los años se han sucedido y jamás pudimos sentarnos a conversar sobre lo ocurrido. Tal vez sea el momento oportuno, este momento en que tu imagen se ha hecho tangible ante mí.
Me propongo aclarar mis dudas, darte la posibilidad de que expliques tu proceder y aquietes mi espíritu.
Fui un material maleable para ti, fui una especie de cántaro vacío que debías llenar, me deje arrastrar por mi ingrata creencia de que sólo buscabas lo mejor en mí, cuando en realidad solo tratabas de llenarme con lo que esperabas de mí. He tratado de justificarte, pero ahora tú deberás justificarte a ti mismo, porque mis justificaciones no te dejan bien parado frente a mis ojos.
Pero callas. Claro, ¿qué podrías decir? No hay nada que pueda justificarte. Sólo podrías hallar una explicación basándote en tu egoísmo y tu propia fortaleza que se alimentaba haciendo parecer débiles a los otros. Supongo que aún hoy te manejas de la misma manera, los hombres como tú no aprenden. ¿Sabes por qué? Primero porque creen por sobre todas las cosas ser dueños de una verdad que defienden con miles de argumentos que pueden hacer tambalear las creencias más arraigadas. Segundo porque priorizan sus sentimientos antes que los ajenos y creen que su manera de alcanzar sus metas está justificada, porque se consideran seres superiores en todo sentido y tercero y último, antiguo amante mío, porque tienen la facultad de percibir las debilidades y utilizarlas para afianzar sus fortalezas.
Hoy sé que detesto a esta clase de ser humano a la cual tu perteneces y aunque no debería encasillarte, debo hacerlo. Es la única manera que tengo de justificarte y entenderte. No podías actuar de otra manera ante mí. La esencia que contienes te imposibilita evitarlo.
Lamento haberlo descubierto tan tarde,cuando ya me arrebataste la creencia en el amor puro, en el amor que acepta al otro tal cual es... sin creer, que el otro es una jarra vacía, que hay que llenar, para transformarlo en un ser mejor frente a nuestros ojos.
Pero no te impacientes, algo debo agradecerte... me enseñaste a ejercer una debilidad sometida... que a pesar de todo no pudo con mi fortaleza, ya me ves, he podido contra ti y contra lo que habías hecho en mí. Hoy me considero una mujer entera. Una mujer fuerte. Plena. Llena de ansias y sueños. No más un cántaro vacío. No más una tabla rassa. No más lo que otros pretendan de mí. Sólo yo, como soy, frente a ti... frente a todos.