Busqueda Avanzada
Buscar en:
Título
Autor
Cuento
Ordenar por:
Mas reciente
Menos reciente
Título
Categoría:
Cuento
Categoría: Sin Clasificar

Fue un equivoco

Aquella tarde, Mario intentaba recordar los dí­as felices de su niñez. Habí­a sido un hijo muy deseado,único varón de cuatro hijos.
Tuvo la desgracia de perder a su padre cuando tení­a tres años.
La madre, mujer de carácter fuerte, luchó para sacar a sus hijos.
La falta de la figura paterna lo marcó bastante en su vida.
La madre querí­a que hiciera carrera, pero él en aquellos momentos optó por hacer unas oposiciones y se colocó en el Estado.
Era hombre de pocos amigos, pero le gustaba pasárselo bien.
Tení­a miedo de enamorarse, al fin encontró la mujer de sus sueños, en corto plazo se casó.
nacieron dos hijos de su matrimonio,
su padre los adoraba, se consideraba buen padre,
su defecto eran las mujeres, les gustaban demasiado.
Siendo sus hijos pequeños fue infiel, su mujer se enteró y lo echó de la casa, tuvo que irse a una pensión.
¿Cuánto tiempo estaría allí? lo desconocí­a.
tení­a que refrexionar para conocerse así­ mismo.
Los meses que estuvo apartado de sus hijos le afectó. Su mujer le privaba de ellos, así­ se vengaba,querí­a que sufriera.
Con el tiempo obtuvo el perdón y regresó de nuevo a su casa. Ella no apartaba de su mente la traición, echádoselo a la cara cada vez que podí­a,
insultándolo delante de quien fuera.
Ël se sentí­a muy mal y procuraba pasar el menor tiempo posible junto a ella.
Cuando salí­a de trabajar se metía en el café de la esquina, para matar las horas.
Un dí­a, vio una mujer solitaría que siempre estaba sentada en el mismo sitio, tení­a un bolí­grafo en su mano, escribía, Mario se fijó en ella pero no le dijo nada aquel dí­a.
Al volver la tarde siguiente la encontró en el mismo lugar, se acercó, la miró ella le sonrió, él
le preguntó si podí­a sentarse, Merche lo invitó para que se sentara, hablaron un rato, al marcharse ella le dio una nota, él la metió en el bolsillo. Cuando llegó a su casa el teléfono sonaba intensamente, él con mano temblorosa lo descorgó, escuchó la voz de Merche le preguntó si habí­a leido la nota, le dijo que sí.
tenían que encontrarse en el sitio indicado.
Laura lo encontraba cariñoso, cosa extraña en él,
desde su primera traición cambio totalmente.
Le dijo a su mujer que un cliente lo reclamaba.
Laura recelaba algo, cogió su coche y lo siguió, persiguiéndolo hasta que llegó al sitio, sorprendido en fragante, la escena difí­cil de describir, esta vez ya no serí­a perdonado.
Tuvo que irse de su casa.
Merche era una mujer ambiciosa, sólo buscaba su estabilidad, como ladina que era, quiso tener un hijo con Mario. Ël no querí­a divorciarse por sus hijos y dejó pasar el tiempo.
Merche, mujer calculadora, no paraba de pedirle que se casara con ella, pero él se resistió,
su espí­ritu se resintió y enfermó.
Fue ingresado y vio el abandono de Merche, lo único que querí­a era morir y lo consiguió
La historia se repitió, dejó a su hijo de tres años huerfano.
Al pequeño no le faltó el apoyo de sus hermanos que le llegaron a querer, Merche se quedó libre, en su corazón no se veí­a dolor.
Datos del Cuento
  • Categoría: Sin Clasificar
  • Media: 5.48
  • Votos: 157
  • Envios: 0
  • Lecturas: 4735
  • Valoración:
  •  
Comentarios


Al añadir datos, entiendes y Aceptas las Condiciones de uso del Web y la Política de Privacidad para el uso del Web. Tu Ip es : 3.135.192.185

0 comentarios. Página 1 de 0
Tu cuenta
Boletin
Estadísticas
»Total Cuentos: 21.638
»Autores Activos: 155
»Total Comentarios: 11.741
»Total Votos: 908.509
»Total Envios 41.629
»Total Lecturas 55.582.033