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Glamour

Un buen amigo me ha dicho que están comentando de mí que tengo glamour. No entendí esa palabra y estuve preguntándosela a varias personas. Al final de esta pesquisa, me di cuenta lo que ellos veían en mí. Creo que ven una especie de elegancia, de gracia, encanto en mi camino por la vida. Supongo que esto es un poco exagerado, pero eso me dijo mi amigo: glamour.

Continúo escribiendo diariamente, me gusta hacerlo. He aprovechado que tengo las ganas de hacerlo. Me hace mucho bien. Confesaré que sigo leyendo mucho, y con la extraña costumbre de comprar más libros de los que pueda llegar a leer. Inclusive me he comprado libros en alemán, italiano, francés, ingles. Y estoy leyendo estos libros con un diccionario a la mano. Me gusta leer los libros en su verdadero idioma, puedo sentir y escuchar sus voces. Es un don. Siempre escucho la voz del autor que escribe los libros que leo, pero cuando leo una traducción, escucho una voz trocada, como una voz encima de otra. Por eso es que estoy tratando de leer autores en su idioma original. Espero algún día pueda leer en latín... Dicen que es la madre de muchos idiomas, debe ser cierto. Un amigo me contó que el francés es un idioma académico, es decir que fue creado por una academia de una lengua, por eso es que es tan sofisticada, delicada al hablar… como si fuera a romperse, cristalizarse mientras se habla. Mis hermanos hablan todos francés, yo no, solo leo francés. Inglés si lo hablo y leo mas o menos. Alemán, solo con un diccionario. Italiano, estoy empezando. Y el portugués, tan solo lo entiendo y lo leo un poco, aún no tengo un diccionario en este idioma. Tengo dos hermanos que hablan cinco idiomas: inglés, francés, alemán, portugués, español. Me hubiese llegado a estudiar idiomas, ser traductor, eso sería algo que me encantaría hacer, pero ya no me queda mas que unos cuantos años de vida, nada mas, y en esos años prefiero dedicarlos a escribir y leer.

Ayer me compré dos libros: Tácito y Moliere, pero en Aguilar, que es una editorial importante. Su pasta es de cuero y sus hojas son en papel de Biblia y la fecha de su edición es de 1954. Casi tienen mi edad, y aún están allí, bien conservados. Los compré muy cómodos. Los dos por veinte euros, quizá un poco menos. La gente dice que tengo suerte con los libros. Ellos me buscan, así dicen de mí, quizá sea eso el glamour, o por mi glamour es que los libros vienen casi caminando hasta la puerta de mi cuarto. Un amigo me regaló una colección de veinte libros en italiano. Todos estaban en desuso, y sin tapa. Los he mandado a restaurar, eso cuesta caro, pero qué lindo es recobrar libros arrumados u olvidados en una galería o estante de un difunto, para luego, colgarlos en mi galería… quizá eso me ponga mas glamoroso, no sé con certeza.

Ayer casi fornico con una jovencita de 17 años. Dijo que iba a pasar por mi cuarto a la media noche, pero, decidí no abrirle la puerta. No es que no me gusten las chicas, sino que preferí abstenerme de una relación con tanta diferencia de años. Era raro escuchar cómo alguien toca tu puerta a media noche, despacito, con los nudillos de la mano, parada sobre unos pies desnudos, cubierta con una sábana o algo parecido que sobaba la puerta de mi cuarto. No abrí la puerta, pero aún escucho su respiración pegada a la puerta de mi cuarto. Me pegué para sentir su respiración y el nudillo de sus dedos golpeando mi muralla de madera, testigo de un sueño, pasión castrada. No me moví hasta que ella se fue, pero yo permanecí pegado a la puerta de mi cuarto. Más tarde salí y fui caminando hasta la puerta de su cuarto, y me puse a escuchar sus ronquidos o su larga respiración. Era bien larga y sentí cómo su cuerpo se movía entre esas sábanas blancas. No toqué la puerta, tan solo quería devolverle la visita... Estuve así por quince minutos, luego fui a mirar el cielo de la noche y sentí que todo me observaba, como si estuvieran respirando, olisqueando, pegados sobre la ventana de un cielo negro. Quizá sea por el glamour que cargo, no sé en verdad.

Aún no amanece y aún escucho a Bach por la radio de mi cuarto. Me gusta mucho Bach, también el piano de Satie, la voz de Sara Brighman, pero más me gusta escribir y un poco menos, leer…


San isidro, marzo de 2007
Datos del Cuento
  • Autor: joe
  • Código: 18226
  • Fecha: 10-03-2007
  • Categoría: Sin Clasificar
  • Media: 5.32
  • Votos: 185
  • Envios: 0
  • Lecturas: 4570
  • Valoración:
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