Diablo :

1. En la tradición judeocristiana, cada uno de los ángeles rebelados contra Dios y arrojados por Él al abismo.
2. Príncipe de esos ángeles, que representa el espíritu del mal. El diablo




El nuevo universo descansaba tranquilamente entre los brazos de su madre. Al despertarse, siempre después de una intensa lluvia de estrellas, alargo los ojos y esforzándose mucho, consiguió distinguir los brazos de quien le sostenía, la madre.

La madre descansaba cómodamente sobre un lago lleno de luz y color que suspendido entre el espacio, casi inmóvil, parecía recorrer un camino invisible, eterno. La enorme y redonda barriga que sostenía con suavidad la madre, estaba continuamente iluminada por una estrella azul que concentraba en su interior toda su luz.

Y en lo profundo del lago, las luces quedaban atrapadas, se amontonaban y peleaban hasta que una chispa las unía y expulsaba, perdiéndose entre la negra profundidad de lo desconocido, marcando caminos misteriosos, que algún día, algunos hombres lo recorrerán como el fin de sus vidas.

El nuevo universo se despertó por completo, abrió sus grandes ojos azules y saludo a su madre con un tierno y casi infinito abrazo, la miro, se levantó y empezó un largo camino hacia su lugar en el infinito, para empezar a ordenar lo que otros habían desordenado.



Cuando el universo justo acababa de iniciarse como ser eterno e infinito, dos seres nacían, separados por estrellas y galaxias.

Fruto del deseo que habitaba en cada uno de ellos y gracias al siempre misterioso camino del destino, al fin, se encontraron. Las almas gemelas se unieron…y una nueva estrella llamada Flamma nació con ellos.

Pero esta historia acaba de empezar, y como todas las buenas historias de amor, deben y tienen que tener algo trágico y desgraciado.

El tiempo pasó rápido, las galaxias se formaban con sus soles y sus planetas mientras que esas dos almas pasaron a ser el centro de atención de todo el universo. Su luz llenaba cada rincón del universo, concentraba la mayor claridad, hasta los soles mas grandes se acercaban orgullosos mostrando todo su esplendor, pero todos caían en tristeza al ver la madre de todas las luces. Curiosas, incluso las pequeñas estrellas cruzaban largas distancias solo para ver tal espectáculo. Pero toda historia cambia y se transforma en algo horrible de recordar, llego el día en que una de esas almas, simplemente desapareció, dejando medio muerto y enterrado al ser divino del alma rota.

Paso el tiempo y alma rota decidió ir en busca del responsable de su existencia, pedirle explicaciones de lo ocurrido y obligarle a reencontrarse con su otra mitad.

El viaje fue casi eterno, pasando dolorosas noches en memoria de aquellos tiempos de paz y amor. Pero la fe de volver a encontrar esa alma le hacia casi indestructible.

Y llego el gran día, su padre se acerco calmadamente y le mostró todo su amor en un estallido estelar.
Alma rota solo quería ver una única luz brotar de nuevo en el universo, le exigió que le devolviera esa felicidad mostrándole su enorme herida.
El padre alargo el brazo y de arriba a bajo paso su pesada mano por la cicatriz y emocionado le contesto :

‘el destino de cada uno no lo escribimos, nadie es capaz de romper esa escritura ni tan siquiera yo, alma rota’

Alma rota, entre sollozos y gritos, retorciéndose por la arena de la pena, ahogándose en un mar de pesadillas le contesto :

‘Entonces reniego de tu amor, te repudio, porque de nada me sirve si no puedo compartirlo, de nada me complace sentir sin haber visto.’

Y Alma rota se refugio solitario al sur del universo, en un gélido planeta donde montañas, ríos y árboles permanecían inmóviles por el grueso hielo que los cubría, quedándose petrificados, como si de repente una gigantesca ola de hielo las hubiera cubierto conservando intacto su estado original.

Alma rota paso los días moldeando toda la naturaleza de aquel planeta, recordando la figura de su alma gemela, su rostro, su pelo, sus ojos e infinidad de detalles estaban impresos en árboles, rocas, ríos y montañas, todo se fue transformado a imagen y semejanza de su amada.
Cuando ya no hubo más árbol, roca, río y montaña que transformar, decidió refugiarse en la cueva más profunda y oscura de todo el universo.

Allí permaneció casi sin aliento sus últimos días.
La oscuridad que habitaba en él le sobrepasaba y dominaba. Ese tormento de furia y odio hacia su padre le quemaba las entrañas, pero todavía recordaba esa mirada de paz y amor que tantas veces había sentido, su olor, su boca, sus manos, todavía quedaba en él un suspiro de esperanza.

Y lucho ferozmente contra esa oscuridad, derroto uno a uno todos los fantasmas que emergían de su corazón, pero alma rota ya estaba herido de muerte, y un simple segundo basto para acabar con el recuerdo de esa mirada.

Cayó fulminado por el odio, los fantasmas retrocedieron lentamente. Su cuerpo se transformo en una mancha negra, su cuerpo estaba sumergido en el caos, flotaba en él un espiral oscuro y eterno que le guiaba hacia su inevitable destino, porque todavía existía un lugar en él, donde la claridad podía reflejarse, un lugar tan claro como el recuerdo de esa mirada azul.

Alma rota salio de su guarida, abrió sus grandes ojos claros a la salida del primer rayo de luz que cubría aquel lugar. Su alma exploto. Fue una explosión de sombras alargadas y eterna oscuridad, de tales dimensiones fue el estallido, que el mismo sol que le cegó, ahora era una bola negra que no frenaba su deseo de engullir almas perdidas y rotas por el sufrimiento del amor.

Tras la oscuridad de la explosión, muy lentamente, como una gota cayendo por el universo, evaporándose ante la mirada de su padre. Todo rastro de paz y amor, todo recuerdo simplemente desapareció, como su amada, él ahora la seguiría allá donde fuera, porque sin ese recuerdo, alma rota, se suicido.

Tuve que superar el deseo de volver a verte
Destruir gota a gota el pedazo de alma que aun me pertenecía
La oscurecí por completo
Pero todavía restaba una última luz que cubrir
Esos ojos azules que tú tanto admirabas
Salí de mi guarida
Entre las montañas heladas resbale mi mirada hasta encontrarte
Saliste despacio, como siempre
Tu luz me cegó
El calor de tus rayos me atravesó
Fundiendo la última chispa de esa alma
El vacío la devoró y desapareció en silencio

Mi cuerpo cayó por voluntad
Solo quería volver junto a ti
Junto a ti

Pero las heridas eran demasiado profundas
El deseo de vivir desapareció
Rechacé tu ayuda y me perdí entre la oscuridad



No es verdad que las estrellas estén cayendo
No es verdad que haya un amor mayor que el nuestro
Solo son caminos misteriosos que tenemos que recorrer separados
Para que el encuentro sea más eterno


Y rompió lo irrompible, rasgo las cortinas que encerraban el universo y penetro en lo más profundo, atravesó el caos como si fuera humo, atravesó las paredes lisas y firmes de la gran frontera con solo dirigir su pesada mirada de ojos huecos. Eliminó a los guardias que custodiaban un antiguo palacio de algún rey derrotado por su odio. Allí creo su imperio a su imagen y semejanza. Creo altas y poderosas hileras de fuego, queriendo recordar la calida mirada de su amada. Pasaba el día devorando todas esas almas perdidas, esas almas que mueren del desamor, de la pasión, porque estas almas son especiales, porque en ellas no solo habita su antiguo portador, sino su amada y con eso me basto para seguir en recuerdo de aquellos tiempos.

El fuego salto de alegría al verme
Supo reconocer a un emperador y me abrió las puertas a sus secretos.
Me invito a que fuera su rey, su hermano de sangre

Y yo solo pude darle lo único que tenia
Un vacío en mi pecho