Todas las mañanas el pasaba en bicicleta por el mismo sitio, nunca se paraba a mirar el paisaje.

Siempre con prisa, con el tiempo justo al trabajo.
El era profesor de una escuela, de un pueblecito donde toda la gente se conoce.

De esos pueblos donde todavía se hace el pan y los embutidos en casa.
Donde los niños juegan al escondite, y no a las maquinitas.

Lo mas bonito de ese pueblo era que estaba cerca del mar.
Y la gente vivía de lo que el mar le regalaba.

Aquella mañana, pasando por el mismo sitio de todos los días, se puso a mirar el mar y fue cuando vio a lo lejos una chica que el le pareció un angel.

Rubia con el pelo recogido despeinada por la brisa del mar,pero allí estaba sentada en un banco de madera con unas hojas, y escribiendo (quien sabe que).

Como no mirarla, como no mirar una margarita en un jarrón lleno de rosas.

Todas los días el pasaba en su bicicleta por delante de ella con ganas de decirle muchas cosas.
Pero el era tan tímido, que nunca se atrevía, y ella siempre estaba escribiendo.

A veces levantaba la vista y le sonreía.Una sonrisa tan tímida y dulce que cuando se miraban bajaba la cabeza y disimulaba mirando el mar

Siempre que pasaba por donde estaba ella pensaba en lo que le diría.
Pero justo cuando la veía allí, sola en ese banco, con sus hojas escribiendo y mirando el mar pensaba,-no, hoy no, mañana me acercare y le preguntare como se llama.

Los días pasaban y el planeaba lo que le diría.
Pero no podía, la veía y se paralizaba, era como una estrella con luz propia inalcanzable para el intocable.

Un día, se levanto una ráfaga de viento, no se lo pensó dos veces dejo la bicicleta en el suelo y corrió a ayudar a aquella chica que estaba cogiendo hojas por toda la playa.

Entre saltos y carreras pillo unas pocas otras se mojaron en el mar.
De pronto ella se puso a llorar de impotencía y luego a reír, el no podía quitarle la vista de encima y le dijo- no llores si las secas podrás tenerlas como nuevas,(no se lo podía ni creer estaba hablando con ella.)

Ella le miro con los ojos llenos de lagrimas y con una sonrisa (a la vez)le dijo- bueno es dificil esto, pero si no fuera por el viento, tu nunca te habrías atrevido a decirme nunca nada.
Porque tú eres un chico muy tímido así que aunque lamento que mi trabajo de un mes esta en el mar.
Tengo que agradecerle al viento que tú y yo estemos hablando.

El no podía creer que ella todos estos días había estado con ganas de hablar con el.
Era increíble que idiota, todo por esa timidez, y el tiempo que habían perdido.

-Bueno y aparte de escribir que ya veo que te gusta ¿como te llamas? .
Ella mirándole a esos ojos azules le dijo - yo ANA ¿y tu? - yo MIGUEL.

Y allí sentados en la orilla de la playa recogiendo las hojas escritas de Ana estuvieron hablando hasta bien entrada la noche.



Si no te mojas no aprenderás a nadar.
En el amor pasa exactamente lo mismo
El tiempo pasa y ese tiempo esta perdido.
¿Porque perder tanto tiempo?.
LA TIMIDEZ ES UNA CORAZA QUE NOS PONEMOS PARA OCULTAR AL VERDADERO YO.



Lucy-a
Lucy-Ana