En el año 217 de la era de las estrellas, la Madre concibió un hijo que creció fuerte y fue educado por las Musas en las entrañas del Bosque, en el claro donde los hermanos de la Madre habían sido quemados vivos por sus pecados.
En 240 el Hijo arrebató la espada de las Tres Hojas al Ogro que vivía en la Montaña Oscura, y lo mató. Bebió su sangre y entonces pudo comprender el lenguaje de los árboles.
En la segunda noche sin luna de octubre domó al unicornio que había estado aniquilando a los ciudadanos del este, y a lomos de él regresó a casa, donde yació con una mujer de su linaje y la tomó por esposa.
Dos niñas le dio ésta, y el Hijo escapó al Bosque para sacrificar un cordero en honor a la Fortuna.