Juan,hijo del herrero del pueblo,estaba asomado a su ventana,esperando que se hiciera de noche para ir a visitar a su amada Inés.Desde la ventana se veía la plaza del pueblo,llena de niños que no paraban de jugar;las distintas tiendas y las montañas que lo rodeaban.Éste era un pueblecito pequeño,rodeado enteramente de montañas,con un lago con muchos peces,pero tenía un inconveniente,estaba perdido en un valle desconocido.Sus habitantes vivían de los oficios básicos:Casa,agricultura,pesca,ganadería y la venta de éstos.El único contacto que tenían con el exterior eran los mercaderes.Sólo venian dos veces al año,en primavera y en invierno,y se quedaban una o dos semanas para descansar,comprar provisiones y vender cosas extravagantes,como un abrelatas,"¿Qué demonios será eso?",se preguntaba Juan.Tan sólo faltaban un par de días para que viniesen y Juan haría sus primeras ventas.Era curioso cómo se movía el dinero en el pueblo cuando no había mercaderes,pongamos un ejemplo:El pescadero compra al agricultor un producto por veinte monedas de cobre;con éste mismo dinero,el agricultor compra al carnicero,y el carnicero le compra algo al pescadero por esas veinte monedas.En cambio,como vienen los mercaderes,compran y gastan más.Los oficios te venían por familia,es decir,que si eres hijo del herrero,como Juan,aprendes ese oficio hasta que tengas 17 años y puedas vender tus propios productos.Juan había cumplido los 17 precisamente ayer.Las primeras estrellas empezaron a titilar en el cielo mientras la noche hacía de telón para el luminoso día.Se fue a su armario y cogió un traje verde,claro y profundo como los ojos de su amada,y también se puso el gorro con la pluma que le había regalado Inés el día anterior por su cumpleaños.Juan suspiró,estaba loco de amor.Una vez bien vestido,se puso en marcha.La casa de Inés era de piedra maciza,signo de que su familia gozaba de riqueza,pues pertenecía a la de los cuidadores de caballos,animales que los mercaderes compraban como locos.De la casa de Juan a la de Inés había que pasar por un bosquecillo.Cerró la puerta de su casa con sumo cuidado,pues no quería que sus padres supieran nada de su romance.Se detuvo un momento en el claro del bosquecillo para recordar bien el poema que iba a decir a su amada.Escuchó un ruido a su lado.Miró.Era otra vez ese conejillo asustado,Juan lo veía todas las noches que iba a casa de Inés.Siguió andando mientras soplaba el viento.Se puso en el lado de la casa que da a la ventana de Inés y le tiró unas piedrecillas.
Muy bueno!!!! oye...yo me quedo con la intriga de saber si los protagonistas son tiroleses.ajjjajaja.Cuando puedas si no te importa podrias dejar un mensajillo aclarandolo.Te lo agradeceria muchisimo::) un beso.Tienes madera ..eh?? te presagio un futuro prometedor en el mundo de las letras si continuas escribiendo.