Hoy tuve la oportunidad de conversar con una compañera de la universidad, que recién he comenzado a tratar. Estuvimos hablando de nuestras experiencias, de cosas que hemos tenido en común, de la gente que cada vez se vuelve mas conformista y mediocre...

Sin darme cuenta yo también me estaba volviendo uno mas del montón. Pensaba solo en terminar y ver que pasaba, estudiaba lo justo para los exámenes, hacía los trabajos a última hora, no soñaba mas allá de... ingresé con muchas ilusiones pero todos los golpes y paredes con las que choqué durante mi camino, borraron mis esperanzas... era como si cada obstáculo dejara una hinchazón, un moretón en mi cara, heridas que no se borraban fácilmente y por el contrario aumentaban cada vez mas, dándome una visión borrosa y cerrada...

Sin querer la beca que tuve hace casi un año, denominada el "Barco Mundial de la Juventud", permitió que abriera los ojos, empecé a cuestionar las cosas y me devolvió las esperanzas... Participamos cerca de 300 becarios de 17 países diferentes, entre 20-30 años de edad, todos "seleccionados" por la Embajada Japonesa de cada país. Un gran número de ellos eran personas muy capaces, con un liderazgo impresionante. Podían dar una charla o preparar un seminario de la nada, tomaban el micro y tan solo empezaban a hablar... dominaban 3, 4 hasta 5 idiomas.

Durante los 2 meses que navegamos se realizaron varias discusiones de temas como Naciones Unidas, Medio Ambiente, Voluntariado, Sistema educacional de cada país, etc. La mayoría hablaba con una seguridad y una base tan sólida, que en varias ocasiones me sentí inferior. Lo que mas coraje me daba es que todos eran casi de mi edad... Son personas con las que tal vez tenga que competir mañana mas tarde si quiero salir a trabajar al extranjero.

Cuando recién regresé al Perú no me di cuenta de lo mucho que el viaje había influenciado en mi, tenía la bomba de vivencias tan cercana que no me dejaba obtener mayores respuestas. Recién ahora que he vuelto a la rutina de mi vida, tengo mas tiempo para pensar y ordenar mis ideas... por eso últimamente estoy escribiendo mas seguido. Ahora puedo estar en medio de un torbellino de cosas y mantenerme tranquilo, teniendo en mente que lo inevitable va ha pasar tarde o temprano y de nada sirve desesperarse...

La conversación con mi amiga me sirvió sobre todo para darme cuenta que el barco me enseñó el trabajo en grupo, en sacar algo adelante con personas que piensan totalmente diferente. Reflexionando me di cuenta que estaba acostumbrado a ser responsable de mis cosas, de mis estudios, de mis trabajos, pero se me hacía muy difícil hacer algo en conjunto, ya que invariablemente hay gente que no trabaja y se tiene que hacer mas esfuerzo al tratar de unirlos. Siempre me pregunté por que resultaba tan difícil trabajar en grupo, gracias a la conversación llegué a la conclusión que es por que soy hijo único y he estado acostumbrado a planificar las cosas a mi manera, a mi estilo...

Recordé las experiencias que han marcado mi vida hasta ahora, me encontré con la sorpresa que todas habían requerido responsabilidad, pero individual. Como por ejemplo los cinco años que viví en Japón, el trabajo de traductor en la toma de la Residencia del Embajador Japonés, los tres meses de estudio en los Estados Unidos... Como pueden ver en ninguna de estas vivencias necesitaba "pelearme" con otras personas para llegar a un objetivo, a una meta y sumado a esto no tengo hermanos... No me considero una persona autosuficiente, se que es mas enriquecedor pensar entre 2, 3 o mas cabezas, pero hay momentos en que me es mas fácil hacer las cosas solo...

La mayoría esta acostumbrado a que se les diga que tienen que hacer y no mueven un dedo mientras no tengan las cosas en bandeja.. Eso me molestaba y me molesta mucho, ya estamos en quinto año, a puertas de ser profesionales y muchos no aprenden aún a ser responsables, creativos, independientes. En mi opinión para sacar adelante un trabajo grupal, todos tenemos que estar conscientes de lo que debemos hacer y cada uno responsabilizarse de su parte. ¿Por qué resultará tan difícil realizar esto?...

Dos meses antes del viaje los 9 becarios del barco, tuvimos que trabajar muy duro por que a nuestra rutina acostumbrada se nos sumó, reuniones casi diarias, buscar auspiciadores, aprender bailes, preparar la presentación nacional, encontrar y estudiar información acerca de diversos temas, etc. Casi siempre las reuniones y ensayos se prolongaban hasta las 3 a.m. y al siguiente día todos teníamos que levantarnos temprano para asistir a clases o al trabajo. En esta época bajé casi 3 Kg y me estresé como no se imaginan, pero todo gracias a Dios salió bien. Lo que nos impulsaba era la responsabilidad que representábamos al Perú como Delegación, a la Institución que nos escogió y las ganas de viajar por el mundo en un crucero.

Eso es lo que nos falta en la vida diaria, estar conscientes de nuestra responsabilidad, de lo que podemos hacer día a día para acercarnos a nuestro objetivo, tener un estímulo a corto plazo y una buena cabeza que sepa unir al grupo. Con esto se pueden lograr cosas impresionantes e inimaginables...

El barco me devolvió la visión, la chispa de la vida, mis sueños... yo les recomiendo a todos que no pierdan la oportunidad de salir al extranjero, de conseguirse becas, de mezclarse con gente Líder, de estudiar idiomas, ya que estas experiencias nos llenarán el vacío que ni el colegio, ni la universidad, ni muchas veces el hogar nos puede brindar y nos abrirá un mundo de oportunidades.


07 / 17 / 00

Kitsutani Kian Hernán