Instrucciones para ver un amanecer:

a)No duermas antes, o en todo caso solo un par de horas. Aunque racionalmente sea al contrario, si no duermes el cuerpo estará más descansado. Cuando despiertas cualquier mañana estás recargado, tu organismo necesita actividad. Sin embargo, cuando llevas casi las veinticuatro horas despierto, el cuerpo te pide paz, está en un estado de semi-letargo, la relajación es fundamental.

b)La ubicación es cosa tuya. Desde un rascacielos hasta una duna, pasando por tu mar, un valle o montaña. Cualquier lugar es el idóneo si así lo sientes. Aprovecha las posibilidades que tengas, si vives en una ciudad utiliza sus edificios como mascara. En el mar, reflejado en el agua, verás dos amaneceres, complementarios, que irán cogiendo distancia el uno del otro. Entre picos, verdes, que irán cambiando de tonalidad a medida que el Sol avance.


c)Nunca lo veas tras una ventana cerrada. Tienes seis sentidos, dilata tus pupilas, huele el aire que trae el nuevo día, escucha el despertar de la naturaleza (hasta en las ciudades los pájaros se despiertan y en tu playa las olas se calman tras la marea), saborea tu piel mientras te tocan los primeros rayos de Sol. Sobre todo intuye lo que pasará.

d)Llévate algo de abrigo, hasta en verano tendrás escalofríos, aparte de la temperatura, por las emociones.


e)Enamórate. De la persona a la que ya quieres, de las que están por llegar, del momento. Todo se ve con una luz especial cuando amas.

f)La soledad no es indispensable, en ocasiones hasta es perjudicial, una mano que agarrar, un cuerpo al que abrazar. No tiene que ser tu pareja, los amigos en ocasiones pueden llegar a ser más cálidos. Si estás pasando por un bache, reflexiona, en alto, hacia dentro, con alguien, solo, como quieras, te ayudará a aclararte.


g)¿Qué cuando se acaba el amanecer? Cuando cae la última lágrima de las que guardabas. Alegría, emoción, recuerdos, tristezas, todos guardamos lágrimas para alguien.

Se que todo esto me llevará a una historia.