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Categoría: Terror

Isomnio(2ªparte)

Al abrir los ojos, la cálida luz de la mañana la deslumbro. Se alzó torpemente dispuesta a levantarse, pero a pesar de haber dormido toda la noche apenas tenía fuerzas. Se sentía tan cansada que decidió quedarse allí sentada un rato más.
De pronto le vino a la mente una fugaz imagen, la de su joven salvador, masacrado, cubierto de sangre, que yacía en un húmedo y blando suelo de tierra y hierva.
Un escalofrío recorrió su espalda, y un horroroso presentimiento la inundó. Se apresuró a salir de la cama y se dirigió hacia el reloj de pared, al otro lado de la habitación. Eran ya las 10 de la mañana.
Hurgó en el armario y sacó lo primero que vió, se vistió atropelladamente y salió de la casa en dirección a la tienda, pero cuando llegó allí la encontró cerrada.
Sentía una agonía tan profunda que apenas podía respirar. Prácticamente fuera de sí se encaminó hacia una mujer que intentaba dificultosamente subir su gigantesco carro de la compra a la acera.
Con los ojos brillantes y un fino hilo de voz le preguntó si sabia porque la tienda estaba cerrada.
La mujer la miró con los ojos muy abiertos, y con tono extrañado le dijo k no abrían los dias festivos pero que si quería hacer algunas compras podía acudir a una gasolinera no muy lejos de allí.
La chica soltó un suspiro de alivio al recordar que se encontraban en un dia festivo.
Mucho más tranquila, le dió las gracias a la mujer, y volvió a casa deseando haber preguntado al joven donde vivía.
No tenía mas remedio que esperar en casa a que este apareciese, así que intento distraerse leyendo un libro, pero cuando llevaba cerca una hora sumergida en sus paginas, sus ojos comenzaron a cerrarse y casi sin darse cuenta se quedó dormida.
Un frío intenso la invadió y se despertó sobresaltadamente, miró el reloj de pared, eran las siete de la tarde. Había pasado todo el dia durmiendo.
Se levanto, con mucha más energía de la que recordaba haber tenido nunca y con un hambre atroz.
Pero mientras bajaba las escaleras, se preguntó si el joven habría venido a verla y, cansado de golpear la puerta se habría marchado.
Su cara reflejó tristeza, pero ya casi olvidando la terrible pesadilla de la noche pasada, pensó en visitarle en la tienda al dia siguiente.
Se preparó una abundante cena de la que no quedaron ni los restos, y subió al ultimo piso para asomarse a la ventana.
Miró al inmenso bosque, era tan oscuro...
Cuando unos golpes en la puerta la sobresaltaron. Bajó como el viento por las escaleras y corrió hacia la puerta.
Allí estaba él.
Le pareció tan bello como la ultima vez, aunque el brillo de su pelo estaba bastante mas apagado y sus ojos no reflejaban expresión alguna.
Sin cruzar palabra, el joven entró en el recibidor, sin cesar de mirarla.
La joven, extrañada por el silencio se apartó y le dejó paso pero se dió cuenta de que se dirigía hacia ella.
De los labios del joven surgió una siniestra sonrisa que la hizo retroceder asustada.
Cuando la luz del recibidor le ilumino el rostro, pudo ver lo increíblemente pálido que estaba.
Intentó articular palabra pero el temor la paralizaba.
Por fin reaccionó, cuando vio que el joven alzaba sus manos y las dirigía hacia su cuello.
Presa del pánico, corrió hacia la puerta de atrás de la casa, la abrió con dificultad pero lo más rápido que pudo y la cerró tras de sí.
Continuo corriendo hacia el bosque, pero cuando estaba a punto de internarse en él, miró hacia atrás y vió la cara del joven, de un verde grisáceo pegada con una mueca amenazante al vidrio de la ventana que había junto a la puerta de atrás.
Mientras corría, en su mente retumbó una voz, las palabras sonaron grotescas como si hubiesen sido articuladas por una boca llena de hierva y tierra descompuesta.
-Aquí esperaré-
Se internó en el sombrío bosque, sin saber bien la dirección que tomaba, solo corría.
Sentía que se le escapaban las fuerzas, y en un desliz tropezó con las raíces de un enorme árbol y cayó de bruces al suelo.
Se incorporó pesadamente y miró nerviosa a su alrededor, no se escuchaba ni un solo ruido en el bosque, solo su respiración entrecortada.
Se apoyó en el enorme árbol y se dio cuenta de que unos metros mas allá, había un pequeño claro.
Fue hacia allí, y al llegar se encontró con que a ambos lados del claro crecían unas plantas, con forma espigada y de un verde muy claro, pero mucho mas pequeñas que las halladas el dia anterior. Se acerco y vio que tampoco tenían espinas.
Se giro hacia el árbol y lo miro detenidamente, era mucho mas alto que los demás.
Aquel debía ser el claro del que le había hablado el joven, pero si estas eran las hiervas correctas, ¿Qué clase de plantas había recogido?
Aunque eso ahora no tenia importancia, era de noche y estaba sola en el bosque, quizá perdida y con el maravilloso hombre que había conocido convertido en un zombie esperándole en su casa, no se iba a preocupar de unas hiervas.
No sabia que hacer, se derrumbó en el centro del claro y empezó a llorar desconsoladamente.
Allí estuvo, sumida en la agonía y el terror durante varias horas, sin saber qué hacer ni hacia donde ir.
Tal era la desesperación que al fin, decidió trepar a un árbol cercano, y recostarse en una de sus ramas; esperaría a que amaneciese para ir a buscar ayuda.
Entre sollozos y lamentos, se quedó dormida.
Cuando despertó, se dio cuenta que el sol comenzaba a ponerse. -¿Cómo es posible?- Había dormido casi todo un dia.
Angustiada, bajó del árbol y se dirigió al pueblo, pensando que quizá encontraría un camino alejado de su casa por donde entrar a pedir ayuda, no pensaba quedarse ahí ni un minuto más.
Comenzó a caminar sin saber bien la dirección que tomaba, y sólo con la escasa luz de la luna menguante. Caminó durante horas, pero no encontraba nada que no fuese árboles y hierbajos. Una sospecha la desilusionó mas de lo que estaba, se había perdido.
Estaba hambrienta, perdida y con un muerto en su casa. Se echó a llorar nuevamente, pero siguió caminando.
A lo lejos divisó algo que le pareció un muro, de una casa tal vez, y con nuevas esperanzas corrió hacia él.
Pero conforme fue llegando pudo ver las puntas de unos altos cipreses que sobresalían por encima del muro.
Acababa de llegar al cementerio, sin lugar a dudas si había otro lugar a parte de su casa en donde no quisiera estar era un cementerio.
¿Cómo podía tener tan mala suerte?
Buscó la puerta, pero al encontrarla estaba cerrada; no era muy alta y decidió saltarla, lo hizo sin problemas.
Se adentró temerosamente en el cementerio, y un aire helado la invadió.
De nuevo presa del pánico corrió a través del cementerio, esquivando las lapidas como podía, con tan escasa luz, hasta que dio un traspié y cayo de bruces sobre una de las tumbas cerradas.
Un grito desgarrado se escapo por su garganta cuando, al levantar la vista vio el pequeño retrato del su maravilloso joven muerto sobre la lápida que tenia enfrente.
Junto al retrato estaba escrita la fecha de defunción, dos dias atrás.
Sintió como se le congelaba hasta el último hueso de su cuerpo, pero por otro lado por lo menos sabía que estaba en el cementerio del pueblo, y que si lograba hallar la puerta de entrada estaría en el pueblo en pocos minutos.
Se levanto apresuradamente, pero cuando se giró para salir corriendo, lo tenía tras ella.
Él la agarró del brazo con su fría y grisada mano pero no consiguió retenerla. Una increíble valentía surgió de sus adentros y le golpeo hasta hacerle caer, acto seguido corrió hacia la puerta, y al encontrarla cerrada comenzó a escalar, pero él la seguía de cerca e intentó agarrarla por los pies mientras trepaba.
Presa de la desesperación tomo impulso y salto lo que le quedaba de verja, con la mala suerte de caer de cabeza contra el suelo a la otra parte de la puerta. Mientras comenzaba a amanecer quedó inconsciente.

-------------------------continuará---------------

Gracias por continuar leyendo mi cuento, espero que os haya gustado, la última parte tardaré quizá un poco más en escribirla porque no tengo tanto tiempo.
Datos del Cuento
  • Autor: Arianne
  • Código: 15664
  • Fecha: 17-10-2005
  • Categoría: Terror
  • Media: 5.66
  • Votos: 134
  • Envios: 2
  • Lecturas: 2780
  • Valoración:
  •  
Comentarios


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3 comentarios. Página 1 de 1
Erica
invitado-Erica 25-01-2006 00:00:00

Esta brutal este cueno no puedo espera a que le escribas la continuacion me fasinan lo cuentos de terror y el tuyo esta fabuloso

lorena
invitado-lorena 18-10-2005 00:00:00

Me gusto mucho el cuento, mejor que la primera parte, mucho mejor.Espero que haya una tercera parte pronto.

Arianne
invitado-Arianne 17-10-2005 00:00:00

Por favor, dejar vuestras sugerencias sobre como os gustaria que terminase la historia, tengo demasiadas ideas y no se cual seria mejor, gracias por colaborar, espero vuestros comentarios, ya sean buenos o malos. Muchos besos

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