Jeremías no tuvo miedo.

(Historias bíblicas para niños 74)

Jehová eligió a Jeremías para que fuera profeta en al tierra de Judá. Le mandó que les predicara a las personas que vivían allí y les advirtiera que tenían que dejar de ser cosas malas. Pero Jeremías le respondió a Jehová Dios: “Solo soy un muchacho, no sé hablar delante de la gente”. Jehová le prometió: “No tengas miedo, yo te ayudaré y te diré lo que debes predicar”.

Jehová le dijo a Jeremías que reuniera a los ancianos del pueblo, que rompiera un jarrón de barro enfrente de ellos y les dijera: “Esto mismo es lo que le va a pasar a Jerusalén”. Cuando Jeremías hizo eso, los ancianos se enojaron mucho. Un sacerdote llamado Pasjur le pegó a Jeremías y lo puso en un cepo de madera, o sea, lo aprisionó sujetándole los pies y las manos en unas tablas. Jeremías no pudo moverse en toda la noche. Pasjur lo soltó a la mañana siguiente. Entonces Jeremías dijo: “Ya no aguanto más. Voy a dejar de predicar”. Pero, ¿de verdad así fue?. No. Jeremías lo pensó mejor y dijo: “El mensaje de Jehová Dios es como un fuego dentro de mí. No puedo dejar de predicar”. Asi que Jeremías siguió advirtiendo a la gente.

Pasaron varios años, y un nuevo rey empezó a gobernar en Judá. Los sacerdotes y los falsos profetas odiaban el mensaje de Jeremías. Por lo cual, le dijeron a los príncipes: “Este hombre merece morir”. Jeremías dijo: “Si me matan, mataran a un hombre inocente. Yo digo lo que Jehová me manda, no lo que se me ocurre a mí”. Cuando los príncipes oyeron eso, dijeron: “Este hombre no merece morir”.

Jeremía siguió predicando, pero esta vez los príncipes se enojaron tanto que le pidieron al rey que lo matara. El rey les dijo que le hicieran lo que quisieran. Asi que lo agarraron y lo echaron en un pozo profundo lleno de lodo para que muriera allí, Jeremías se fue hundiendo en el barro.

Entonces, un oficial de la corte llamado Ebed-Melec le dijo al rey: “Los príncipes echaron a Jeremías en un pozo. Si lo dejamos allí, se va a morir”. El rey mandó a Ebed-Melec que se llevara a 30 hombres y sacara a Jeremías del pozo. Jeremías no dejó de predicar por nada del mundo. Años despues Jesucristo dijo estas palabras: “Toda la gente los odiará por llevar mi nombre. Pero el que aguante hasta el fin será salvado”. [Mateo capítulo 10, versículo 22]. Estas palabras se cumplieron perfectamente en Jeremías. Jehová Dios se encargó de que a Jeremías lo sacaran del pozo.

Al leer este breve relato sobre la vida fiel del profeta Jeremías, que nunca tuvo miedo de predicar los mensajes que Jehová Dios le mandara que dijera, podemos hacernos varias preguntas para sacar provecho espiritual de esta historia bíblica para niños y piensa en hallar las respuestas por tí mismo a ellas: ¿Qué ayudó a Jeremías a ser obediente desde que era joven?. ¿Quién intentó que Jeremías dejara de predicar?. ¿Cómo ayudó Jehová Dios a Jeremías a salir del pozo?. ¿Qué más puedes aprender del ejemplo de Jeremías?. ¿Verdad que tú quisiera ser igual que él?.

Esta historia bíblica la puedes leer en La Biblia en el libro de Jeremías capítulos y versículos siguientes: 1:1 al 19. 19:1 al 11. 20:1 al 13. 25:8 al 11. 26:7 al 16. 38:1 al 13. !Que saques provecho espiritual de esta historia de un hombre obediente que nunca tuvo miedo de hablar de Jehová Dios a otras personas!