Jezabel, una reina inícua.

(Historias Bíblicas para niños. 66)

Poco después de la traición del rey Salomón a la adoración verdadera de Jehová Dios, la nación o reino de Israel se dividió en dos reinos, tal como Jehová lo había predicho. Quien heredó la corona, Roboam, fue tan duro y malo con el pueblo que las diez tribus del norte decidieron independizarse o separarse. Las dos tribus que se mantuvieron leales al trono de David en Jerusalén formaron el sureño reino de Judá.

Debido a la desobediencia y la falta de fe de sus gobernantes, ninguno de los dos reinos gozó por mucho tiempo de paz y prosperidad. Pero el peor fue el reino norteño de Israel, pues desde el primer momento sus reyes fomentaron la religión falsa. Y aunque Dios les envió profetas como Elías y Eliseo, que hasta les devolvieron la vida a algunas personas, no hicieron ningún caso. Al final, Dios permitió que la nación de Asiria conquistara la tierra de Israel. Leamos sobre un ejemplo de lo falso e inicuo que fueron los reyes de Israel citando el caso de la reina Jezabel.

Después de la muerte del rey Jeroboán, el primer rey del reino norteño de Israel, cada rey que gobierna a esas diez tribus es malo. El peor es el rey Acab. ¿Sabes por qué?. Una gran razón es su esposa, una reina muy inicua o mala llamada Jezabel.

Jezabel no es israelita. Es la hija del rey de Sidón. Adora al dios falso Baal y hace que Acab y muchos israelitas adoren a Baal también. Jezabel odia a Jehová y mata a muchos de sus profetas. Otros tienen que esconderse en cuevas para que no los maten. Si Jezabel quiere algo, hasta mata a alguien para conseguir lo que desea.

Un día el rey Acab está muy triste. Asi que Jezabel le pregunta: “¿Por qué estás triste hoy?”.

“Por lo que Nabot me dijo”, contesta Acab. “Yo quería comprarle su viña. Pero él me dijo que no podia tenerla”.

“Espera, yo te la conseguiré”. Le dice Jezabel.

Asi que Jezabel escribe cartas a hombres principales de la ciudad donde vive Nabot y les dice: “Hagan que unos hombres que no sirven para nada digan que Nabot ha maldecido a Dios y al rey. Y sáquenlo de la ciudad y mátenlo a pedradas”.

Tan pronto como Jezabel sabe que Nabot está muerto, le dice a Acab: “Ahora ve y toma su viña”. ¿No es verdad que Jezabel debería de ser castigada por una cosa tan terrible y cruel?.

Al pasar algún tiempo, Jehová envía a un hombre llamado Jehú para castigarla y llegar a justiciarla. Cuando Jezabel oye que Jehú viene “ella procedió a pintarse los ojos con pintura negra, y a arreglarse la cabeza hermosamente y a mirar abajo por la ventana”. Pero Jehú cuando llega al lugar y la ve en la ventana, dice a los hombres del palacio: “!Déjenla caer!”. Inmediatamente tres hombres oficiales de la corte la dejaron caer “y parte de su sangre fue salpicando sobre la pared y sobre los caballos”.

Cuando fueron a recoger su cuerpo muerto para enterrarla, porque era hija de rey, “no hallaron nada de ella sino el cráneo y los pies y las palmas de las manos. Cuando volvieron y se lo informaron, [a Jehú], él pasó a decir: “Es la palabra de Jehová que él habló por medio de su siervo Elías el tisbita, cuando dijo: ‘En la porción de terreno de Jezreel los perros se comerán la carne de Jezabel’ ”. Y así mismo ocurrió.

Lo que aprendemos de este suceso es que nunca debemos ser malos o pensar algo indebido, inicuo o hacer trampas contra otra persona y que siempre debemos ser obedientes a la Palabra de Dios, porque al obedecerla podemos tener la bendición divina en nuestra vida y así llegar a ser un verdadero adorador de Dios, no a nuestra forma ni a ídolos o dioses creados por los hombres, sino a la forma que Dios quiere que le adoremos: en espíritu y verdad. Juan 4:24.

La historia o relato que hemos mencionado hoy, puedes leerla en tu Biblia en el libro Primero (1) de los Reyes capítulo 16, versículos 29 al 33, también 18:1 al 4, 21:1 al 16 y 2 Reyes 9:30 al 37.