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Jíbaro, mi matrimonio terminó!

Con estas palabras mi sobrina me llamó aquella tarde de Julio entre llantos y sollozos, cálmate le dije, háblame mas despacio por favor...no, no, ya es tarde el se marcho esta mañana, dijo, gritando y culpándose ella misma.
Después de escucharla por espacio de casi una hora, le dije que quería llegar hasta su casa y así hablaríamos mejor, aceptó y me dirigí a su hogar que queda como a una hora y media de mi casa.

En el camino hacia su casa pensé todas las veces que fui "arbitro" de sus frecuentes peleas, a veces hasta sin ninguna razón que valiera la pena. Pensé de las conductas precipitadas de ambos que tanto debilitaban la unidad y armonía conyugales. De la distancia entre ellos como pareja, los comportamientos asumidos por los dos del el silencio, donde transcurrían días y hasta semanas sin dirigirse la palabra, sin manifestar sus sentimientos o emociones como consecuencia de malos entendidos; en otras ocasiones por orgullo, egoísmo o desconfianza. Estas barreras llevaron a mi sobrina y su esposo a vivir distanciados en su propio hogar, haciendo cada uno su vida privada.

Creo firmemente que la incomunicación conyugal da pie para que se creen hogares fríos, indiferentes, sin unidad de criterios, sin autoridad, etc. todo esto da paso a la desintegración del hogar.
La vida matrimonial exige el esfuerzo de ambos cónyuges, para que cada uno ponga de su parte todo su interés a la comunicación, porque si ésta no se da, se enfría y agota el amor conyugal. esta comunicación se da a través de palabras, miradas, caricias , gestos, detalles, música y todas aquellas formas que surjan en determinado momento.

Creo que cuando hay amor, los problemas tienen soluciones,,los gritos o mal trato deteriora la comunicación e impiden el amor. Donde no hay dialogo, no hay armonía y si falta la armonía falta el verdadero amor.
Por ejemplo, mi sobrina nunca se interesó por las actividades de su esposo, nunca estuvo atenta a estimularlo en el momento oportuno, también en el caso contrario. Los comportamientos así deterioran la comunicación y el amor.

Para mi sobrina y su esposo ya es demasiado tarde, no hay respeto mutuo, actualmente no hay nada que los una, sino desunión por todos lados...Siento una inmensa pena por su hijita que todavía no comprende porque sus padres se han separado. El Segundo Concilio vaticano claramente señala que: un matrimonio de esa clase ya no hay sacramento y si no existe sacramento ya no es matrimonio.
Matrimonios examinen sus prioridades para que no les suceda lo que a mi querida sobrina que perdió su matrimonio por la falta de comunicación.
Datos del Cuento
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1 comentarios. Página 1 de 1
Tere Matthews
invitado-Tere Matthews 11-04-2005 00:00:00

En realidad, amigo, detallas tan bien todo este proceso que queda muy poco para mi comentario. Explicas soberanamente esos factores determinantes para conservar un matrimonio sano dentro de las normas del diario vivir. Saco en claro que el amor, la comunicación y el respeto son básicos ingredientes para un matrimonio bien avenido y podríamos decir, exitoso. Gracias por enriquecernos con esta hermosa enseñanza. Bendiciones para ti y tus seres queridos.

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