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Se levanta llevando en su cara unos ojos diminutos como dos cabecitas negras de alfiler, como dos antiguos disparos encallecidos de tiempo. Con las manos temblorosas azulando su interior, se asea, se piena, se toma su leche tibia, su magdalena, se viste de domingo ceniza y se lleva a la boca dos pastillas de un naranja desvaído.
Cuando se las va a tragar, duda y comprueba si son las de la mañana. Tiene también unas para la tarde y unos sobres de polvo efervescente que son los de antes de dormir.
Es muy vieja. Nunca pensó, cuando pensaba, que iba a llegar tan lejos.
Se pregunta qué le duele hoy y son las rodillas.
Busca el bolso y guarda dentro su monedero y el rosario que le regaló aquella monja tan piadosa.
Quita el cerrojo de la puerta, coge las llaves que hacen noche sobre el taquillón y se dispone a marchar.
La entrada del piso es de luz tacaña. Le lleva un buen rato conjuntar llave y cerradura.
Cada vez le cuesta más, cada vez tiembla su pulso con mayor desobediencia, cada vez le es más penoso cerrar una simple puerta.
Baja con temor las escaleras. Sale a la calle. Se abotona el chaquetón. Ya tiene fresco en casi todos los meses del año.
Sube por el paseo con el viento en contra. Se la llevaría volando como un papel a poco que quisiera, pero se contiene. Conmiseración: La dejaremos al menos que llegue hasta la iglesia, decide el viento. Qué edificio va a querer a una viejecita tan misérrima en su tejado...
Entra en la casa de Dios y se sienta en un banco cercano al altar. Se ve mejor. Desde el final y con esos ojos, le parecería un montaje de guiñol.
El templo, sacro estadio de trascendencias, sólo registra media entrada.
El mosén empieza a oficiar.
La vieja recuerda que en su juventud las misas se celebraban en latín. Ahora tampoco entiende ni una palabra.
La abuelita va a misa porque se ha de ir. Sabe que la parca anda rondando, sabe que está en lista de espera y sabe que Dios a estas edades lo marca a uno muy de cerca.
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Me gusta la manera que utilizas para escribir. Tienes buena vena de artista. A mi me gustaría llegar al menos a los 90 años pues en estos tiempo llegar a los 70 es una ñapita.