LA FE EN UN CORAZÓN

La noche permanece en un profundo silencio, mientras un reflejo en el cristalino lago esclarecido por la luz de la luna blanca, se desvanece poco a poco con las crecientes ondas provocadas por la silenciosa caída de una lágrima llena de dolor y de temor; una lágrima, que representa un adiós...en medio de la oscuridad, solo puede escucharse la voz de un joven que, entre sollozos, sostiene a alguien entre sus brazos ya cubiertos por la nieve que en aquella noche de invierno despertaba los sueños y alegrías de muchos, pero que también enterraba la esperanza, la felicidad y lo más bellos recuerdos de quien lloraba amargamente sobre el cuerpo sin vida de su amada.
Mientras las lágrimas y sollozos no paran, la sombra de alguien más se acerca por detrás
¿¿??: Ya es hora
Matt: por qué?, ella es lo único que tengo y ahora...
¿¿??: Tu mejor que nadie sabe que todo ocurre por una razón, y ahora debes enfrentarte a una prueba más
Matt: no puedo, no ahora que se fue
¿¿??: Tu vida aún no termina y tu lo sabes
Matt: cómo puedo saberlo? Ni una palabra, ni siquiera una señal, nada, sin ella no me queda nada
¿¿??: sólo debes creer, tal como ella hubiera hecho.
Matt: para ti es fácil decirlo, pero...
¿¿?? No malinterpretes, para nadie es sencillo pasar por algo así, pero Hitomi ya cumplió su misión en este lugar y es hora de que ayude a alguien más: alguien que la necesite realmente
Matt: yo la necesito, ella me enseñó a reir, a creer que podía hacer cualquier cosa, a luchar por mi y por los que quiero, de no haber sido porque llegó a mi vida yo jamás hubiera conocido la alegría de amar, de sonreír y de soñar.
¿¿??: Y es precisamente por eso que debes dejarla ir, de ese modo podrá ayudar a alguien como tu, alguien que necesite un poco de esperanza en su vida.
Matt: pero por qué dejar que me enamorara de ella si sabían que todo este cuento de hadas debía terminar
¿¿??: no fuiste el único...-Dijo susurrando
Matt: qué dijiste?
¿¿??:-da un profundo suspiro- La verdad es que ella pasó por esto muchas veces, pero en ninguna de sus misiones pasó algo así; Hitomi siempre cumplía con su misión de la mejor manera, y siempre se despedía con una sonrisa en el rostro. Sin embargo, contigo ocurrió algo diferente, con el tiempo se enamoró y es por eso que tuvimos que ordenarle que terminara con la misión de inmediato, pero ella se negó, así que esta fue la única solución que pudimos encontrar. De no haberla aplicado la situación se hubiera vuelto muy peligrosa.
Matt quedó tan atónito al escuchar estas palabras que las lágrimas en sus ojos desaparecieron por unos instantes mientras el se quedaba completamente paralizado.
De pronto, la extraña sombra desapareció en medio de una luz brillante junto con el cuerpo de Hitomi. Mientras la luz desaparecía, Matt pudo escuchar como claramente aquella voz le decía:
Hitomi: debes tener fe, esto aún no termina...siempre estaré contigo Matt
Y con estas palabras, todo regresó a la oscuridad. Matt, aún se encontraba completamente aturdido con aquellas palabras que aclararon tantas dudas en su mentes, pero también causaron nuevas confusiones; ¿por qué?, de haberlo sabido el jamás lo hubiera permitido, sin embargo, Hitomi nunca lo mencionó, ni siquiera lo demostró, pues su sonrisa no desapareció incluso en el último momento aún cuando ella sabía lo que pasaría, entonces, ¿por qué sacrificarse de ese modo?¿acaso sería que ella de verdad lo amaba tanto como para pasar sus ultimos momentos junto a él? Entonces, su sacrificio no debía ser en vano y la vida debía continuar llena de esa alegría y felicidad que Hitomi siempre llevaba consigo, pero ¿cómo?; nada sería lo mismo sin su presencia, sin su sonrisa y su “magia”...aún así, Matt decidió levantarse, por ese amor que alguna vez existió y que nunca podría morir. Justo en ese momento, pudo observar como desde lo alto, caía suavemente una pluma blanca que traía consigo un mensaje muy especial, un mensaje de fe y de amor, un mensaje que solo la persona correcta podría comprender...
Matt, con una sonrisa tomó la pluma entre sus manos, la guardó cuidadosamente y después de un suspiro, se dirigió a su hogar.