No importa que niño seas, no importa tu raza, no importan tus creencias, La diferencia de ser un niño radica en la alegría de vivir, de poder tener esa mente para volar por el paraíso de la imaginación, con esos cuentos que todos los papas del mundo nos dicen... el niño Dios o Papa Noel son dos fantásticos personajes que te dan los regalos de navidad, o el único ratoncito que es aceptado en una casa, es El ratoncito Pérez o ratoncito Miguelito. Y por ese estilo hay muchos mas personajes mágicos que viven en el corazón de un niño, y ¿porqué no? De un adulto.
¿Porqué siempre se tiene que ver a un niño como el creativo y soñador y a un adulto como un ser distante? Un ser que “no tiene tiempo para bobadas, como lo es soñar”, que para lo único que tiene tiempo es para seguir con su rutina de trabajo y su monótona vida.
El adulto es un cuerpo, el niño es un alma... Un adulto con alma de niño, difícil de encontrar, difícil de crear, un sueño de miles de personas y realidad de otras. Algo tan complejo no puede ser completamente cierto, es un bien realmente necesario; cuando los hombres vuelvan a sentirse niños y realmente sepan lo que es soñar e imaginar... Ese día habrá paz en cada corazón, ese día se verá la magia del corazón.
Pero ya pasando al cuento de los mitos; es una magia verdadera decirlos, sobre todo si es de corazón, estos mitos son fantásticos, realmente ponen a volar la mente, son extraordinarios... Mito palabra tan corta, tan fácil de decir; pero realmente que abarca tantas cosas, sueños, fantasías, moralejas, esperanzas, héroes... al leer los mitos que se han dado, es como empezar a nacer en un nuevo mundo, lleno de cosas que jamás se imagina por estar en uno donde la imaginación se ha ido perdiendo
Estos mitos se han ido creando con el pasar de los años, con cada personaje hay una historia distinta, podemos decir entonces, la historia del ratoncito Miguelito o también llamado el ratón Pérez. “Me contaron mis abuelos, que un lejano mundo vivía un pequeño ratoncito, coleccionaba muchas cosas; pero lo más valioso que tenía, eran unos dientecitos, con los que armaba collares y todos las navidades regalaba a su madre. Para conseguir estas joyas tan valiosas, solo tenía que ir a la ciudad, en busca de un niño al que se le haya caído un diente, y a cambio del diente deja un pequeño detalle en agradecimiento; y así termina una vez más un día de nuestro héroe, el ratón Pérez.”
Así como éstas hay miles y miles de historias que nos distraen, nos hacen reír, nos hacen soñar y no importa cuantas veces las escuchemos, no importa quién nos la cuente, pero lo que si importa es que la magia cada vez crece más y más, son pasadas de generación en generación, tratando de no olvidar estas lindas maravillas que nos hace sonreír.
Pero no sólo hay que hablar de estos divertidos personajes, también podemos decir algo aún mas fantástico, como lo son los cuentos de hadas, con ellos lloramos, reímos, cantamos y hasta aprendemos muchas cosas, que no entenderíamos si lo leyéramos en una enciclopedia. Podemos tomar como ejemplo “la Bella y la Bestia”, nos podemos preguntar, ¿Qué enseñanza nos deja?
Aunque parezca una película mas de dibujos animados, en esta se ve plasmado el verdadero amor, sin importar las apariencias físicas, también se observa claramente la importancia de conocer una persona sin juzgarla por defectos que no tienen importancia.
Para tener imaginación no se necesita ser niño, solo tenemos que tener la mente abierta para volar, no se necesitan años, que los años se quedan atrás, se necesita vida, se necesita mucha alegría, mucho entusiasmo, pero sobre todo, amar historias y personajes fantásticos. Por que para soñar no hay que tener experiencia, no hay que firmar un papel donde diga “dispuesto a soñar”; solo hay que cerrar los ojos y usar la imaginación. Podemos tomar como ejemplo, cuando miramos al cielo y vemos las formas de las nubes, y así no parezca lo que pensamos, lo imaginamos así; solo tenemos que abrir un poco nuestra mente para dejar pasar todo lo bello de la fantasía, para poder volver a ser niños o para disfrutar la vida como un niño pero con responsabilidad.
Y como me dijo alguna vez mi abuelita “vive la vida, y no dejes que la vida te viva”; en ese momento no lo entendí, pero a través de los años voy entendiendo, hay que disfrutar cada día como si fuera el último, pero teniendo conciencia de que no lo es.
Y con esto me despido, no siendo más mi relato... No les de miedo soñar que como dicen por ahí “Soñar no cuesta nada”; pero mantén muy bien puestos los pies en la tierra.
Gracias por llevarnos en ese viaje imaginario a nuestra niñez, para mi fue algo extraordinario...Mi abuelita y sus cuentos, Los Reyes Magos y los enanitos que fabrican los juguetes. Wow! Doña Gina se llevó usted el primer premio! El Jíbaro