Era una Rana muy saltarina , tanto que , sin saber cómo se encotró un día en una charca de La Gran Ciudad. Pronto entendió que aquello era muy incómodo, los coches querían atropellarla, se pasaba el día escondida en las alcantarillas, no veía el sol ni los árboles; así pues decidió volver al País de Los Cuentos
Con la primera persona que topó al regresar a los cuentos, fué con la Princesa despistada; su padre le había enviado a buscar al principe de su vida, pero no sabía cómo hacerlo; la Rana generosa se ofreció a ayudarle.
Comenzaron a caminar durante días, semanas, al cabo de un tiempo, sentado en la piedra de un camino , encontraron a un Príncipe; estaba envuelto en una capa que tapaba su cara, tenía un problema: ! era muy feo !. La Princesa muy decidida le dió un beso en la frente; ella había leído en los cuentos que eso era lo que se hacía para romper el encantamiento; pero el beso no surtió efecto, El Principe era irremediablemente feo, tan feo como amable, generoso y simpático así que se ofreció ayudar a la Princesa en su búsqueda
Los tres siguieron caminando, al cabo de unos días, cerca de un lago, encontraron al Bello Caballero y a su caballo; la Rana y el Príncipe animaron a la princesa : - ! ahí teneís un bello caballero !
No - dijo la Princesa- es sólo un caballero , no es un príncipe, ( es que ella era muy tradicional y obediente )
Amigablemente , los cuatro y el caballo Taca-tan siguieron caminando en busca del Principe Guapo
Un día que estaban muy cansados, llegaron a una casita en el bosque, llamaron a la puerta para ver si alguien les daba razón de dónde podrían encontrar al Príncipe de Los sueños; abrió La Mujer, que no hablaba, se comunicaba tocando la pandereta, y así con redobles del instrumento les dijo que ella no sabía nada de príncipes , esos datos los manejaba su hija y su yerno , que estaban en ese momento terminando de ver un partido de la Champion Ligue; y así con ésta explicación sin más desapareció.
Nuestros amigos optaron por esperar al matrimonio, se sentaron en la entrada de la casita.
Había un pequeño jardín en el que la Mujer tenía plantadas rosas,margaritas, petunias y alguna flor silvestre que por allí crecía; El Príncipe Feo, hizo un ramillete y se lo dió a la Princesa para que alegrara su triste y cansada carita.
La Princesa , sonrió agradecida, le miró con cariño y descubrió que ya no le parecía tan feo
De pronto se levantó, dijo : mis queridos amigos, ya nom quiero seguir buscando al principe guapo, tal vez mi padre quiso decirme que buscara la belleza interior, la he encontrado aquí , en éste Príncipe, y dándole la mano se fueron los dos cantando y riendo
El resto de personajes , o sea La Rana, el bello caballero y su caballo decidieron no esperar a la hija de La Mujer , porque el partido tenía prórroga; así que cada uno se fué a sus quehaceres: La Rana a seguir saltando de charca en charca, el Bello Caballero y su caballo a intentar convencer a alguna princesa para que se casara con él
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FIN