MUJERES... ¿un género distinto o una raza aparte?
Lo único que viene a mi cabeza cuando pienso en ellas, son preguntas y muy pocas de ellas tienen respuesta, como por ejemplo: ¿Por qué nuestro concepto de totalidad, si quiera se acerca al de parcialidad que ellas tienen? y cuando pensamos en totalidad es pensar puramente en ellas, pero cuando ellas piensan en nosotros, piensan en puras parcialidades.
Muchas cosas decimos de ellas, pero pocas sabemos, y quizá nosotros seamos los menos indicados para decirlas, pero ¿quién es el indicado para decir algo del otro.?
Entre las cosas que decimos está la clásica frase que dice que no se puede vivir ni con, ni sin ellas y así llegan a ser lo mejor o lo peor que nos pase, pero como habrán notado todo lo que causan es en par, de a dos, lo mejor y lo peor, lo bueno y lo malo, siempre situadas en algunos de los dos extremos, teniendo la versatilidad y don casi único de hacernos pasar de un extremo al otro prácticamente sin darnos cuenta
...es por esto que las considero bicapaces...
En su aspecto malo, por los efectos que causan en nosotros cuando nos dejan y las horas de pensamientos sin fin que muchas veces les dedicamos, teniendo como única respuesta, de parte de ellas, su indiferencia.
En su aspecto bueno, por la rapidez con que sofocan los efectos que causaron cuando se fueron, por hacernos sentir que valieron la pena esas horas pensando en ellas, auque muchas de ellas no sean dignas de estar en nuestros pensamientos, pero siempre nos hacen convencer de lo contrario.
La cuestión es que estas dos capacidades no sé si son una especie de virus que instalan en nuestros cerebros al conocerlas, o complejos dones con los que nacen por el sólo hecho de ser mujeres, pero el tema es que todo lo hacen de una manera tan natural que nos hacen reaccionar de tal forma que luego, cuando lo razonamos pensamos que ellas no tuvieron nada que ver y la verdad es que poco queda por ver cuando se las conoce.
Si existe la maldad nata, cuando las vemos decimos que no lo son, pero cuando las conocemos lo consideramos.
Si existe la bondad inocente, se lo adjudicamos, pero cuando conocemos la inocencia decimos que nada tienen que ver con ella.
Cuando conocemos varias de ellas las definimos como un exacto intermedio entre la bondad y la maldad y en la fina cuerda que separa estas dos cosas ellas parecen moverse como con una habilidad de trapecista, donde al otro lado de la cuerda siempre estamos esperándolas, pero en su afán por el vértigo, nos parece como que nunca llegan, o será que disfrutan de la adrenalina que les damos al tenernos a disposición de ellas y, no sé si conscientemente, pero siempre le damos ese gusto.
Por todas estas razones, mas que evidente está que muchas veces mal intencionadamente y muchas no, siempre nos sitúan donde quieren, pero el problema es ¿porque las dejamos hacer esto?... Bueno, todavía no lo sé y no creo que lo sepamos o quizá sea mejor no saberlo, porque de eso se trata el misterio, de seguir averiguándolo y de que cada uno encuentre su respuesta que es muy probable que, seguramente, tengamos, frente a nosotros y no queramos darnos cuenta, porque la respuesta nos desilusionaría tanto que pararíamos nuestra búsqueda de esta “peculiar raza bicapaz”, que a pesar que nos cueste creerlo siempre nos dan la fortaleza para seguir. Porque solos sería imposible seguir, dado que no habría nada que seguir sin ellas, pero de alguna forma, a veces, ellas nos hacen pensar que ellas si seguirían sin nosotros y la verdad es que la respuesta a esto es aún mas difícil que la anterior, pero esa seguridad, característica en ellas, las define y la incertidumbre de nosotros al no encontrar esa prestigiosa respuesta las alienta a seguir, es por ello, probablemente, que ellas siempre tienen porqué seguir y nosotros sin ellas no, quizá la respuesta este en que ellas se fijan en algo mas que nosotros y nosotros, sólo en ellas, porque de una mujer venimos y por una mujer seguimos, y aunque no lo admitamos las historias siempre terminan de a dos, ...y pobre de la que no termine así...
Tremendo cuento a la mujer. Un aplauso por resaltar nuestras virtudes. No hay que negar que el romance es producto del buen ingenio.´ Tú eres muy ingenioso sabes ....ayayay