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LADY

Tengo una camioneta blanca, no es tan nueva pero la cuido tanto o mas que a mi mismo.
Cuando algo extraño le suena, durante todo el dia me siento como si tuviera un clavo en la sien, o una astilla en adentro de mi zapato... No puedo tener paz, ni dormir, ni pensar hasta que no salga inmediatamente en direccion al taller de mecanica y, pago lo que sea para que le quiten aquel maldecido ruido.

Asi es como la trato. Le he comprado llantas, lunas, un claxon moderno, y unos asientos de piel de oveja. Ademas, le he cambiado de fajas, de camisetas, anillos, pistones al motor, y lo hago para que ella se sienta fuerte, tranquila, feliz, pues se como le le encanta rodar por las calles a gran velocidad; haciendola sentir que rodará por cientos de miles de kilometros. Ese sentimiento de poder, le encanta. Que lindo es viajar con ella por las grandes autopistas, ver como pasamos con tranquilidad a tantos carros... Los dos, no sentimos en las nubes, como si volaramos de tanta dicha. Y cuando paramos en algun servicentro, veo las miradas envidiosas de los empleados y los ojos desbocados de los demas conductores. Si, no hay pareja como nosotros.

Hace unos dias, uno de esos "amigos" se compró un carro espectacular, nuevo, con esos tubos de escape que parecían el gruñido de un dragón; y el maldito tuvo la osadía de colocarla al lado de mi Lady (así es como la llamo)... Pucha que, miraba a mi camioneta y la rabia me envenenaba el alma, claro, era la envidia; ya imaginarán cómo se sentía élla.

Al día siguiente, fuí temprano al Banco y saqué todos mis ahorros, además, hipotequé mi casa, mi negocio.. y todo cuanto podía enganchar para pedir un préstamo importante. Felizmente no pasaron mas de dos semanas cuando el Banco me dio todo lo que pedí. Claro, que si, yo no podia soportar que alguien insultara y ofendiera a mi Lady; si ustedes la vieran lo triste que se sentía, imagínense verla allí, arrinconada en el garaje, sola, sin que nadie la mire. En verdad era una imagen que me desgarraba de a pocos.

No quise decirle nada a élla, ni a nadie de mi familia. Le compré todo lo que una Lady pudiera desear; pintura policromada, aros de magnesio, frenos super-hidraúlicos, llantas de fibra espacial, lunas polarizadas de esas que se usan en los aviones, e inrrompibles, así como para los Bancos... Potencié el motor con un tubo con silenciador que le redoblaba la fuerza y le daba ese sonido femenino que una reyna debía tener...

Si ustedes vieran las caras de la gente cuando la vieron salir recién del taller.. Brillante como el Sol; por supuesto que le compré una corona bañada de oro que se lo puse en la parte delantera del chasís... Si ustedes escucharan todo lo que me decían, con las voces llenas del veneno de la envidia; con la baba que se les caía al piso al ver a alguien tan majestuosa; con sus ojos que se les abría como los peces dentro de una pescera... Claro, que podian entender aquel sentimiento que nos unía, era el amor supremo, la dedicación, la entrega total de mi parte y de élla...

Lo malo de todo es que toda mi familia, amigos, enemigos me tildaban de maniático, perturbado, reloco... pero, que miércoles; quién podría entender lo que ambos sentíamos, por supuesto, nadie.

Si ustedes escucharan como sonaba el motor cuando me acercaba a su regazo. Era tan dulce, tan suave, tan sedita... Parecía el sonido silencioso de una noche de campo, pacífica... !Y la llantas! Cómo giraban y giraban sin ninguna luz entre cada revolución, perfecta... !Los amortiguadores! Qué suavidad, como un guante sedoso de reyna o, como si navegara en una yate en medio de una oceano sin olas... Era maravillosa, pero, quién podía entender lo que ella me daba, nadie....

Me hise un tatuaje en mi pecho con la marca de élla, y en el centro le he puesto su nombre: LADY; y claro que a ella le he puesto mi nombre, lo hise porque sentí que deseaba tenerme mas cerca; se lo puse al lado del motor, en letras doradas... Es que nuestro amor es de ese color.

No hace mucho he caído enfermo de la garganta y ya no puedo salir con esta enfermedad. Seguramente, ella, estara muy preocupada, y por eso es que le he comprado, mientras no la pueda mover, un cubretodo de buen algodón, de color dorado... y para que no se sienta tan sola, le he puesto un gran espejo del tamaño de la pared; pues sé lo vanidosa que es... Qué reyna no le gusta admirar su propia belleza... Claro, ninguna...

Carambas, esta enfermedad esta cada vez peor. El médico me ha dicho que tengo los pulmones perforados, y, además, también me ha entrado agua... Y lo peor de todo es que, dice que tengo los riñones casi reventados de tanto manejar.

Pucha, me siento cada día peor, pero eso no me impide que de vez en cuando me salga arrastrándome de mi cuarto y llegue hasta el garaje... !Ah! Que lindo es el amor cuando es correspondido. Apenas me ve, siento cómo se alegra, hasta escucho cómo me lanza su claxon, suavemente, pues sabe lo delicado que estoy, la pobre...

Por ello, es que decidí colocar mi cama adentro de ella. Claro que mi familia se opuso, pero al final tuvieron que desistir, "Dejenlo, que ya esta muriéndose y está alucinando"; así me hablaban, mientras yo, les agradecía profundamente, diciéndoles que toda mi herencia sería para ellos... Claro que era mentira, pues seré loco pero no tonto.

Hay veces en que la prendo por prenderla, y una vez salimos a pasear, tan solo un par de cuadras, pues, cada vez me siento más y más débil... Pucha, el doctor me ha dicho que tengo cáncer... y, que es general... Pucha, y ahora... Qué hago? Cómo le digo a mi Lady? Cómo? Ya veremos, ya veremos...

Como siempre la he prendido, y he acelerado el motor pues sé que eso le encanta, he tocado su claxon, pues eso le da alegría, pero la siento triste, sola, como sabiendo lo que me está pasando. Pucha, cómo se habrá enterado, cómo... Fue allí en que sentí nuevamente un extraño ruidito... bajé y me puse debajo de ella, y vi con tristeza, que ella estaba lagrimeando gotas de aceite... Lady, tambien, estaba muy mal y por mi culpa. Lloré largo rato, y sentía que ella lloraba mudamente, a mi lado. Estaba tan triste que hasta las llantas se estaban desinflando...

Fue así en que pensé que ambos debíamos acabar esta existencia al mismo tiempo. Lo primero que hise, fue abrir la llave del motor para que se secara todo el aceite del motor; luego, coloqué una manguera en la parte del tubo de escape y, la coloqué adentro del chasís, junto a mi cama... Y la final, encendí el motor... Sentía como todo su aliento me abrazaba con tanta ternura que sentí tanta dicha y felicidad; nos abrazábamos en esos lazos que nadie podría entender, pero, quién puede decir si el amor es locura o la locura es amor... Nadie. Sólo los amantes que han existido civilización tras civilización, así como Romeo y Julieta, y... Así como Lady y yo...

Joe 09/01/04
Datos del Cuento
  • Autor: joe
  • Código: 6347
  • Fecha: 10-01-2004
  • Categoría: Románticos
  • Media: 4.86
  • Votos: 28
  • Envios: 0
  • Lecturas: 3333
  • Valoración:
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