"¿Cómo se descifran las sonrisas?"-preguntó el niño de ojos pardos y castaño cabello a su cansado abuelito, quién pensativo, observaba las rosas marchitas del jardín a través de la ventana de altos vidrios.
"No sé, es una extraña pregunta"-contestó, poniéndose de pie apoyado por su atávico bastón con cabeza de dragón legendario. Miró a su nieto mientras recordaba que su amor infinito disfrazado de musa tenía el mismo otoño en la mirada, justo el mismo que el estaba contemplando.
"¿Por qué me preguntas eso?"-dijo el abuelo.
"Abuelito, es un secreto y tú me has dicho que los secretos son sagrados. No puedo decirte de qué se trata pero sé que algún día te debiste preguntar algo así, tus descansados labios me lo dicen".
El niño, luego de su extraña intervención, se acomodó en el viejo sofá como preparando sus sentidos para un largo relato. Enseguida el ambiente de fe y esperanza iluminó la habitación, de manera tal que le indicaba al hombre del pasado
que debía contestar.
"Creo que la mejor manera de descifrar las sonrisas es interpretándolas con el corazón, con miradas sinceras y palabras del alma...per...pero, en realidad esa fue una pregunta que nunca pude contestar del todo...". El abuelo, terminó su comentario con el nudo del recuerdo atravezado justamente entre el pasado y la voz, como sí aquella figura angelical y única que amó tantos años atrás, quisiera revivir en sus palabras y los ojos de vida de la criatura.
Avanzó tres pasos hacia el ventanal, apoyándose en su tercer pie, para comtemplar el momento exacto en que el horizonte tomaba aire para zambullirse en el tiempo...con su mirada de mar, navegaba en el asombroso espectáculo del momento: el sol despidiéndose y el recuerdo de su amada doncella de piel canela, ojos pardos y figura de diosa amable quien nunca se iba sin dejarle un sutil, fragante y delicado beso en la frente...el abuelo hasta sentía sus labios en sus arrugadas sienes.
El nieto, percibiendo tanta sensación de péndulo en el alma de su abuelo, le dice:
"Descuida, por lo menos ya estás buscando el camino y llevas parte de la respuesta...Sabes, has acertado en un trozo de voz entrecortada lo que decía mi abuela en su lecho blanco y tibio mientras se hundía con Hades hacia el infinito hasta nunca...mientras se iba dejándonos tan solo aquí. En este momento debe sentirse tan orgullosa de ti!".
Y ante la mirada húmeda, tibia y estupefacta del abuelo, el niño...desapareció.
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Les solicito a cuantos lo lean que por favor lo critiquen para así mejorarlo y entrenarme más en este maravilloso y eterno mundo de la escritura...
Pues, esta excelente y la verdad que me gusto mucho el final y de que trata la historia. Fue muy bueno, por lo que yo entendí ese niño era el abuelo de chico, pero no me digas como era en realidad, no me escribas un mail, porque sino yo perderé la gracia de como lo tomé.