Eso de estar tirado en la cama y esperar y esperar a uno lo trastorna pues por mas que uno ya esta cerca de la muerte con sus ochenta años bien gastados y con el animo de vivir por los suelos, uno siempre guarda su dignidad. Como detesto cuando vienen mis hijos, sobrinos, hermanos con sus caritas de angelitos como si estuvieran haciendo la primera comunión... A quién quieren engañar, si hasta en sus ojos se les lee: “Cuándo se muere el viejo; cuándo se muere; cuándo...”. Ya quisiera saber cuándo, para terminar de aguantar estos dolores que tanto me joden pues ya ni cagar ni orinar puedo... Cómo es la vida. Cuando era niño me gustaba que todo me lo alcancen, y ahora que todo me lo dan en la boca como un bebé, cómo lo detesto... Quisiera hacerlo solo, pero ya no tengo fuerzas... Sólo las ganas, pero eso no es suficiente, se necesita otro cuerpo, juventud, en fin... lo único que no ha cambiado son mis sueños y mis deseos...

Ahora tan solo quisiera caminar un poco, salir a la calle, mirar el cielo, conversar con cualquiera, reírme por nada; cuanto daría por eso... todo lo que tengo, aunque sea poco, pero lo daría todo por saborear eso una vez mas...

Hay veces en que me duermo, y cuando despierto ni me acuerdo en donde estoy; creo que aún estoy en el Ejercito, con todo el escuadrón y el sargento que nos grita muy de amanecida, y todos salimos como gatos a cuadrarnos ante él, y apenas muevo un dedo todos los dolores me patean sin piedad y me empujan al momento actual...

Cuando viene el menor de mis nietos de tan solo dos años, me siento su igual, como asombrado de todo, como fuera de lugar... Me gustaría hablarle pero ya ni la voz me sale. Lo que es la vejez, no es que sea triste, no, es como estar viendo la televisión, todo es lindo, y tienes a un tipo que te para molestando, que trata de distraerte... Ese fulano es el cuerpo y la mente. Uno se siente como mirando desde otro lado; tan solo los lindos recuerdos los saboreo. Es tan lindo recordar, es casi como vivir pues uno comprende y se ríe de lo tonto que fue...

Por culpa de este dolor, ya ni el sonido de la radio aguanto. La comida me la dan por las venas, y me bañan como a un bebe... Hasta me cambian de pañalones. Sí, era como mi abuelo contaba, uno vuelve a la niñez... Ya ni vergüenza me da; sólo me apena cuando veo a mis nietos llorar, pero cómo decirles que el que está jodido es mi cuerpo y no yo... Yo estoy bien, pienso, reflexiono, pero... no puedo compartirlo con nadie, pues ya no tengo fuerzas...

Mi padre decía siempre que se mataría si llegase a estar físicamente en un estado así como ahora estoy yo... Yo le creía, y les juraba a mis amigos y hermanos que yo pensaba igual que mi viejo; pero no era verdad... Con dolores y todo, uno desea seguir viviendo, estar allí, mirar, sentir aquello que cuando estaba en cien puntos no lo apreciaba... Ahora, de tan solo sentir el aire pasar por mi nariz es lindo; ver como los rayos del día entran a mi cuarto como si fuera un vapor; ver la oscuridad de la noche con su magia, con ese armonioso sonido que muchas veces hasta escucho el universo entero... Como son las cosas, uno tiene que llegar a este estado para saborear lo que siempre le pasaba por las narices... Pero es lindo, es muy lindo... Con todas sus cosas, es lindo vivir...

Siempre veía por las películas que cuando uno está por morirse, todo recuerdo pasa ante uno como si fuera una serie de películas. Eso no es verdad pues la película más linda es la que veo cada instante, como si fuera el primero y el último.

Mi esposa cuando me ve, y está con alguien, se pone en un estado como actriz de primera; se pone a llorar, se sopla los mocos, conversa con el que está a su lado de cualquier cosa... Y cuando está sola frente a mí, se asusta como si ya fuera cadáver... Lo mismo pasa con todos, sólo están a mi lado si no tienen nada que hacer, pues si no, se van como si yo apestara... Me hacen recordar a mí mismo cuando pensaba que no tenía tiempo... Qué tontería; qué mentira; cómo se engaña uno... Era esa locura que a uno se le prende como lapa diciéndole: "Cuando consigas esto, podrás descansar y hacer lo que te gusta". Qué engaño; qué mentira; qué locura...

Hace mucho vi por la televisión un cuento que ya ni recuerdo el título, pero trataba de unos fabricantes de trajes que llegaron donde un Rey y le ofrecieron elaborarle un nuevo traje con una tela maravillosa, traída del lejano oriente. Ellos decían que era tan bella esta tela, que sólo los tontos no podían verla. El monarca aceptó que le preparan su nuevo traje sin saber que estos fabricantes eran timadores. Entonces, la noticia del nuevo traje del rey con una tela maravillosa que sólo los tontos no podrían verla, se esparció en todo el reinado. Cuando estuvo terminado este "traje", el Rey salió orgulloso a las calles luciendo su hermoso traje que sólo los tontos no podían verla... Y mientras caminaba calato por las calles, se escuchaba decir en cada lugar en donde pasaba: "¡Oh, que lindo traje! ¡Oh, es tan bello que en verdad sólo los tontos no pueden verlo!". De pronto, un niño se acercó a mirar, y cuando vio a su majestad, dijo: "¿Por qué el rey esta paseando calato?". Entonces, todos se dieron cuenta de lo tontos que fueron...

Algo así creo que sucedió a lo largo de mi vida. "Claro - decía -, mi vida es hermosa, tengo mujer, trabajo, hijos, dinero... Mi vida es maravillosa; pero sólo los tontos no pueden tener esto”. Tuve que ver con los ojos de la inocencia que mi vida estaba vacía... sin nada, calata... Y ahora que entiendo la vida tal como un niño, me siento en paz.

Miro mis libros, mis cosas, que ahora ya no me sirven para nada, y me río... Dicen que cuando viene la muerte le llega como un resplandor, como un ángel... Cómo será. La verdad es que ya no me importa pues no hace mucho entendí que para ser feliz necesitaba de pocas cosas, como respirar, sentir ese hálito pasando como si estuviera columpiándome, y de eso se trataba casi todo... Creo que para eso uno vive, para divertirse, columpiándose tranquilo... Quizás cuando deje este cuerpo, pueda ver quién es el que empuja este columpio... Debe de ser muy lindo conocer a ese señor... Quizás ahora ya sea el momento...

25/11/03