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La Comisaría de Monte Tupido

Sucedió que en la época de las elecciones en Monte Tupido, lugar donde vivían Tío Tigre y Tío Conejo, iba a elegirse al comisario, y ellos eran los candidatos.

Tío Conejo no quería que Tío Tigre saliera electo comisario, porque él estaba seguro de que si salía, por el más pequeño motivo, iba a meterlo siempre a la cárcel.

Pero Tío Tigre no quería tampoco dejarse derrotar por Tío Conejo. Él presentía lo que podía pasarle si Tio Conejo resultaba electo comisario.

Ambos se mantenían ocupados haciéndose propaganda:Si Tío Conejo se reunía con los animales del monte, Tío Tigre hacía lo mismo. Si Tío Tigre preparaba actos culturales, Tío Conejo también los preparaba. Si Tío Conejo repartía avisos para hacerse propaganda, Tío Tigre también lo hacía.

Aunque era una competencia dura y equilibrada, Tío Conejo superaba, con su inteligencia, a Tío Tigre.

Sin embargo Tío Tigre tenía una gran ventaja sobre Tío Conejo, y era que él podía atemorizar a los animales del monte para que votaran por él.

Como Tío Conejo sabía ésto, pensaba en la forma de descontarle a Tío Tigre tan enorme ventaja. Por eso se repetía a cada instante:¿Cómo haré para ganarle las elecciones a Tío Tigre?. ¿Cómo haré para lograr que los animales le pierdan el temor?.

Así pués decidió convocar para una reunión a un grupo, de animales que lo apoyaban como candidato:

- Los he convocado para hablar con ustedes y pedirles algunos consejos en relación con mi propaganda como candidato a comisario de Monte Tupido. Ustedes saben que yo estoy interesado en salir electo, pero Tío Tigre es fuerte, es poderoso. Yo estoy seguro de que muchos animales votarán por él por el miedo que le tienen. Entonces: ¿Cómo podremos hacer nosotros para convencerlos de que ellos pueden votar por el candidato que más les simpatice?.

- ¡Caramba- dijo uno de los invitados- el problema es difícil, pero es necesario encontrarle la solución conveniente!.

- Yo tengo una idea- manifestó otro- Oigan ustedes: Si Tío Tigre quiere salir electo comisario, nosotros tenemos que ganarle dándole una pelea limpia. Debemos multiplicarnos. Haremos reuniones, sacaremos y repartiremos fotografías de Tío Conejo, pintaremos cartelones y los colocaremos en las esquinas, gritaremos en todos los sitios el nombre de Tío Conejo mencionando sus cualidades: honrado, inteligente, justo,
bondadoso, recto, noble, franco, valiente...y repetir que el voto es libre y secreto, que cada animal puede votar por el candidato que le inspire mayor confianza y no ser obligado a hacerlo por uno en particular. Si hacemos eso tendremos que salir vencedores. ¿No les parece?.

-¡Claro que sí?.
-¡Estupendo!.
-¡Magnífico!.

Todos los animales se dispusieron a preparar un plan y con mucho entusiasmo acometieron las tareas.

- ¡Con este plan no nos derrotará nadie!.

¡Vaya propaganda la que hacían aquellos animales!. Todo el mundo estaba sorprendido.Y esa sorpresa de los animales del monte también se le metió a Tío Tigre entre pecho y espalda. Estaba atontado y casi no sabía lo que hacía.
Hasta que un día, luego de escuchar un discurso a favor de Tío Conejo, junto con los demás animales, casi se quemó las manos de tanto aplaudir.
El comentario se propagó como candela entre todos los animales. y eso fue motivo para que, al saberlo los partidarios de su candidatura, se dirigieran hacia su casa para criticarlo:

- ¡Cómo es posible que usted nos haya hecho eso?. ¿Cómo es posible?.
- Y eso no es nada.Lo peor del caso es que los partidarios de Tío Conejo están aprovechando la oportunidad para repetir que las palabras que ellos dicen son tan ciertas y justas que el mismo Tío Tigre las aplaude sin titubeos.

- ¡Estamos perdidos!.¡ Pero tenemos que hacer algo!.

Pero Tío Tigre no acababa de salir de su asombro, no oía lo que decían a su alrededor. Permanecía quejumbroso, con la cabeza metida entre las patas. Luego, dió un salto en su silla y habló por fín:

- ¿Pero qué podemos hacer?.
-¿Cómo que qué podemos hacer?. ¡Que usted sin perder tiempo tiene que apoderarse de Tío Conejo!.
- ¡Sí eso haré! -Dijo Tío Tigre.

Y salió a buscar a Tío Conejo. Pero éste no estaba por ninguna parte, se había escondido. Y así permaneció hasta el día de las elecciones en las cuales resultó ganador.
Fué tan grande el disgusto de Tío Tigre que se enfermó, y de pronto cayó largo a largo en el suelo.
Todo el pueblo se volvía comentarios:

-¡Ahora si es verdad que se le han puuesto las cosas duras a Tío Tigre. Ahora sí se le va a hacer difícil apoderarse de Tío Conejo, porque Tío Conejo es el animal más poderoso de Monte Tupido. Claro... Tío Conejo era la autoridad!.

Y así una vez más, la inteligencia se opuso a la fuerza y la agilidad.
Datos del Cuento
  • Categoría: Fábulas
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1 comentarios. Página 1 de 1
pablo
invitado-pablo 30-12-2003 00:00:00

Si el cuento es de tu inspiración es buenísimo, si es un cuento que te contaron tu forma de narrarlo es amena, felicitaciones

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