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La Era de la Oscuridad (by Lord des Morte)

LA ERA DE LA OSCURIDAD


Cae la lluvia, ya no crece el pasto, el sonido de los truenos parece hacer estallar las rocas, estoy solo deambulando sin rumbo, todo es negro y tétrico, de tiempo en tiempo un relámpago me recuerda lo que era la luz.

Tengo miedo de dirigirme a cualquier lado, pero sé que debo avanzar, sé que si permanezco donde estoy no duraré entero mucho tiempo. A cada paso que doy siento como el suelo se hunde tratando de succionarme, a ratos es inútil tratar de saber que hay alrededor, solo se distinguen sombras negras y bultos más negros.

Sé que he llegado a mi destino, lo puedo percibir por el viento que golpea mi rostro, estoy parado al borde de la montaña donde se origino todo este desastre.

Todo sucedió hace poco más de dos semana, este lugar albergaba algo más que grandes árboles y una extensa pradera, también estaba esta montaña, y en su interior algo tan fascinante como terrorífico.

Era mediodía, cuando de pronto la tierra empezó a templar, millones de diminutas partículas brillantes empezaron a emanar de la montaña con dirección al cielo, en pocos minutos se habían convertido en enormes burbujas multicolor, habían invadido tanto el cielo como la tierra, era el espectáculo más extraordinario que la mente humana podría soportar, parecían danzar sincronizadamente al compás de una suave melodía entonada por el viento.

La gente, con la mirada fija en el espectáculo, quedo hipnotizada ante semejante belleza, sin poder advertir la extraña mancha oscura que crecía bajo sus píes. De pronto el día se torno en noche y la belleza de la luz trajo consigo una siniestra oscuridad que se expandía más y más a cada instante.

En ese momento mire a los costados, mis ojos no podían distinguir bien, pero sé que lo vi, la gente se estaba convirtiendo en una especie de masa gelatinosa cuya silueta se fusionaba con el tétrico y descolorido paisaje, sus sonrisas se deformaban y daban la impresión de derretirse.

No sabía que estaba pasando exactamente, y tampoco podía comprender porque este fenómeno no me ocurría a mí también, acaso el poder de la oscuridad no tendría efecto sobre mí.

Aún podía distinguir algunas porciones de cielo azul a lo lejos, y a esas luces revoloteando en su interior, de repente empecé a sentir como dejaba de circular sangre por mis venas, era muy difícil seguir respirando, sentí que no podía apartar la vista del cielo, entendí que era mi momento de ser absorbido.

Antes de perder el conocimiento pude ver a las últimas burbujas multicolor descender del cielo a toda velocidad para estrellarse contra mi cuerpo. No sé cuanto tiempo haya permanecido inconsciente, solo recuerdo que desperté totalmente asustado, no podía ver nada a mi alrededor, primero pensé que estaba ciego, luego recordé lo sucedido y empecé a correr en cualquier dirección.

Alguna clase de criatura extraña me perseguía, podía sentir sus pasos tras los míos, su aliento era helado, tanto que podría atravesar mi cuerpo y congelar mi sangre, aunque sentía como si careciera de ella, no había comido nada en días, el aire es casi un veneno mortal, pero parece que tales cosas no me afectaban en lo absoluto.

Había corrido tratando de escapar de la oscuridad, pero siempre regresaba a la misma montaña, trataba de escapar, alejarme de ella, pero siempre terminaba en el mismo lugar.

La última ocasión que estuve aquí, no huí como las veces anteriores, estaba decidido a cambiar mi destino, aquel sitio no me dejaba escapar, pero estaba dispuesto a hacer todo lo posible para destruir dicha maldición, así que escalé la montaña.

El ascenso no fue difícil, las rocas penetraban mis manos fácilmente, como si filosas dagas acuchillaran el agua, sin embargo el dolor era inexistente, cuando llegué a la cima estaba lleno de odio, solo pensaba en la impotencia de no poder hacer nada para acabar con esta oscuridad; en ese momento la criatura que me perseguía apareció abruptamente lanzándose velozmente sobre mí, tenía grandes ojos rojos y largos colmillos, era lo único que podía distinguir en medio de las tinieblas.

Me arrojó al suelo y sujetó fuertemente, con sus garras arrancó mis ojos y los engulló rápidamente, luego de eso, introdujo sus garras nuevamente por mi cabeza pero más profundo esta vez, sentí como mi cerebro era extirpado en pequeños trozos, el dolor era grande pero muy satisfactorio a la vez, en ese momento comprendí que no podía morir porque ya lo estaba, el odio dentro de mí me hizo levantarme y como un acto reflejo grite tan fuerte como pude, la criatura se contorsionaba alocadamente hasta terminar arrancándose los oídos con sus propias garras, para luego caer y rodar montaña abajo, aunque carente de ojos pude percibir perfectamente lo sucedido, como si estuviera en medio de una noche de luna llena.

Parado en la cima de la montaña podía contemplar el tétrico y lúgubre paisaje, podía ver a kilómetros como las mismas criaturas asechaban y luego devoraban a la gente que aún existía. El placer que sentía al ver sus cuerpos retorcerse de dolor era incontrolable, tanto que mi paladar me exigía convertirme en una de esas siniestras criaturas.

Descendí la montaña y me dirigí donde yacía agonizante la criatura que me atacó, desesperado empecé a despedazar y devorar sus órganos, mi locura no terminó hasta no dejar nada de él. Luego, muchos humanos siguieron mi ejemplo, y empezaron a engullir tanto organismo "vivo" se cruzara en su camino.

A veces aparece una de las criaturas como la que me atacó, pero no duran mucho, son devorados fácilmente, ilusos!!, habían despertado de su sueño y liberado la oscuridad para poder alimentarse de nuestros cuerpos, creyeron que cubriendo de tinieblas este mundo sería suyo.

Nuevamente he regresado a la cima de esta montaña, puedo ver claramente todo a mi alrededor, tanta muerte y destrucción me hipnotiza y me da fuerza para no morir jamás, Este lugar se considera tierra sagrada, todos suben a admirar la inmaculada belleza de la desolación, así como yo, también otros son atraídos por el esplendor de esta sombría y tenebrosa vista, es el lugar perfecto para nutrirme y saciar las ansias de sangre, solo es cuestión de esperar oculto y pronto un incauto se convertirá en la cena.

El mundo esta cubierto de oscuridad y gritos de dolor, todos saben que están muertos, ya casi nadie recuerda lo que era la luz, una nueva era ha comenzado para la humanidad, la luz nos mantuvo con vida, pero ahora la oscuridad nos mantendrá inmortales.


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Datos del Cuento
  • Categoría: Terror
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