Habia caido la tarde... El viejo pescador al que llamaban "El Seco",habia salido al rio. Ese dia no tuvo tanta suerte en la pesca por lo que decidio quedarse un rato mas. Como ya estaba empezando a obscurecer, encendio una lampara de gas la cual no tardo mucho tiempo en agotarse. Busco entre sus cosas y lo unico que encontro fue una cruz de madera que siempre habia llevado en su bote como resguardo. Al no tener con que alumbrarse decidio regresar, pero de pronto se le ocurrio incendiar la cruz para poder alumbrarse mientras intentaba pescar algo mas...

A los pocos dias El Seco enfermo y murio. Los vecinos del area comenzaron a ver a lo lejos durante la noche una luz que subia de una montaña a otra y se deslizaba por todo el rio. Esto comenzo a causar mucha curiosidad y miedo, pues se decia que esa luz era el alma del pescador que habia sido sentenciado a vagar en la Tierra hasta que encontrace las cenizas de la cruz que habia quemado...

Tomas, un joven muy incredulo que vivia en una de las fincas del area, se asomaba todas las noches por la ventana de su cuarto y miraba para todas partes intentando encontrar en la obscuridad la supuesta luz que muchas personas decian ver. El habia escuchado muchas veces sobre esta leyenda, por lo que cada dia se convencia de que todo era un cuento inventado por los viejos para evitar que los niños estuvieran fuera de sus casas el caer le noche...

Una noche pudo ver claramente una luz que recorria de un lado a otro el rio. Penso que quizas pudiese ser algun hombre que habia perdido su ganado y lo andaba buscando con una lampara, aunque al mismo tiempo sentia curiosidad en comprobar si era cierto o falso lo que se decia. Recordo que segun la leyenda, si alguien le gritaba a "El Seco",este se enfureceria, por lo que grito por la ventana con una voz chillona que se pudiese escuchar a lo lejos: "Uuuuuuuooooooo...!, uuuuuuooooooo...!" Al el hacer esto, noto como la luz se movio a gran velocidad y subio montaña arriba cruzando la finca hasta llegar y azotarse fuertemente contra la pared de madera afuera de su cuarto... Tomas cayo sentado en el piso muy asustado, de pronto, escucho las gallinas que gritaban alvorotadas fuera de la casa. Se puso de pie y camino lentamente hacia la ventana... Al asomarse fue golpeado en el rostro con una gallina que habia sido lanzada con fuerzas desde afuera, por lo que cerro de un golpe las ventanas y comenzo a resar nerviosamente.

Su tio, al escuchar el ruido, salio con su escopeta para ver si habia algun ladron merodeando por el area, pero por mas que los peones ayudaron con la busqueda, no pudieron encontrar nada.

Todos los dias desde esa noche, Tomas comenzo a resar a Dios para que perdonara el alma del pescador y le diera por fin descanso a su alma... De vez en cuando se asomaba por la ventana y miraba a lo lejos contemplando la luz que subia y bajaba la montaña hasta recorrer por todo el rio. Luego miraba al cielo y veia las estrellas pensando que quizas algun dia cuando "El Seco" haya encontrado las cenizas de la cruz su luz tambien podria brillar en el firmamento con todas las demas...

Esta leyenda es una mas de tantas que ya casi se han olvidado en Puerto Rico. Hoy, gracias a mi abuela Emilia, puedo compartirla con ustedes...


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