Una ovejita estaba perdida en un campo, ella balaba desesperadamente, de un rebaño se había separado, y no podía encontrar donde estaban sus otros hermanos. La pobre se paso el día llorando, aunque el prado era verde y había mucho pasto, a ella no le apetecía estar sola y su balar era de llanto. Pobre ovejita que llanto más desesperado.
Por allí paso un pastor y a la ovejita recogió, le dijo: “Ovejita, ¿Cómo es que te has perdido?, No te debías de haber separado de tu rebaño”. Y la ovejita contestó: “Yo no me he separado es que como soy pequeñita no pude seguirles el paso, por eso me quede atrás y me quede en este campo, porque no sabía hacia donde tirar, cuando perdí de vista al rebaño”.
¡Pobrecita! Dijo otra vez el pastor y se hizo de ella cargo e intento encontrar, para que la ovejita fuera feliz, a su rebaño. Al caer la tarde se oyó, el balar de un gran rebaño y supuso el pastor que la ovejita podría devolver a su amo. Así que espero a que un poco más se acercaran para ver si pertenecía a aquella manada.
La noche caía ya y la manada que oyó balar no pasó ni lejos ni cerca de aquel lugar. El pastor extrañado, pues él había oído al ganado, se preguntó, que pudo haber pasado para que no pasaran por el campo en el que él estaba esperando.
El desencanto le entro luego, cuando vio a la ovejita jugando y comiendo de aquel pasto que antes había rechazado. Se dijo: “Yo creía estar haciendo bien buscando de la ovejita el amo, pero veo que aquí se siente feliz pues no ha vuelto a balar con llanto, ella feliz parece estar a mi lado”.
Y así era, la ovejita había encontrado quien se preocupara de ella y no quería regresar con su rebaño que, porque ella no sabia andar deprisa, le dieron de lado. Pobre ovejita, por fin había encontrado el pastor que necesitaba, y el campo supo apreciarlo pues ya no se encontraba sola como había estado hasta hacia un rato. Su rebaño, como vemos, no se había preocupado de buscarla.
Resultado: La ovejita se encontraba sola, por eso no le importaba ni el buen pasto. Cuando el pastor la recogió comprendió que aquel pasto era bueno, porque el pastor la trató con amor y de lado no la dio.
Aunque la gente ande despacio, hay que esperarla para que no se quede triste y sola en otro lado.
Si no clasificas tus cuentos dificilmente sean leídos, yo puse algo que no es nada al lado de tus escritos y hasta votos tiene. Por ejemplo esto que escribiste es una fábula, o sea, relato donde los protagonistas son animales,y además tiene una hermosa moraleja.