Viajaba solo en el colectivo , acompañado de su destartalada radio con un solo auricular en la segunda hilera de asientos, en paralelo, de pie en el pasillo y mirando al fondo una persona hablaba del plan municipal de SIDA , de su alcance y de la experiencia que tenía que vivir.
-Soy Julio, hace 12 años estoy enfermo, estoy casi sordo y con un solo ojo....."
Entonces mientras prestaba atención a lo que decía el infortunado buscaba en el fondo del bolsillo del pantalón una moneda.
-este infeliz quiere plata, /pensó sin avergonzarse de su frialdad/, mas de 0,25 no le voy a dar....
cuando julio se acercó el extendió la mano con la moneda y un alfiler de gancho que entró sin permiso por la atrofiada carne del infortunado.Luego de una formal disculpa volteó la vista, esperó que baje y clavó en su mano (luego por el antebrazo repetidas veces) el rojizo,asesino,tísico alfiler.
De esta manera demostró lo que sentía por su vida gris.
Ser aprontado siempre conduce a malas visualizaciones. Me gustó el mensaje del cuento. Nadie es menos que nadie y no por tener una enfermedad quiera decir que no valemos lo mismo que valiamos antes.