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La Profecía del Fin del Mundo

Se ha anunciado el fin del mundo, que inmenso pesar imagínense todo va a terminar, todo se va a acabar, me preocupa bastante este hecho, pues si el mundo se va a terminar, si hemos llegado al fin, ¿que pasará con los niños?, ¿con los enamorados?, ¿que objeto tiene estudiar?, ¿de que serviría buscar un trabajo?, Pero antes de profundizar en este tema tan deprimente quiero informarles como me enteré de este hecho fatídico.-

Recuerdo que en el año mil novecientos setenta y cinco, estando yo, en mis ocupaciones habituales, me dispuse a prepararme para la visita a misa que me correspondería al día siguiente, procedí a realizar un inventario de mis preparativos, ya estaba planchada mi ropa, ya había escogido los calcetines que me correspondían, sin embargo noté , que mis zapatos, tenían muy mal aspecto, eran mis zapatos unos burritos de la Fabrica que se encontraban sumamente maltratados debido a mis correrías habituales por el inmenso patio de nuestra vivienda y si pensé en ese momento que era necesario lustrarlos, no contaba con pasta, ni cepillo y si bien ya había experimentado con aceite MENEM , en esta oportunidad, preferí gastar cincuenta centavos de las ganancias que me brindaba mi hermano JAIME, para que un profesional del lustrado, atendiera mis zapatos, con tal disposición me senté en la banquita de madera, en el frente de mi casa , la más pequeña a esperar a un lustrador, de los que pasaban en gran cantidad para que le diera lustre a mis zapatos y de esta manera llegar a misa el Domingo, reluciente.-

Sentado en la banquita de madera estaba, cuando pasó un niño de aproximadamente diez años, quien llevaba una enorme caja para lustrar y me ofreció sus servicios, bueno le dije, ¿En cuanto me lustras?, vale 75 centavos me dijo, yo le expliqué que sólo contaba con 50 Centavos y él dijo que bueno, puso su cajita de lustrar y comenzó a sacar los implementos de la misma con gran maestría, lanzó su cepillo al aire el cual hizo movimientos circulares sorprendentes, sacó de entre sus cachivaches una corcho lata y con ella raspó con fruición la suela del zapato y el tacón, como amo y señor de su oficio.-
Pienso que soy una persona sociable, claro, puedo estar muy equivocado, pero sosteniendo la primera tesis y tan sólo por entablar dialogo, le pregunté: ¿Cuántos pares te haces diario?, el me miró con cierto aire dubitativo y dijo: Eso depende, si es un día soleado, o si es un día lluvioso, debo explicarte que los días soleados son mas provechosos para lustrar, mientras que los días lluviosos, son pocos los dispuestos a lustrar sus zapatos y además de eso, si mi padrastro no me manda a cargar leña, pues si tengo que cargar leña, me puedo atrasar mucho, pero gano más.-

Escuché con atención la información que me había brindado y luego de que el terminara de hablar, le pregunté nuevamente: ¿ y cuantos pares te haces diario?, fue en este momento que vislumbré que no estaba ante un ciudadano común y corriente, me quedó viendo con cierto grado de irritación, entrecerró los ojos haciendo un gran esfuerzo por ser razonable y me dijo: Ya te expliqué, que todo depende de la clase de día que sea, ¿ o es que no me has logrado entender? Mientras decía esto, ya había terminado el primer zapato y lo había dejado embetunado para la última y portentosa lustrada, supe y no se si instintivamente lo comprendí, que mi interlocutor era alguien con muchísimo potencial, tanto en el arte de conversar, como en la confrontación física, así que cediendo un poco, suavicé mi tono y dije: ¿Cuánto cuesta el lustrado de unas botas? Me quedó viendo incrédulo y desafiante, olió mi temor, pero se dio por complacido al sentirse superior y dijo: Depende del tamaño de la bota, yo supe que me había puesto una trampa, así que preferí callar.-

Te voy a decir algo; me dijo el lustrador; En el año de 1977,! va a ser el fin del mundo ¡ La noticia que me diera el lustrador, con tanta arrogancia me hizo perder los estribos, soy una persona sumamente cauta, pero la provocación me tomó por sorpresa y por ello le respondí: ¿ El fin del mundo? (Esto con tono sarcástico), y quien te lo dijo?, la pregunta quedó flotando en el aire, mientras con magistral armonía había embetunado el segundo zapato, levantó su mirada, me dedicó una sonrisa enigmática y me dijo; ¡prepárate, ya viene el fin!
Con aire indulgente le manifesté: No, el fin del mundo nadie lo sabe, ni nuestro Señor Jesucristo, él dijo que esto sólo lo sabe EL PADRE ETERNO y nadie más, ni ángel ni demonio.- Me quedó viendo con enojo y espetó: ¡Ya te dije hijueputa! ¡El fin del mundo es en el año 1977! Si seguís jodiendo te voy a turquiar.- Te voy a dar una paliza que vas a olvidar tu nombre .- Para ese momento había terminado de lustrarme mis zapatos, le entregué los 50 centavos y en tono conciliador le dije: “ Bueno yo no sé, ojalá que DIOS nos perdone, y me metí rápidamente a la casa, logré escuchar que de la calle me gritó: ¡Me las vas a pagar hijueputa, todos los días voy a pasar por aquí y te voy a turquiar, te voy a romper la trompa antes del fin del mundo!
Amigos, este hecho que les cuento, ocurrió cuando yo tenía siete u ocho años y desde entonces, procuro no trabar conversación con aquellos que anuncian el fin del mundo, pues temo que son personas muy estresadas, de convicciones muy radicales y que fortalecen sus tesis por las vías de hecho, recuerdo las palabras de las Sagradas Escrituras que señalan que antes del final de los tiempos, habrán muchos falsos profetas, agoreros del desastre y por ello me dedico a la oración y pido por todos nosotros, que si algún día viene el fin del mundo sobre nosotros, este sea un momento de regocijo, de paz y amor, cuando al fin nos reunamos con nuestro SALVADOR y podamos maravillarnos de Todo lo que ha creado EL PADRE ETERNO y finalice este sistema de cosas injusto en que vivimos y sea el fin del mundo injusto y cruel y podamos vislumbrar el advenimiento de un mundo lleno de amor, de paz y de comprensión entre los seres humanos y su creador.-

Por el momento y siendo que jugar de adivino resulta muy difícil, solo me resta desearles a todos serenidad y por si acaso A todos les deseo un feliz FIN DEL MUNDO y que esta palabra signifique, que va a desaparecer la injusticia, la crueldad, la explotación y la incomprensión.-
Datos del Cuento
  • Categoría: Metáforas
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