En mi país existen leyes contra el abuso conyugal, pero a veces los tecnicismos dan al traste con su ejecución. Esta ola de violencia que vemos constantemente, afecta el sano desarrollo y funcionamiento de nuestros niños. Muchas veces cuando la ruptura del matrimonio se da a consecuencias del maltrato, la parte maltratante se niega a mantener una buena relación con sus hijos.
Escribí ésto la pasada navidad pensando en esa mística de los Reyes Magos, esa ilusión de tantos niños. Como decirle a esos padres que aún separados siguen siendo los padres de sus hijos.
Este primero: lo titularé "La última noche" y el segundo: "Los Reyes Llegan"
La última noche
Señores . . . cuantos niños en esta sociedad estarán pasando por la crueldad de la vilencia entre sus padres. Cuantas mujeres no se dan cuenta que al ser maltratadas, maltratan a sus hijos.
Marido: (llega borracho) Mujeeer . . . dónde estás . . . DONDE ESTAAAAAAS
Mujer: Niños acuestense a dormir que llegó su papá. shhhhhh.
Mujer: (abre la puerta) Ahora llegas. Mira como estás. Otra vez gastaste todo lo que ganaste en la bebida.
Marido: Y a tí que te importa. Dame comida.
Mujer. Si, si, la estoy calentando.
Marido: Avanza desgraciada. Y ese pelo tan bien pintado. Para quien te arreglaste hoy.
Mujer: Es el mismo color de siempre, el que te gusta.
(él ebrio, tambaleándose, la toma por el pelo frente a la estufa)
Mujer: Dejame.
Marido: Ah, conque no te gusta, verdad. Ven acá, quiero que seas mía . . . o es que te ves con otro y ya no quieres que te toque.
Mujer: Ayyyyyy. Déjame. (muy quedo) Déjame por favor, que los niños se despiertan.
Marido: Ah ..... los acostaste temprano para hacer lo que te da la gana. Para meter hombres a la casa. Desgraciada, ahora vas a ver.
Mujer: Estás borracho. . . deja servirte comida para que se te pase.
Marido: Esa porquería, eso no es lo que yo quiero comer. (le dio una manotada a la olla y tiró la comida)
Mujer: Por favor, los niños se van a dar cuenta.
Niño: (sale del cuarto) Mami, mami, que le pasa a papi.
Mujer: No, nada. Vete a dormir. Es que la bebida lo pone así, mañana estará bien.
Marido: (la toma por el pelo mostrándole el rostro de ella al niño) Mira escuincle . . . que bonita, verdad. Es una desgraciada. (y le pega)
Niño: Papi, papi, déjala (se le acerca el pequeñín a hacer fuerza para que él ya no le pegue. El hombre empuja al niño, la mujer grita, el niño sigue tratando de defender a su mamá. El hombre sigue tirando y rompiendo todo lo que encuentra. De pronto le da una patada al juego de video del niño. El niño, rabioso, se le tira encima llorando y dándole con las manos y los pies. (el niño llorando le grita) Lo rompiste . . . lo rompisteee. (en su rostro se dibuja una gran angustia)
Marido: (empujando nuevamente al niño) Vete al infierno . . . ( la madre trata de defender al niño y el hombre le pega con el puño. De la borrachera, cayó junto a ella al suelo. El niño, llorando, trata de empujarlo para levantar a su mamá)
Mujer: Hijo llama a la policía por favor. (el niño llama a la policía. Llegaron.)
Niño: Mire señor, por favor, ayude a mi mamá. Ayúdela, ayúdelaaaaaa.
Marido: (aún el piso, grita) A qué vienen . . . ja ja ja A ayudar a esta ramera . . .
Niño: Señor, por favor, llévense a mi papá. Le tengo miedo.
Policía: Señora . . . señora . . . está usted bien. La ambulancia viene en camino. No tiene usted algún familiar . . . . Oye, niño, tienes algún familiar con quien quedarte.
(Mientras . . . . el otro policía continúa forcejeando con el borracho para ponerle las esposas)
Niño: No tenemos a nadie, solamente a mi mamá. Ella siempre esta con nosotros. Mi papá no la deja trabajar y siempre le está peleando. Hce dulces para vender y con eso me compró el juego de video que mi papá rompió. Mire. (con los ojos bañados de lágrimas entre sus manitas muestra el juego de video roto) No quiero que mi papá esté en casa. No quiero que le pegue más a mi mamá.
Policía: Está bien, vamos con nosotros.
(En eso, llegó una vecina)
Vecina: Luisito . . . .
Niño: Señora . . . quédese con nosotros en lo que viene mi mamá. Se la llevan al hospital.
Vecina: Oficial, no se preocupe. Me llevaré los niños a casa. Es lo menos que puedo hacer por esta mjuer . . . porque, sabe, . . . es una gran mujer y una gran madre. Ese desgraciado. Ella ha tratado de que lo saquen de la casa y las autoridades no han hecho nada.
Policia: No se preocupe, que a ése lo vamos a dejar bien guardado y vamos a pedir una orden para que no pueda volver a esta casa.
Mamá: Hijo . . . dame un beso . . . quédate con ella, cuando regrese del hospital, ya no dejaré que tu papá venga a esta casa a molestar. Estaba equivocada, ya no cambiará, la bebida lo controla. Sé que solos podremos salir adelante. En fin, que no me había dado cuenta que todo lo hacemos solos. Me dí cuenta cuando dijiste que te compré el juego de video con el dinero de los dulces que vendo. Te amo, hijo (aún tendida en el piso, extiende su brazo y acaricia el rostro del niño. En esos momentos salían del cuarto el pequeñin y la nena) Los amo mucho. Ya no dejaré que la violencia les haga daño. (a la vecina) Cuídalos y no te preocupes por el reguero, ya lo recogeré cuando salga del hospital. Ah . . . el nene sabe donde tengo guardado unos chavitos. Hijo, búscalos y dáselos para que les compre lo que necesiten en lo que regreso. Está bien.
Vecina: No, yo los atiendo. Te los guardaré. Sé cuanto sacrificio te ha costado ahorrarlos.
Niño: Mami . . . . te quiero mucho . . . (La acaricia, le da un beso y) Señor . . . llévela al hospital y que la curen . . . . Mañana tenemos que hacer un proyecto para la escuela. Ella siempre me ayuda.
Lo siento. Tu dolor por el ajeno, el de tu hemana, es una muestra de cuanto la amabas (y la seguirás amando) El castigo, aunque errado, no tenía la intención de maltratar. Pero . . . no les faltaba amor. Y por tus líneas sé que fue suficiente para borrar el dolor de la carne.