La belleza del cisne cantor.

(Evolución o Creación, 56).

Las aguas del lago Grindon, situado en medio de las onduladas colinas northumbrianas, no muy lejos de la frontera entre Inglaterra y Escocia, reflejaban los tonos rojizos y pardos de los cerros circundantes cubiertos de helechos. Mientras contemplaba el paisaje, unos gansos grises picoteaban la parte superior de las plantas acuáticas junto a grupos de agachadizas, avefrías y chorlitos dorados. 

De repente, mientras la neblina empezaba a disiparse lentamente, oí un sonido fuerte parecido al de una trompeta. Se trataba del reclamo de una bandada de cisnes cantores que sobrevolaban las colinas a poca altura. Verlos planear con sus alas de más de 2,5 metros de envergadura antes de posarse sobre el agua fue un espectáculo de imponente belleza. A mediados de Octubre cuando se congelan las aguas septentrionales, estas aves migran en dirección sur desde Rusia, Islandia y el norte de Europa en busca de alimento: agua, plantas, moluscos, semillas e insectos. 

El cisne cantor [Cygnus cygnus] es una especie de ave anseriforme de la familia ‘Anatidae’ propia de Europa y Asia. Es un ave grande. La longitud total del macho adulto alcanza 1,65 metros y un peso medio de 10,8 kilogramos, con un peso máximo que sobrepasa los 12 kg. La hembra es más pequeña, su peso promedio es de 8,1 kg. Con una envergadura de 205 a 235 cm.

No hay dimorfismo sexual en plumaje adulto, ambos sexos tienen plumaje blanco. La mitad del pico en la base, es de color amarillo, lo que diferencia de otros cisnes blancos.

Comienza la reproducción en la primavera boreal, en mayo o julio. Ponen 5 o 7 huevos. El nido es construido en el suelo y llega a ser inmenso.

Los 29 cisnes que había en el lago ofrecían una escena preciosa cuando los enfoque con los prismáticos para ver de cerca las manchas triangulares amarillas que tienen en la base del pico. La posición erguida del cuello les confería un aspecto solemne.

Hubo un tiempo en que el cisne cantor se reproducía en Gran Bretaña, en el siglo XVIII dejó de hacerlo y hasta la fecha no han vuelto a anidar en la isla. En la época de cría se vuelven muy agresivos y protegen con pasión de cualquier enemigo potencial el nido.

Macho y hembra construyen juntos el nido con palos sobre una isla directamente encima del agua. Los nidos construidos en el agua constituyen islas flotantes que soportan el peso de un hombre. La hembra incuba los huevos, de color amarillento, por un espacio de hasta 35 o 42 días. Ambas aves también cuidan conjuntamente a las crías hasta que éstas emprenden el vuelo, al cabo de unas 10 semanas.

Mientras el esplendoroso Sol carmesí se ponía tras las ruinas del fuerte romano de Vercovicium, tiñendo de rosa pálido el lago y los cisnes, pausé para reflexionar sobre la belleza de la vida y la maravilla de una obra creativa tan majestuosa.

Piense por un instante amigo lector: La majestuosa belleza y vida del cisne cantor, será producto de la evolución o de la creación. ¿Qué cree usted que es, casualidad o diseño?.

Este relato contribuído a la revista ‘!Despertad!’ [8 agosto, 1994, editada por los testigos de Jehová], me hizo recordar el texto de la Biblia en Nehemías capítulo 9, versículo 6, donde leemos: “Solo tú eres Jehová. Tú hiciste los cielos, sí, el cielo de los cielos y todo su ejército. Hiciste la tierra y todo lo que hay en ella, los mares y todo lo que hay en ellos. Tú los mantienes a todos vivos. Y el ejército de los cielos se inclina ante tí”. Esta cita bíblica nos ayuda a comprender que la majestuosidad y belleza del cisne cantor, es el resultado de un Diseñador muy creativo y Todopoderoso que alegra nuestra vida con todo lo que nos rodea para disfrutarlo en nuestro diario vivir.