CAPÍTULO I: La bodega de los Turgescent`s

Ernesto y Zeferino eran dos grandes truhanes malhechores, se conocían desde la más tierna infancia, pero a veces se peleaban porque Ernesto era muy turgescente y Zeferino se reía de él, hasta que un día Ernesto acudió a clases de taekwondo y técnicas de supervivencia con Mrs. Charly Millagi.

Mrs. Charly estuvo en Vietnam pero una explosión le afectó al esternocleidomastoideo con lo cual sus bacterias inmunes se turgescenciaron y se acomodaron al punto capilar del ábside anular del circunloquio platelmíntico afectándola a la parte occipital de las lenticelas estomáticas quedando sus células oclusivas unidas con el ostiolo de la cámara subestomática causando la abertura en la cavidad pericárdica y hemofílica, por lo cual su anabolismo fue susceptible a la endocitosis. Todo este cúmulo de circunstancias tan circunspectas la afectaron al metacarpio bucal.

Un día en clases de taekwondo y técnicas de supervivencia Charly Millagi les llevó a las bodegas propiedad de los Turgescent`s e hijos y les enseñó a pasar desapercibidos en una de las bodegas. Les hizo introducirse en un tonel sigilosamente, con sigilo y sosiego reflexivo.

Zeferino entró perfectamente debido a las corrientes de convección corporales, en cambio a Ernesto le costo arduo trabajo y una vez dentro no pudo salir. Entonces nuestra heroína con un golpe certero, seco y preciso de hacha sobre el centrómero del tonel consiguió sacar a un Ernesto airoso y pletórico pero con unas leves contusiones en el pericarpio superior del micrópilo de los cotiledones inferiores de la zona pelúcida que le producían una lesión en los capilares glomerulares de la micropipeta aferente, con lo cual su cápsula de Bowman producía un incremento en la diferenciación de la presión hidrostática.

CAPÍTULO II: La historia de Mark

Una vez fuera de la bodega propiedad de los Turgescent´s e hijos se encontraron al más acérrimo, virulento, pernicioso, retrógrado, acemilar, pazguato, puritano y seductor de los hijos del mítico jugador de petanca y bolos, que después de abandonar la disciplina de los dardos se dedicó al estudio de la frecuencia cardiaca de las pulgas de agua dulce y otros especímenes estereotipados, hablamos por supuesto del gran Mark Turgescent.

Mark sobresaltado con sobresalto, dando un salto muy alto y con tacto poniendo cara de cobalto contactó con el suelo y dijo:

-¡Eh! ¿Pero qué hacíais en la bodega insensatos? Venid aquí.

Acudieron a él y Mark les contó la siguiente historia increíble pero no visible aunque accesible, posible flexible y sobre todo temible porque les apuntó con un rifle que le dieron con un chicle:

- “ En una oscura noche de invierno cuando el Sol resplandecía con el máximo esplendor, entré en la bodega cuidadosamente y con cuidado, cuando de repente un insecto de Malphigi con boca con apéndices bucales y ciegos gástricos me atacó lanzando una egagrópila por su tubo contorneado proximal, la cual cayó en el suelo y empezó a segregar unos huevos que empezaron a metamorfosearse.

Yo no lo di demasiada importancia hasta que al cabo de una hora cuando bajé a la bodega a pasear al can (perro) vi que de los huevos salían unas criaturas parecidas a ajolotes de cabezas cobrizas con garras feromónicas y estilbenos. Las criaturas se dispersaron por la periferia de la bodega y cuando el perro fue a atacar a una de las criaturas para soliviantar la situación todas las criaturas se abalanzaron sobre el perro, dejando solo los huesos sobre una inmensa laguna de sangre.

Entonces fue cuando me empecé a preocupar un poco, por lo que me fui a tomar una cerveza al bar de mi gran amigo Mariano el Murciano que tenía el pelo cano, dejando encerradas a las criaturas en la bodega” –respirando profundamente dijo- por eso os pido que me ayudéis a resolver el intríngulis.

CAPÍTULO III: ¿Qué son esas criaturas?

Entonces Charly enfundando su “Magnun 56” y asintiendo con la cabeza exclamó:
-¡ Pequeños saltamontes, debemos ayudar a nuestro amigo Mark!
Charly Millagi y sus adyacentes compinches y viles colaboradores con cara de chinche que no dejaron de asombrarse ante el increíble y sutil relatillo decidieron ayudarle.
Mark experto en el estudio y comportamiento de los especímenes comentó al respecto de las criaturas parecidas a ajolotes:
-“Yo opino que se podrían tratar de carpelos con prognatismo avanzado cuyo gen recesivo ha producido poliploidia en los propágulos de los autosomas debido a que el tejido merisquemático de los monotremas se ha concervado en el modelo del flujo génico desembocando en una curvatura longitudinal en las pacas oseas del gigón y del gálago posterior a los genes homeóticos”.
-¡No! Yo no creo que se trate de eso- replicó Charly estrepitosamente y con estrépito- “mi opinión se basa en la especialización alopátrica o por aislamientos reproductivos de criaturas con anemias falciformes en los tarsianos distales de la convergencia adaptativa del pleistoceno superior en los prolegómenos de las auxinas ubicadas en las células gliberelinas fitocrómicas que se unen con los crisantemos produciendo poinsentias ajolóticas, por lo cual deduzco que se trata de unos “Bombix” macho con la corteza suprarrenal antepuesta a la somatotropina de la hormona foliculoestimulante y luteínica...”



Rápidamente y con rapidez Ernesto interrumpió a Charly en su tesis respecto a los espectros malignos y dijo:

-“Bajemos a la bodega y comámonos a esos pérfidos y túrgidos triglicéridos asesinos”

CAPÍTULO IV: La bodega

Entonces armados de valentía y avidez de dispusieron a bajar a la bodega cual los ríos que son nuestras vidas y van a la mar.

Silenciosamente Charly comenzó a girar el picaporte hasta que al llegar al punto medio una enorme fuerza tiró de ella hacia dentro y cerro la puerta.

Charly se encontraba conmocionada del golpe que había sufrido en la cabeza que le produjo una cisura interhemisférica en la cara ventral afectándola al pedúnculo cerebroide y a los lóbulos del hipocampo del trígono anular. Exteriormente solo se le notaba un edema en la vermis y en las circunvoluciones protuberantes, es decir, su cloroides esclerótica sufrió una plasmólisis en la siringe del estatolito del corpúsculo de Krause por lo que sus células pilosas comenzaron a formar nódulos contráctiles cuya vaina de mielina hizo que sus botones sinápticos se vasodilataran, o sea que la trepanaron un brazo.

Charly en un alarde de noroadrenalina consiguió salir de la bodega gritando: - ¡Dios mío, Dios mío! Me han trepanado un brazo...

Zeferino intervino y dijo: - Con la boca llena no se habla- Charly enfurecida, con furia y con penuria contestó:

- ¿A qué te refieres secbutil alumno?

- Es que o tienes un ajolote en la boca o no te has lavado los dientes en un año.

CAPÍTULO V: Aparece el pinchafishes

- ¡Oh! ¡quitádmelo, quitádmelo! Me está cercenando el carcinoma de células escamosas de la garganta.

Zeferino con un rápido y veloz movimiento de brazo consiguió sacar a la criatura de la boca de Charly.

Nuestros protagonistas decidieron que lo más correcto era realizar una autopsia a la criatura desalojada de la boca de Charly. Para ello llamaron a Charles “el pinchafishes” , experto en taunografías axiales computerizadas en estrabismo y gran discípulo del factor inhibidor de la hormona gonadotrópica, coriómica de la giárdisis; hablamos por supuesto del gran Jacobieriv Chetcotepronov.

Una vez hecha la autopsia Charles “el pinchafishes” enunció sus primeras hipótesis:

- Estas criaturas están compuestas en un 80% por cadenas de alphaglobina que están unidas a través de unos vasos antígenos produciéndo una inmunidad ante el homúnculo sensorial del epitelio. Esto quiere decir que un compuesto por efecto placebo que contenga 3mm de la fórmula orgánica: “ 3 butil, 2 isopropil, 4 vinil, 5 secbutil,6 etil, ciclo hepteno” con grandes concentraciones de benzoato de magnesio puede acabar con estas criaturas del diablo; aunque a falta de todo esto –dijo Charles en tono tranquilizador- podemos usar un poco de agua de grifo.

Instantáneamente se apresuraron a llenar todas las botellas de agua que tenían a mano y una vez llenas se dispusieron a entrar en la bodega.

CAPÍTULO VI: El fin se acerca

Nuestros amigos entraron en la bodega con 3,87764 litros de agua de la famosa marca “Casa Conchita” y empezaron a bombardear agua por todas los extremos de las esquinas de la ovalada bodega.
El agua acabó con los ajolotes, excepto al jefe de las criaturas que rápidamente se lanzó al cuello de Mark, cuando la muerte acariciaba el alma de Mark, Charly con su gadgetobrazo (cortesía del inspector Gadget) agarró a la criatura y la hizo la más famosa de las llaves: “la llave inglesa”, haciéndole un doble dribling chipriota, inventado por el gran bombero torero Bimbo-Kao.

Mark agradecido le dio un beso en los labios conquistándola de por vida, así que a los pocos días se casaron en la Iglesia protestante de Villatempujo y no subo.

Mark y Charly para celebrar su unión bailaron la canción del duo “Pimpinela”, formado por Demel, Rubén y Julia, los tres magníficos. A mitad de la canción Mark dijo a Charly:

- Sabía que nuestras vidas se unirían porque como Einstein dijo: “Dios no juega a los dardos”





Y FUERON FELICES Y SE COMIERON AL “PINCHAFISHES”...





PD: El caso fue investigado por el inspector Gadget y el detective Bogey, pero jamás resolvieron el caso.