Hacía una semana que me habían comprado. Lusi cuando entró a la librería, pidió una carpeta grande, para meter todo lo que escribía, de todas las que le sacaron eligió la de color azul.
Yo estaba contenta, Lusi siempre me llevaba a todos los sitios que frecuentaba.
Esa mañana se fue a unas clases, me llevó con ella.
De pronto sonó el móvil, oí que hablaba con una amiga, quedó en la esquina del jardín, aparecieron dos amigas, entraron en el café, era un sitio acogedor, se respiraba buen ambiente.
Se sentaron, Susi me dejó en la mesa, puso su bolso encima de mí, yo me agobiaba con tanta pesadez, no me quedaba otro remedio que aguantar.
Viendo la tardanza del camarero, Lusi se levantó, pidió por favor que las sirvieran, enseguida le llevó las consumiciones.
Una decía que el café la excitaba, pero que no le importaba, así cuando llegara su marido a casa, lo besaría con más pasión de lo habitual.
La otra amiga se tomaba su tila, tenía los nervios que no podía controlarlos, con la infusión trataría calmarlos, Liana tomó agua para saciar su sed. Allí estaba yo observando a las tres Aline vio entrar a una dama muy esbelta, se podía observar cierto misterio en ella.
Aline se levantó y se la presentó a sus compañeras, por lo que escuché creo que era una psiquiatra, se sentó a espalda mía, apareció un caballero con aire de conquistador, se quedó con la doctora, ella le hizo una seña, dándole a entender que cuidado con las de atrás.
Ël enseguida lo castó, por lo que intuí creo que era una cita clandestina, pero ente las miradas de las personas, se comportaron correctamente.
Liana cogió la mano de Aline, enpezó a leerle su pasado, yo me maravillaba de lo que escuchaba, pero no me hubiera gustado vivir lo que tuvo que soportar Aline. Lusi contaba a sus amigas, que hablando con su marido le preguntaba que clase de nivel tenía ella, porque donde iba siempre estaban hablando de niveles.
El marido cansado, le dijo un día: ¡toma aquí tienes tú también tu nivel! y se lo puso en la mano.
Al oírlo Aline le preguntó, dime ¿dónde ha comprado tu marido ese libro? quiero hacerme con él. Lusi con la sonrisa que la caracterizaba, se echo a reír, ante la ingenuidad de Aline, ¡chica, que dices! eso es lo que llevan los albañiles para nivelar las paredes, entonces su amiga lo comprendió. La verdad, yo no me aclaraba mucho con sus conversaciones. De pronto, Lusi quitó el peso que me oprimía, por un momento me vi libre, me abrió, sacó un folio yo estaba muy atenta, quería recitar un poema que había escrito.
Su titulo. Mi corazón te llama.
Te entrego todo mi cariño puro y sincero como nunca pudiste tener.
No oyes mis susurros de amor y lo que te expresa mi corazón.
Que nadie se oponga a este querer que nos tenemos,
que nos dejen vivir lo nuestro.
No me gusta sentir el helor del cristal si tú no estás dentro.
La llama la enciendo cuando te veo venir, tus palabras calan profundo, entonces compredo lo mucho que te quiero.
Mi existencia sin ti ya no es vida.
No renunciaré a este sentimiento porque te llevo en mi pensamiento.
Me gustó aquel poema, era bonito.
Que difícil escuchar frases de amor en un mundo tan materializado y con esas palabras enternecedoras. Lusi volvió a meter el folio dentro de mí, tuve que aguantar de nuevo lo que tanto me molestaba.
Ellas seguían con sus charlas, así pasaban las horas, Aline dijo que se marchaba pero ante el ruego de sus amigas volvió a sentarse.
Yo las miraba y me preguntaba, ¿cuándo se despedirían? Ya tenía yo gana de estar en mi repisa con mis compañeros los libros.
Pero allí seguían, hasta que oyeron las campanadas
que repicaba el reloj de la iglesia.
Por fin se despidieron, Lusi me cogió de la mesa y con paso presuroso se alejó de aquel lugar.
Cuando entró a su casa el teléfono la requería, me dejó en la silla, otra vez soporté la misma carga, ¿ cuándo me dejaría descansar?
De la manera que era tratada, pronto estaría tirada a la basura, e iría a parar a un estercolero, que corta sería mi existencia, volverían reemplazarme por otra carpeta, así terminarían mis días, una vida muy corta pero bien vivida.
Todo el saber que yo guardé dentro de mí, nadie me lo arrebató yo si que tuve nivel "la experiencia"
Es un bello cuento,que se puede sacar cconclusiones de gran belleza, interior. Ademas de ameno y muy bien, relatado. Gracias Amalia por ello.Pues es algo muy lindo poderte leer. Dunia-Marilo.