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Categoría: Románticos

La chica de ebano

Desmontó de un vehiculo que mas que transporte, semejaba un instrumento de tortura, por las consecuencias enfrentaba el organismo despues de haberlo abordado. La plaza lucía completamente concurrida, como en los sabados de su niñez, antes de abandonar la villa para ir a estudiar a la gran ciudad, jamás podría olvidar sus correteos entre la gente mientras curioeaba la mercancía. sujeto su equipaje y comenzo a caminar mientras observaba a todos lados. Curiosamente tuvo la impresión de que la plazaera un lugar apartado donde el paso del tiempo se había detenido para siempre.

Escucho una voz que le llamaba:
- Julio, julio
volteo de repente y se encontró con su mejor amigo de infancia.
- Carlos, que alegría verte
- como estuvo tu viaje, como está la ciudad?
- El viaje un poco pesado, la ciudad, diferente aquí, colección de bullicio y contaminación.

Caminaron mientras miraban la mercancia y carlos le contaba a julio, sobre la vida de la villa, durante los años en que no estuvo.

julio escuchaba o parecía hacerlo, pero algo acaparaba su atención. donde quiera que miraba, veía colecciones de cuadros, pero, cosa extraña todos tenían el mismo rostro, una hermosa mujer de tez negra.

- que miras julio?
- los cuadros, dime quien es la mujer de la pintura?
- no se, en realidad no lo se con exactitud

siguieron caminando sin hablar más del tema, pero julio quedó obsecionado al respecto, casi podía decir que se estaba enamorando, llegarona a la casa donde se hospedaría unas semanas.

- Hola don marcos
- que ya no soy tu tio, como cuando eras niño
- claro, solo creí que no querria que lo llamara asi, despues de todo no somos parientes
- para mi como si lo fueramos

se abrazaron fuertemente y luego se ssentaron para charlar un rato.

- digame don marcos, quien es la chica de los cuadros en la plaza?
- por que lo preguntas?
- es muy bella y quisiera conocerla
- pues mejor olvidala y vamos a mostrarte tu habitación

guardaron silencio, pero al atardecer julio salió a pasear por la villa, luego de muchas visitas, llegó la hora de ir a saludar a un viejo amigo de sus padres.

tocó la puerta de la vieja cabaña, un señor de algunos cincuenta y cinco años abrió
- hola don victor, que alegría verle despues de tantos años
- la alegría es para mi, te has hecho todo un hombre, tu padre estará muy orgulloso.
- eso me dice siempre
no pareces muy alegre de tu visita a tu lugar natal
- si lo estoy
- entonces?
es que necesito saber algo, quizas usted pueda ayudarme
- pregunta hijo, pregunta
- es sobre la chica de las pinturas en la plaza
- ya veo, enamorado?
- no se pero quiero conocerla
- olvidala
- por qué?
- es que nadie sabe como se llama, ni donde vive
- como?
- si es que todo el que la ha visto, lo ha hecho en el bosque
- pero por que no le preguntan?
- es uqe no es tan fácil, siempre que alguien intenta acercarse, desaparece con rapidéz que sorprende
- pero como es posible?
- muchos piensan que es una especie de hada, solo la han visto en las noches de luna

Después de conversación se despidieron, pero julio había hecho el juramento interno de atrapar a la chica y conocerla. al día siguiente, tomando en cuenta que era luna nueva, pero en plenitud de su etapa, lo que era bueno para sus planes; preparó todo para ir en busca de la chica.

Llegada la noche, partió hacia el bosque, en el cual penetro sin perder tiempo y como ya tenía indicaciones del lugar aproximado donde solía ser vista la chica, se apresuró a llegar. se mantuvo durante un par de horas al acecho. Allí estabaa unos metros parada bajo unos arboles bañada por la luz de la luna, hermosa esplendorosa. Le gritó.

- oye, espera y corrió hacia ella

Pero esta desapareció,el retorno al lugar anterior y espero, la misma escena se repitió varias veces, hasta que el decidio cambiar de estratégia. A aparecer de nuevo la muchacha, el hiso un leve rodeo acercandose en silencio, ella no parecía percatarse, por fín lo suficientemente cerca, corrió, pero al llegar decubrió que la chica era solo un pequeño arbol de ebano, situado debajo los ramajes de otros mas altos, este bañado por la luz que la luna filtraba entre las ramas, causaba el espejismo, la hermosa visión de la chica piel, de ebano, chica claro está que era ficticia, tanto como yo, que tambien soy el personaje de un simple cuento.
Datos del Cuento
  • Categoría: Románticos
  • Media: 4.84
  • Votos: 61
  • Envios: 3
  • Lecturas: 4454
  • Valoración:
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