Era de madrugada, como a eso de las 3.00, cuando me disponía ha repartir mis periódicos, los que entregaba en varias localizaciones, entre máquinas expendedoras y tiendas donde dejaba para su venta. En la última parada, llegué a una estación del Troley, en San Diego, California, para dejar los últimos allí. Me llamo la atención ver a una chica vestida de negro, sentada en una banca, creo que esperaba el troley, pero note que sollozaba, me acerque, para ver si se sentía bien o le pasaba algo. Cuando llegue a su lado ví que tenía manchas en su vestido negro, como de tierra o de polvo.
Le pregunte, se siente usted bien?. Ella me miró con ojos empañados de lágrimas, como si quisiera suplicar por ayuda, pero me quedé allí, parado, esperando por una respuesta.
Me contesto, que no, que estaba bien.
Cuando me disponía a marcharme, me pregunto si traía unos dolares para poder pagar por su transoporte.
Como era obvio, no cargaba dinero conmigo, por temor a un asalto que era muy común a esa hora, pero como ya estaba por terminar mi recorrido y regresaría a mi departamento, solo opte por preguntarle si gustaba tomar un cafe.
Ella, se me quedo mirando, como pensando en si decir que no o si, finalmente aceptó.
Llegué a mi departamento, saqué unos dolares para llevarla a un restaurant, cual sería mi sorpresa cuando me disponía a salir de mi departamento, ella había bajado de mi auto, me había seguido hasta mi departamento , había entrado.
Me pidió limpiarse un poco..yo le dije que sí...claro que sí.. yo me quede ahí parado como una estatua, sin entender que fue lo que le hizo entrar a mi departamento, pero ella ahí estaba. Me dirijí a la cocina, hice un poco de café mientras ella se metía en la regadera a darse una ducha, y me quede sentado en la pequeña salita esperando con el café.
A los pocos minutos grito desde el baño que si tenía algo para ponerse encima, ya que su ropa estaba sucia y maltratada por el polvo. Le di unos shorts, una camisa y una toalla que enrredo en su cabeza.
Salió, se sentó en el pequeño comedor y tomó su taza de café, pasaron unos instantes, dió las gracias.. y me preguntó si tenía unos pantalones que no usara mucho, para poderse ir. Se los dí y me pidió que la llevara cerca de una iglesia que estaba a unas cuantas cuadras de donde yo vivía.
Acepte... la deje ahí y dio las gracias y me dijo adios... vi como entro a la iglesia y yo partí.
Al dia siguiente cuando me disponía ha arreglar mi periódico, me llamo la atención la noticia de un crimen que había sucedido en la estación del troley. Una chica de negro había sido asesinada.
En la estacion del troley donde yo habia recojido esa chica.
Cuando empece a leer, me di cuenta que la habían matado una hora antes de que yo llegara... me puse muy triste, y me quedé pensando...
Ha pasado el tiempo, solo sé que dejé ese trabajo y después de que conte esta historia a mis amigos...me juzgaron por un loco, no sé que paso...la verdad es que aún sigo con esa duda......